Pedro Sánchez ampara el incumplimiento por la Generalitat de un 25% de enseñanza en castellano a la vez que su web presidencial margina las lenguas cooficiales de España, incluido el catalán. Como si en internet el presidente del Gobierno dijera una cosa e hiciera la contraria, tanto 'lamoncloa.es' como el sitio específico sobre la figura del presidente destacan en su portada versiones en las cuatro lenguas cooficiales, pero la realidad es otra: todas están en castellano. La página de Sánchez es la muestra más notoria del tratamiento irrespetuoso de la pluralidad lingüística española por instituciones oficiales, con las excepciones de la Casa Real y del Poder Judicial, cuyos sitios de internet sí cumplen los preceptos vigentes sobre uso de lenguas de los diferentes territorios.
En apenas 48 horas, Pere Aragonès pasó de anunciar el 29 de noviembre la aprobación por su Govern de 100 medidas para "garantizar una buena salud del catalán" a sostener el 1 de diciembre ante un foro de Naciones Unidas en Ginebra que la lengua catalana está "minorizada y marginada y no ha obtenido el reconocimiento y la protección que merece". La irrealidad de ese mensaje es comprobable con ejemplos como el de la web oficial de la Jefatura del Estado, que se puede visitar en catalán, euskera, gallego, valenciano e inglés, mientras que la del cap de l’Executiu català está solo en catalán, con reducida versión en inglés.
El respeto a las lenguas oficiales españolas por las altas instituciones del Estado arroja un resultado desigual. En el caso de la Corona, la proyección del Rey en internet es plurilingüe en los contenidos esenciales. La historia de la Monarquía, sus funciones y regulación en la Constitución, miembros de la Familia Real, etc., se presentan en las cuatro lenguas cooficiales y en inglés, desarrollando en castellano los contenidos de actualidad. Así, la página de inicio con el mensaje del nuevo Rey en 2014 se encabeza con la cita: La independència de la Corona, la seva neutralitat política i la seva vocació integradora envers les diferents opcions ideològiques (…)”. O presenta la biografía de la princesa Leonor, Berroren Errege Gorestasun Asturiaku Printzesa: “Koroaren oinordekoa da 2014ko ekainaren 19an aita errege aldarrikatu zuten uneaz geroztik (…).
Sin embargo, en el uso de esas lenguas por la máxima representación del Poder Ejecutivo llama la atención la ausencia, casi desprecio, hacia la pluralidad lingüística por parte de la web oficial del presidente del Gobierno de España, por otro lado complaciente con la marginación del castellano por los nacionalistas.
El portal que debería ser de la Presidencia del Gobierno está personalizado como 'Web oficial del presidente del Gobierno y el Consejo de Ministros'. El menú superior invita a versiones en català, galego, euskara, valencià e inglés, pero solo esta última es cierta al tener todos sus contenidos actualizados en ese idioma. Por el contrario, las versiones en lenguas cooficiales no son tales. Visitando cualquiera de ellas los contenidos siempre aparecen en castellano, limitándose las otras cuatro lenguas a los títulos del menú principal y algunos epígrafes de secciones. De tal modo que 'Actividade do presidente' o 'Activitat del president' conducen al mismo párrafo en castellano, del tipo: “Pedro Sánchez subraya el valor de las iniciativas (…)”.
En todo el sitio de internet de la Presidencia del Gobierno -renombrada 'web del presidente del Gobierno'- solo aparece en lengua distinta al castellano un suelto de pocas líneas sobre los orígenes de la institución del Consejo de Ministros en el reinado de Fernando VII. Y tratándose de la web del Poder Ejecutivo encarnado en la figura del presidente, es la biografía de Pedro Sánchez el único contenido que se puede leer en las lenguas distintas al castellano. Se trata de un texto que no llega a doce líneas ilustrado con tres posados fotográficos que deja constancia del bagaje académico del presidente: El 2012 Sánchez es va doctorar en Economia per la Universitat Camilo José Cela (…) / "Con anterioridade á súa etapa como profesor universitario, traballou como asesor no Parlamento (...)"/ "1995ean Ekonomia eta Enpresa Zientzietan lizentziatu zen Real Colegio Universitario María Cristinan (…)".
