El terremoto político con epicentro en Génova obliga al resto de fuerzas a hacer sus cálculos electorales. Vox ve en Alberto Núñez Feijóo la oportunidad de avanzar hacia alternativa política conjunta capaz de desalojar a Pedro Sánchez de Moncloa. No se disputan el mismo espacio electoral, por lo que, a su juicio, podrían construir un bloque más amplio para frenar al PSOE.
Isabel Díaz Ayuso encarna esa facción del Partido Popular que aboga por pactar con Vox, pero fuentes del partido presidido por Santiago Abascal reconocen que el hipotético salto de la dirigente madrileña a la política nacional les podría restar apoyos y difuminar esa alternativa conjunta. Ambos rivalizan por un espacio electoral similar, mientras que con Feijóo al frente del PP, Vox podría mantener sus apoyos con mayor facilidad. Tampoco descartan el 'sorpasso' al que empiezan a apuntar los sondeos de cara a las generales, pero abundan en que el único 'sorpasso' que les interesa es al PSOE.
El mismo Abascal distinguió este lunes entre los votantes 'populares' dispuestos a votar a Vox tras la crisis entre Casado y Ayuso y los que, por el contrario, se decantarían por la abstención. "Sabemos que hay personas del PP y de Ciudadanos que no comparten el programa de Vox y el mayor drama es que se vayan a la abstención. Nosotros no nos regocijamos en las crisis ajenas, no vamos a ofender a los españoles. No vamos a tener la tentación de llamar a votantes que no coindicen con nuestras convicciones. El único voto útil es aquel que coincide con las convicciones del ciudadano. Somos un partido democrático y creemos que deben poder votar a partidos fuertes", declaró el presidente de Vox en su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras el estallido de la crisis del PP. "Observamos con preocupación la debilidad conjunta de la alternativa pese al ascenso de Vox", apuntó.
No descartan el 'sorpasso' al que empiezan a apuntar los sondeos de cara a las generales, pero abundan en que el único 'sorpasso' que les interesa es al PSOE
Y esa alternativa, insinúan fuentes de la formación, podría pasar por Alberto Núñez Feijóo. Precisamente, el político gallego es uno de los barones del PP que peores relaciones mantiene con Vox. Al menos así ha sido hasta la fecha. No son pocas las veces que ha apelado al "centro político" y que ha calificado a los de Santiago Abascal de "extrema derecha". Y al revés. En el seno de Vox acusan al presidente de Galicia de tener un discurso "nacionalista" que poco o nada tiene que ver con el programa que vende el PP a nivel nacional. Incluso le han apodado "Jordi Feixóo".
Sin embargo, ven al político gallego capaz de frenar la actual deriva del PP y formar, junto a su partido, el bloque alternativo para derrocar a Sánchez. De lo contrario, los 'populares' podrían perder millones de votantes que, no necesariamente, tienen que engordar las urnas de Vox. Muchos podrían decantarse por la abstención. Por mucho que suba Vox, si el PP pierde demasiado respaldo, la suma de apoyos podría no ser suficiente para desbancar a Sánchez. Por otro lado, si Ayuso escalase a la presidencia del PP, las aspiraciones de Vox podrían verse mermadas.
Vox y su entrada en Castilla y León
Ahora mismo, en Vox están convencidos de que podrían convertirse en "el primer partido de los españoles". El propio Abascal se pronunció en estos términos el lunes. Sin embargo, entre sus cuentas pendientes está entrar en algún parlamento autonómico y demostrar su capacidad de gestión. Algo que no ha ocurrido hasta la fecha. El presidente en funciones Castilla y León, Alfonso Pérez Mañueco, inició este lunes la ronda de contactos para formar Gobierno. Aunque el presidente de Vox asegura no tener líneas rojas, ya ha manifestado por activa y pasiva su intención de irrumpir en el Ejecutivo de Mañueco. No se conformarán con "menos" que Ciudadanos. De lo contrario, apuntan a que el dirigente 'popular' tendrá que conseguir su investidura pactando con el PSOE o atreviéndose a convocar de nuevo elecciones.
No obstante, Abascal ha asegurado que Mañueco "ha entendido los resultados electorales", algo que, a juicio del dirigente de Vox, no ha conseguido Casado. Aunque no ha querido pronunciarse sobre si cree que el actual presidente del PP debe dimitir tras su guerra con Ayuso, sí se ha manifestado a favor de "la presunción de inocencia" y en contra de las "cazas de brujas". "Creemos que tanto Génova como Ferraz han contribuida a que las garantías del Estado de Derecho hayan sido destruidas, sean papel mojado. Los datos privados en poder de instituciones públicas han sido de acceso público y han llegado al líder de un partido. Es una situación gravísima. Nos coloca ante una zozobra de inseguridad jurídica", sostiene.
A la espera de la llamada de Mañueco y con la mirada puesta en las elecciones Andalucía y en las generales, que se celebrarán los de Santiago Abascal observan cómo el binomio Casado-Egea, su máximo impedimento, pierde condiciones para intentar tutelar a los barones a la hora de negociar.