Vox ha logrado entrar por primera vez en el Parlamento autonómico vasco tras lograr un escaño por Álava, la tierra donde nació el presidente de la formación, Santiago Abascal. Aun así, Abascal sigue sin ser profeta en su pueblo, ya que sólo se ha ganado el respaldo de 104 electores (un 2,16%) en la localidad alavesa de Amurrio, su lugar de origen.
La formación estará representada en la cámara vasca por Amaia Martínez, la candidata de la formación por Álava. Martínez es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco, si bien ha desarrollado su carrera en el ámbito del comercio.
En la provincia alavesa, Vox ha recibido el respaldo de 4.722 electores, un 3,80% del total. En el conjunto del País Vasco, el partido ha sido respaldado por un 1,96% del electorado tras recibir 17.511.
Sus resultados han mejorado respecto a las elecciones vascas de 2016, cuando solamente consiguió 771 votos, el 0,07%. En aquel momento, concurrió a las urnas en la provincia de Alava, pero no en Vizcaya ni en Guipúzcoa.
Las elecciones, "ni libres ni democráticas"
El diputado de Vox y coordinador de las campañas vasca y gallega, Ignacio Garriga, ha calificado de "heroicidad" y "éxito sin precedentes" su escaño por Álava y ha garantizado que su representante servirá para "terminar con el silencio" ante el nacionalismo y la izquierda abertzale.
"Se terminó el silencio. Se abre una nueva época para los vascos, que por fin van a tener una voz contra el nacionalismo, los herederos de ETA y esa izquierda liberticida", ha afirmado Garriga en una comparecencia ante los medios en la sede nacional del partido.
Según el director de campaña de la formación verde, es "un éxito sin precedentes", a pesar de que "las elecciones ni han sido libres, ni democráticas" por el hostigamiento sufrido "en todos y cada uno" de sus mítines.
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