La vuelta de Borja Sémper al PP y la rehabilitación de los llamados 'sorayos' ha sido interpretada por Vox como una posibilidad de acaparar votos del electorado de los 'populares', sobre todo, tras el cambio de tono hacia su formación a raíz de la polémica por el protocolo con las medidas antiaborto acordado en Castilla y León. El propio portavoz del Grupo Parlamentario Vox, Iván Espinosa de los Monteros, aprovechó su intervención este martes para avisar a navegantes: "Que el PP quiera girar a la izquierda para captar votantes desencantados del PSOE es legítimo, pero los votantes del PP que no coinciden con el Gobierno socialista ni con la izquierda en general, quizás quieran revaluar su voto de cara al futuro".
Sus palabras llegan a cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas y después de que Sémper se posicionase en torno al asunto de las medidas 'provida' asegurando que Vox suponía un "chollo" para PSOE y Unidas Podemos. En las filas de la formación señalan que, a diferencia de los 'populares', ellos sí tienen claro quiénes son sus rivales y enemigos políticos: el Ejecutivo central y sus socios. Y, además, se muestran molestos con las críticas de Ayuso.
Que prefieran llegar a acuerdos con el PSOE antes que con Vox es legítimo, pero es bueno que los votantes lo entiendan. Nada que decir. Imagino que los votantes actuarán en consecuencia
"Este giro a la izquierda del PP es legítimo, tienen derecho a hacerlo. Que prefieran llegar a acuerdos con el PSOE antes que con Vox también es legítimo, pero es bueno que los votantes lo entiendan. Nada que decir si es así, como parece que es. Imagino que los votantes actuarán en consecuencia", lanzó el diputado de Vox desde la Cámara Baja.
El partido liderado por Santiago Abascal ha aclarado que un hipotético incumplimiento del pacto alcanzado en Castilla y León para evitar el aborto-y que plantea el ofrecimiento a las mujeres embarazadas de medidas como la escucha del latido del bebé y el acceso a una ecografía 4D- no implica necesariamente la ruptura de la coalición con Alfonso Fernández Mañueco, pero sí la revisión de las "condiciones" en las que se pactó la investidura con ellos. Y desvía la polémica de la región para centrarla en Sémper y un "nuevo PP" distinto -dicen- al de Mañueco. Precisamente, Vox acusa al político vasco de haber desautorizado al presidente autonómico.
Vox acusa a Sémper de desautorizar a Mañueco
"Efectivamente, este nuevo giro a la izquierda personificado en gente como Borja Sémper hace que el PP se corrija en otros sitios. Siento que Borja Sémper haya tenido que corregir a Mañueco, pero confío en que se cumpla el acuerdo en los términos que estaba aprobado y, si no se hace así, revisaremos las condiciones en las que pactamos con ellos y actuaremos en consecuencia", advirtió. "Eso no quiere decir necesariamente que vayamos a romper el Gobierno, sino que reevaluaremos su capacidad o incapacidad de cumplir los pactos", insistió.
Para Vox, el incumplimiento de los acuerdos por parte del PP "es conocido" no solo en Castilla y León, sino también en otras comunidades autónomas. "Llueve sobre mojado. Si ellos se echan atrás e incumplen lo que ha escrito ellos mismos, si eso sucede, será consecuencia de la influencia de la izquierda política y mediática y del miedo que tienen a sus ataques. Nosotros no tenemos ese miedo y decimos lo mismo en Madrid, en Valladolid y en el conjunto de España", defienden los de Abascal. Es más, el pasado lunes, la formación cerró filas con García Gallardo y garantizó que solo estaba haciendo lo que hará cualquier representante de Vox en cualquier institución en caso de tener capacidad de influencia.
El desembarco de Sémper, que ha endurecido el discurso contra Vox, y el rapapolvo de Ayuso no parece que vaya a allanarles el camino de cara a sumar fuerzas y desalojar a Sánchez de Moncloa
Los distintos posicionamientos entre Mañueco y el vicepresidente de su Ejecutivo, Juan García Gallardo, ante los medios de comunicación esta semana han supuesto uno de los primeros grandes cismas en la coalición. Mientras que en el PP insinúan que Vox es especialista en crear "ruido", desde Vox defienden que el "revuelo" causado en torno a sus planes para la región tiene su origen en el Grupo Prisa y solo evidencia la variedad de criterios en la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo.
"Si incumplen lo que ellos mismos han escrito se debe a la influencia que tiene sobre ellos la izquierda. Al miedo que tienen ellos a que la izquierda política y mediática les ataque. Nosotros no tenemos ese miedo, tenemos claridad de ideas y decimos lo mismo en Valladolid que en Madrid, que en el conjunto de España", sostiene Espinosa de los Monteros, que también invitó al PP a organizar un congreso para unificar criterios a nivel nacional.
De acuerdo a las últimas intervenciones de Santiago Abascal las relaciones con el PP se habían normalizado con la llegada de Feijóo a Génova, que se produjo después de la ruptura con Pablo Casado durante la moción de censura contra Pedro Sánchez. Sin embargo, el desembarco de Sémper, que ha endurecido el discurso contra Vox, y el rapapolvo de Ayuso no parece que vaya a allanarles el camino de cara a sumar fuerzas y desalojar a Sánchez de Moncloa.
El PP necesitaría a Vox, según las encuestas
A tenor de las encuestas publicadas hasta la fecha, el PP no tiene mayoría absoluta para gobernar en solitario como pretende. Vox, que dispone de los electorados más fieles y se mantiene en torno a los 52 diputados que tiene en la actualidad, se hace imprescindible para los 'populares'. Una fórmula que ni Feijóo ni sus nuevos 'activos' pretenden poner en marcha. Las bajas del PP en la manifestación contra Pedro Sánchez convocada para el próximo sábado en Cibeles por Foro España Cívica y la Fundación Foro Libertad y Alternativa a la que sí acudirá toda la cúpula de Vox son buena muestra de ello. El pasado domingo, el primer sondeo de Hamalgama Métrica para 'Vozpópuli', reflejó que el PP escalaría hasta los 134 diputados, tres más de los que obtuvo el mes anterior, pero no obtendría la ansiada mayoría. Vox, instalado en los 53 parlamentarios de acuerdo al barómetro, sería necesario para alcanzarla... Y sobrepasarla.
Cabe esperar si el Ejecutivo de Castilla y León cumple las exigencias de su socio minoritario e implementa las medidas en contra del aborto o si, por el contrario, se desmarca por completo de García Gallardo y da una patada a la propuesta de obligar a los médicos a ofrecer a las mujeres embarazadas la posibilidad de escuchar el latido del feto y de acceder a una ecografía 4D. En caso de quedar desautorizados, los de Abascal no se muestran muy proclives a cortar por lo sano de cara a los próximos comicios. Una salida del primer y único Gobierno autonómico en el que tienen poder podría traducirse como un fracaso de la coalición PP-Vox que pretenden replicar en el Ejecutivo nacional.
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