Vox ha registrado este jueves en el Congreso una proposición no de ley en la que pide la reprobación de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, por participar en la manifestación convocada por organizaciones de apoyo a Palestina el pasado 27 de enero.
Rego, cuyo segundo apellido es Abed -de origen árabe-, tiene una vinculación especial con Palestina ya que pasó una parte de su infancia allí, pues su padre, como ella misma ha comentado en sus redes sociales, vive en Jerusalén Este.
"Pasé parte de mi infancia en Palestina. Lo que se ve al fondo de esta foto es mi ciudad rodeada por el muro israelí que prevé eliminar parte de mi escuela. Somos parte de Jerusalén pero mis hermanos ahora no pueden entrar en Jerusalén", explica en un post en su cuenta de Instagram.
"De pequeña, cuando cogía el bus, llegaba enseguida. Ahora mi familia tiene prohibida la entrada. Detesto la violencia. Soy una convencida de la Paz y de la palabra. Por eso, situar el conflicto palestino en lo ocurrido en los últimos días sin mirar hacia atrás, a los 75 años de apartheid, de limpieza étnica, es un error", argumenta.
Rego cree que "no podemos quedarnos de brazos cruzados viendo como nos masacran y acaban con la historia de nuestro pueblo" y por ello pide "encarecidamente a las instituciones internacionales que nos ayuden. Que pongan todo su esfuerzo en detener este genocidio".
La denuncia de Vox
"Es imperativo que el actual Gobierno se replantee seriamente su postura internacional para no perjudicar los intereses de España", exige Vox, que señala en la iniciativa al Frente Popular para la Liberación de Palestina entre los organizadores de la protesta.
La formación de Santiago Abascal recalca que el Frente Popular para la Liberación de Palestina está considerado grupo terrorista tanto por parte de España como de la UE".
Por eso, denuncia que la presencia de Rego en la manifestación es "el último episodio de la espiral de confrontación" iniciada por el Gobierno de Pedro Sánchez contra el Estado de Israel, un alejamiento de las posturas mantenidas por los países del entorno y de blanqueamiento de grupos terroristas".
Al grito de "Israel asesino del niño palestino" y "No es una guerra, es un genocidio", miles de personas secundaron la protesta que transcurrió por el centro de Madrid entre numerosas banderas palestinas.
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