Vox se harta del pasotismo de Feijóo. El partido de Santiago Abascal, como adelantó Vozpópuli, lleva días llamando sin éxito a Génova para coordinar una acción conjunta frente a la amnistía. La paciencia de Vox ha llegado a su límite, y la formación va a centrar ahora sus esfuerzos de acción coordinada en los gobiernos autonómicos, dejando a un lado el timbre de Génova. Así lo ha dejado entrever el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que lamenta que al PP siga importándole "estar más lejos de Vox que del PSOE de Pedro Sánchez".
El órdago de Vox viene motivado también por el pacto del PP con Sumar y PSOE para repartirse las presidencias de las comisiones parlamentarias. Mientras los populares mantenían estas negociaciones se negaban a hablar con Vox de una acción conjunta en cuatro frentes: judicial, parlamentario, internacional y social (en las calles).
"Hoy mismo se está rubricando un pacto entre PP, PSOE y Sumar sobre el reparto de las Comisiones en el Congreso de los Diputados. Los españoles no entienden que se convoque a manifestaciones el domingo y se pacte con PSOE y Sumar el lunes en el Congreso. Es la evidencia de que el PP da por imposible esa acción coordinada con Vox para frenar el golpe de Estado. El PP no quiere trabajar de la mano con Vox para parar el golpe de Estado que está dando Pedro Sánchez", aseveraba Garriga en rueda de prensa.
El secretario general de Vox subraya que solo han recibido coces del PP cuando ellos han apoyado la investidura de Feijóo y las convocatorias del PP a manifestaciones para denunciar la amnistía –"porque entendemos que hay que apartar las siglas en estos momentos de gravedad histórica"-. "¿El resultado de estos apoyos? Ataques, desprecios y pactos con Sánchez y Sumar", lamenta Garriga.
Vox seguirá con el camino marcado en los cuatro frentes apuntados y buscará la coordinación con los gobiernos autonómicos que mantiene con el PP, a los que Garriga sí ha valorado de manera positiva.
"Feijóo y Génova han decidido ir por un lado y nosotros vamos a ir con los líderes autonómicos como hasta ahora".
Uno de los grandes puntos de desencuentro entre las dos formaciones de derechas tiene que ver con el papel del Senado para frenar la amnistía. Vox cree que es el momento de buscar el "choque institucional", una estrategia que pasa por solicitar un informe sobre la constitucionalidad de la ley de amnistía al letrado mayor del Senado, confiando en que este la declare inconstitucional. De esta manera, la Mesa estaría capacitada para no tramitar la norma, que quedaría ad infinitum bloqueada en la Cámara Alta, desactivando de facto la legislatura de Pedro Sánchez.
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