Aparte del citado rincón biográfico multilingüe, se puede navegar en inglés por todos los contenidos de la 'Official website of the president of the Government of Spain...' De modo que donde el anglohablante puede leer Pedro Sánchez points out that the 2023 Budget and fiscal policy benefit (…), los hablantes de valencià, galego, euskera o català solo encuentran "Pedro Sánchez señala que los Presupuestos para 2023 y la política fiscal benefician (…)".
Más ejemplar en el respeto a la variedad lingüística es el portal del Poder Judicial que alberga las páginas del CGPJ, del Tribunal Supremo, Audiencia Nacional… Es tan escrupuloso con la normativa lingüística que al iniciar cada versión distinta al español una ventana pide excusas por la tardanza en la traducción de nuevos contenidos, con avisos como éste: Des de poderjudicial.es estem fent un gran esforç perqué tota la informació del portal estigui disponible en els diferents idiomes. Si us plau, dispensi si algun dels ontinguts encara no ha estat traguit.
Frente al falso plurilingüismo del sitio oficial del jefe del Ejecutivo, los órganos del Poder Judicial lo cumplen en una proporción muy superior. Desde la descripción de la Escuela Judicial (Eskola Judiziala –Botere Judizialaren Kontseilu Nagusiaren mendekoa– epaileak eta magistratuak aukeratu eta trebatzeko sortu zen ), a la presentación institucional de la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo como los requisitos para presidir este último: Para ser elixido presidente do Tribunal Supremo e do Consello Xeral do Poder Xudicial será necesario ser membro da carreira xudicial (...).
El Congreso de los Diputados no es tan cuidadoso como el Poder Judicial. A semejanza de lo que ocurre con el sitio de Sánchez, el escaso cumplimiento de los preceptos lingüísticos en la web de la Cámara Baja se nota en que enseña en su portada versiones en catalán, gallego y euskera que no están así escritas. Enlazando a cualquiera de esas versiones, también a la inglesa, solo aparecen títulos y epígrafes en esas lenguas, pero con el desarrollo siempre en español salvo una muy pequeña reseña sobre las funciones del Congreso. El Senado es más generoso que la Cámara Baja en la utilización de esas lenguas en lo que toca a la parte de información y organización de la institución.
Pasando del Judicial, Ejecutivo y Legislativo a otros niveles del Estado como las comunidades autónomas, los gobiernos de territorios con lengua cooficial sí son respetuosos con el castellano salvo la Generalitat, cuyas webs corporativas ignoran la lengua española, como 'president.cat', la marginan o la desprecian, sustituyendo la versión en castellano por Google Translator. El gobierno del País Vasco es claramente cumplidor en este terreno con un bilingüismo absoluto, mucho más cuidado que el de la Xunta de Galicia, con presencia minoritaria del castellano en sus webs.
El bosque de leyes y preceptos que se han promulgado en las últimas décadas en torno a las lenguas cooficiales comienza por 13 sentencias y 2 autos del Tribunal Constitucional, sigue con 9 leyes, 6 reales decretos, una Orden Ministerial y termina con 80 preceptos de gobiernos autonómicos, 40 de ellos a cargo de la Generalitat de Cataluña. Existe desde 2007 en el Ministerio de Política Territorial un Consejo de Lenguas Oficiales, con una Oficina para las Lenguas Oficiales, presidido por el director general de Cooperación Autonómica y Local.
El Consejo de Lenguas Oficiales, con competencias propositivas limitadas a la Administración General del Estado y con escasa proyección pública, en un informe del pasado septiembre constata que el enjambre normativo no ayuda a la transparencia y ordenación lingüística en la Administración: "Las obligaciones en materia de lenguas oficiales se recogen de manera difusa por diversas normas jurídicas (…). Estas obligaciones no están al margen de la distribución de competencias (…) por lo que muchas cuestiones son de ámbito autonómico y/o local (…) sin perjuicio de las competencias del Estado. Se hace preciso por tanto articular los adecuados mecanismos de cooperación sobre esta materia".
Por lo demás, un vistazo a las treinta páginas del citado informe, que lleva por título 'Recopilación y sistematización de las obligaciones de la Administración General del estado en materia de lenguas oficiales', permite conclusiones muy precisas y singulares, a veces inquietantes, sobre el manejo de las lenguas territoriales como herramientas de control por los gobiernos autonómicos competentes en la materia.
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