El miedo en Vox es real. La formación de Santiago Abascal está convencida de que Pedro Sánchez va a conseguir ejecutar su "golpe de Estado" si no se toman todos los medios necesarios para pararlos. En la cúpula del partido se comenta que "Pedro Sánchez es ya Nicolás Maduro", y tienen intención de presionar al PP todo lo que puedan para que bloqueen en el Senado la ley de amnistía. "No posponerla, que es lo que ocurriría con la actual propuesta de los populares", explican.
El PP, que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara Alta, ha aprobado por la vía rápida una reforma del reglamento que permitirá dilatar hasta dos meses la aprobación de la ley de amnistía. La votación tuvo lugar este mismo martes, y a ella solo se sumó Vox. Esta modificación permite a la Mesa del Senado (en manos de los populares) calificar si una proposición de ley procedente del Congreso de los Diputados es urgente o no.
En caso de ser calificada como no urgente, como ocurrirá cuando llegue la ley de amnistía, la norma puede paralizarse hasta dos meses. En caso de ser calificada como urgente se tramitaría en 20 días. El PSOE ha anunciado que recurrirá esta reforma al Tribunal Constitucional al considerar que incumple el artículo 110 de la Constitución.
La estrategia de Vox
En Vox creen que la reforma del PP se queda corta, y que aprovechando la mayoría del Senado se puede bloquear la ley de amnistía ad infinitum. "Está en sus manos, el PP tienen que dar ya un paso adelante. Hemos salido preocupados de la intervención de Sánchez. Es un discurso totalmente bolivariano", explica a este periódico una persona de la dirección de Vox.
Los senadores del partido de Abascal han registrado hasta dos escritos a la Mesa del Senado para que soliciten al letrado mayor un informe sobre el ajuste a la Constitución de la ley de amnistía, algo que la ley avala. El letrado mayor deberá emitir entonces una valoración sobre los efectos de la misma, y en caso de considerarla inconstitucional, "cosa más que probable", la Mesa del Senado tendría potestad para no tramitar la norma.
"De no rechazarse la tramitación, y a la vista del ataque sin precedentes a la convivencia que esta propuesta de impunidad masiva implica, podría entenderse como complicidad en la aprobación de la iniciativa y, por tanto, como constitutiva de ilícito penal", advirtió recientemente Santiago Abascal.
El PP, más receptivo con la propuesta de Vox
Pese a las dudas iniciales, parece que el PP se inclina finalmente por la propuesta de Vox. Como adelantó Vozpópuli, su postura en estos momentos es hacer valer su mayoría absoluta para que el texto no sea sometido a ningún tipo de votación en el hemiciclo y ya asumen un choque institucional sin precedentes que, apuntan, tendrán que resolver los tribunales.
Tras el rechazo por parte del Tribunal Supremo de suspender la investidura como medida cautelar en la querella criminal presentada por Vox, una nueva legislatura con Sánchez al frente es un hecho, salvo sorpresa de última hora de Junts -que abocaría a una repetición electoral-. Por eso, a Vox y el PP solo les queda hacer la guerra a la amnistía en el Senado, dado que la vía del Tribunal Constitucional (ahora en manos de Cándido Conde Pumpido) se presenta poco halagüeña.
Una 'performance' improvisada
Uno de los momentos más sonados este miércoles fue la espantada de Vox cuando finalizó el discurso de Santiago Abascal. El presidente de la formación fue rotundo: "No voy a escuchar embustes. Nos vamos junto al pueblo español que combate su golpe". A continuación, toda la bancada de Vox empezó a abandonar el hemiciclo detrás de Abascal.
El diputado José María Figaredo tuvo que llamar a algún despistado. Y es que, como ha podido saber este periódico por fuentes del partido, la performance fue totalmente improvisada. Hasta el punto que Pepa Millán, portavoz de Vox en el Congreso, tuvo que volver a la Cámara Baja a recoger su bolso. Muchos otros diputados volvieron también a por sus pertenencias.
Abascal, acompañado de varios diputados de Vox, partió del Congreso a la plaza de Neptuno, y de ahí a Ferraz a manifestarse nuevamente contra el pacto del PSOE con los independentistas.
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