Vox ha entrado con fuerza en el Parlament, con 11 diputados y superando a Ciudadanos y PP, y quiere tener protagonismo. El portavoz del grupo parlamentario, Juan Garriga; el portavoz adjunto, Antonio Gallego, y el diputado Alberto Tarradas han registrado en la Mesa del Parlament una batería de preguntas dirigidas al Govern en funciones sobre TV3.
El partido liderado por Garriga está intentando sortear el cordón sanitario impuesto por los independentistas y el PSC (con la excepción del PP y Cs) y su primera acción en la institución catalana, un día antes del primer pleno de investidura de Pere Aragonès, ha sido poner en el foco la televisión pública catalana como el primer 'aparato' del secesionismo para movilizar a las masas.
Vox ya anticipó en campaña electoral que uno de sus objetivos era "cerrar TV3, el Diplocat y el Defensor del pueblo catalán" en el "primer día" porque considera que son herramientas al servicio de los sucesivos Ejecutivos catalanas para consumar su plan ilegal hacia la secesión.
En el caso de la cadena pública catalana, el partido denuncia una entrevista al periodista Pol Andiñach en el programa 'Planta Baixa' en el que instaba a la gente a "conocer quienes son los fascistas de nuestros barrios", tenerlos "controlados" e "identificarlos".
En sus preguntas consideraban que TV3 vulneraba con estas expresiones el artículo tres de la Carta de Derechos Humanos de Naciones Unidas que señala que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". Vox considera que el contenido "supone una incitación al odio descarada" y que "rompe con los principios editoriales de independencia, neutralidad, veracidad, rigor y pluralismo" de la CCMA.
Por todo ello, solicitan que el Govern deje "de mirar hacia otro lado ante este tipo de situaciones de extrema gravedad" y que tome "las medidas oportunas para que dejen de producirse".
Recurso ante el Constitucional
Vox también busca erigirse como la "oposición real" al independentismo. El mismo viernes también anunciaba la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la Mesa del Parlament por su decisión de aceptar el voto delegado de Lluís Puig, exconsejero de Cultura fugado de la justicia española.
Como informó Vozpópuli, era una opción que barajaban desde distintos partidos de la oposición ante el amago de Laura Borràs, presidenta de la Cámara catalana, de volver a forzar la legalidad. Una vez consumada la primera votación polémica de la Mesa del Parlament, los de Garriga han movido ficha.
Mesa de Edad
El partido está aprovechando todas las oportunidades para adquirir protagonismo. En su momento, cuando la Mesa de Edad debía emitir una opinión sobre la posibilidad de que se ejerce el voto delegado para los fugados electos, ya visibilizaron su oposición a través de Albert Tarradas, diputado por Girona, que tenía un sitio destacado en la mesa al ser el diputado más joven del Parlament
Vox exhibió su oposición no solo a la toma de posesión de Lluís Puig y Meritxell Serret. De ese modo, inicialmente y de forma transitoria lograron sortear el cordón sanitario que les han impuesto.
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