Viaje relámpago para poner a salvo a la familia antes de cometer los atentados. Amédy Coulibaly, el yihadista que la semana pasada mató en París a una policía municipal y a cuatro clientes de un supermecado de comida judía, se trasladó a España a bordo de un vehículo de alquiler junto a su esposa, Hayat Boumeddiene, su hermano y la mujer y el hijo de éste con el único objetivo de que éstos pudieran tomar un avión con destino a Turquía y, desde allí, entrar en territorio controlado por el Estado Islámico (EI) en Siria. Coubilaly cruzó la frontera en las primeras horas del 2 de enero y, tras dejar a sus cuatro familiares en el aeropuerto de Madrid junto a un ciudadano francoargelino que iba a ayudar a estos cuatro a cruzar las fronteras en su huída, emprendió el camino de regreso a Francia. El día 6 de enero, dos días antes de que disparase mortalmente contra una agente en las calles de la capital francesa, devolvió el vehículo a la empresa parisina a la que se lo había alquilado, según fuentes de la Audiencia Nacional.
El yihadista entró en España el 2 de enero, y no el 31 de diciembre como se había dicho. Su estancia en nuestro país fue fugaz: menos de 24 horas
Esos son los datos recabados hasta ahora por una investigación conjunta de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa y la Guardia Civil que en las últimas horas ha permitido aclarar algunos de los puntos oscuros del paso del terrorista por España. Así, los agentes han llegado a la conclusión de que el yihadista no entró en nuestro país el 31 de diciembre, como se había dicho hasta ahora por error. Ese día sólo consta que alquiló por una semana el vehículo que utilizó para llevar a Madrid a sus familiares. El cruce de la frontera española lo realizó el 2 de enero, según revelan las seis llamadas realizadas por el propio Coulibaly con su teléfono móvil a Francia durante aquel día y, sobre todo, el posicionamiento que de él han dado las antenas de telefonía. Aunque aún no está claro el recorrido exacto que siguió, los agentes creen que se dirigió directamente al aeropuerto madrileño.
En el aeródromo les esperaba el joven francés de origen argelino Mehdi Sabri Belhoucine, hermano de un condenado el año pasado en Francia por reclutar a combatientes para el EI. Los investigadores de la DGSI y de la Guardia Civil están convencidos de que el papel de éste no era otro que el de 'pasador', es decir, la persona encargada de que los tres adultos y el niño que acompañaban a Coulibaly pudieran cruzar los puestos fronterizos de Turquía, primero, y de Siria después para llegar hasta posiciones de los islamistas, su destino final. Mehdi es el hombre que, con el pelo recogido en una coleta, aparece en las imágenes del control policial del aeropuerto Sabiha Gokçen, de Estambul junto a Hayat Boumeddiene, la compañera de Coulibaly.
Vuelo de bajo coste a Estambul
Tanto ella como el 'pasador' tomaron el vuelo de la compañía de bajo coste Pegasus que partió aquel 2 de enero de Madrid poco antes de las 14:30 con destino a la capital turca. Las fuentes consultadas no han sabido concretar si en el mismo viajaban también el hermano del yihadista junto a su mujer e hijo, o éstos tomaron otro vuelo con el mismo destino. Lo que sí tienen claro los investigadores es que Coulibaly volvió sólo a Francia ese mismo día conduciendo y que seis días más tarde, cuando tuvo confirmación de que su mujer estaba ya en Siria, cometió el primer atentado. De confirmarse lo fugaz de su desplazamiento a España, menos de 24 horas, creen que hubiera sido muy difícil que el yihadista llegara a contactar con alguien en nuestro país aparte del 'pasador'. No obstante, no descartan que contara con apoyo a este lado de la frontera.
El terrorista pidió un crédito para poder alquilar el coche, pagar los pasajes a sus cuatro familiares y comprar las armas con las que perpetró los atentados
Durante los últimos días tanto Policía como Guardia Civil han rastreado en Madrid los registros de hoteles y pensiones sin encontrar indicios de que el terrorista o su familia hubieran pernoctado en la capital española. No han localizado nada con sus nombres originales y descartan que hubieran utilizado documentación falsa. "La mujer mostró su pasaporte original para subir al avión y dudamos que se hubieran arriesgado a utilizar cualquier documento de identidad falsificado para alquilar una habitación. No lo necesitaban porque nadie les buscaba entonces", apuntan fuentes cercanas a las pesquisas. Además, Coulibaly no iba sobrado de dinero, según las pesquisas de las autoridades galas.
De hecho, el yihadista había pedido recientemente un préstamo con el que supuestamente pagó el alquiler de una semana del coche y los pasajes de avión para sus cuatro familiares. Incluso destinó una parte a adquirir en Bélgica las armas que luego utilizó. Un detalle da muestra de lo ajustado del presupuesto con el que el terrorista puso a salvo a sus seres queridos: al llegar al aeropuerto de Estambul, su novia acudió al mostrador de la compañía aérea con la que había viajado para pedir que le reintegraran el importe del billete de vuelta a Madrid, que estaba cerrado para el día 9 de enero, con la excusa de que iba a quedarse más días en el país. La línea aérea se negó.
Las pesquisas del periplo de Coulibaly en España están siendo dirigidas por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, quien en las últimas horas ha recibido sendos informes de la Policía y la Guardia Civil. El magistrado quiere saber si hubo alguna persona que ayudara a los cuatro familiares del yihadista y a éste durante el tiempo que estuvieron en España, ya que considera que habría incurrido en un delito de colaboración con banda armada. El juez también quiere conocer detalles sobre las posibles andanzas en nuestro país de Mehdi Sabri Belhoucine, el 'pasador', convencido de que no era la primera vez que realizaba esta función desde Madrid.
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