En una jornada política marcada por la polémica, Vox ha salvado al presidente Pedro Sánchez de una posible derrota parlamentaria al abstenerse en la votación de una moción del Partido Popular contra el cupo catalán. La ausencia de los diputados de Junts per Catalunya, que se encontraban en Cataluña celebrando la Diada, generaba una oportunidad para que la iniciativa del PP prosperara. Sin embargo, la abstención de los 33 diputados de Vox impidió que la moción alcanzara los votos necesarios para superar a los 171 votos en contra de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Podemos y BNG.
La moción presentada por el PP buscaba que la Cámara Baja instara al Gobierno de Pedro Sánchez a garantizar que el "proceso de estudio, trabajo y aprobación del nuevo sistema de financiación autonómica" se realizara bajo principios de "multilateralidad y transparencia", evitando la bilateralidad con las comunidades autónomas, como lo plantea el acuerdo entre el PSC y ERC. Este acuerdo, clave para la investidura de Salvador Illa como presidente de Cataluña, ha sido duramente criticado por los populares, quienes consideran que responde a un "chantaje" por parte separatista.
Vox justificó su abstención alegando que el texto del PP no era lo suficientemente contundente, y acusó a los populares de negarse a negociar algunos puntos clave recogidos en su enmienda. Entre las exigencias de Vox se incluye la devolución al Estado de competencias cedidas a las comunidades autónomas en materia de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia, y el rechazo explícito del acuerdo de investidura entre el PSC y ERC. Fuentes populares aseguran que los de Santiago Abascal prefieren que "el PP no gane" a que "Sánchez no pierda", reflejando la creciente tensión y desconfianza entre las fuerzas de la derecha española.
El PP reta a los díscolos socialistas mediante una moción conjunta ante el cupo catalán
Por su parte, el Partido Popular, liderado por Alberto Núñez Feijóo, ha redoblado sus esfuerzos para frenar el acuerdo de financiación singular pactado entre PSOE y ERC, presentando una moción conjunta dirigida a ayuntamientos, cabildos, consells insulares, diputaciones y gobiernos autonómicos. En este documento, los populares defienden un "sistema justo y solidario entre las comunidades" y exponen once iniciativas al Gobierno.
El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo, declaró en una comparecencia en Toledo que "la única singularidad a la que responde el Gobierno de Sánchez es el chantaje", e instó a los líderes socialistas regionales y locales a posicionarse contra el acuerdo que facilitó la llegada al Govern de Illa. Con esta propuesta, Feijóo busca retratar a los barones socialistas y comprobar si "hay vida fuera del sanchismo", apuntando especialmente al presidente de Castilla-La Mancha.
El PP sostiene que el cupo catalán supone un "deterioro sin precedentes de la salud de nuestro Estado de Derecho" y solicita al Ejecutivo que defienda la igualdad y la solidaridad como principios "irrenunciables" del ordenamiento constitucional. Además, exige la paralización de cualquier avance hacia la independencia fiscal exigida por el separatismo y garantiza que ninguna comunidad del actual sistema de régimen común se salga del mismo ni se fragmente la Agencia Tributaria.
Entre las iniciativas recogidas por el Partido Popular, se incluye la convocatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos, cuya última reunión tuvo lugar en marzo de 2022. También se requiere al Gobierno central la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera y de la Comisión Nacional de Administración Local para estudiar una "reforma del sistema de financiación local y autonómico". Los populares subrayan la necesidad de multilateralidad y transparencia en el sistema de financiación, rechazando la bilateralidad con las autonomías, y denuncian que el cupo catalán es una "quiebra del derecho de todos los españoles a acceder en las mismas condiciones a servicios públicos".
Finalmente, el PP insta al Gobierno a crear un fondo transitorio para abordar la infrafinanciación de comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, y exige la entrega de los 18.000 millones de euros de los Fondos Next Generation que aún no han sido distribuidos a las regiones. Con estas medidas, los populares intentan reunir apoyos y destacar las divisiones internas en el PSOE, en un momento en que la financiación autonómica se ha convertido en un tema de alta tensión.
