La Policía Nacional intervino cinco machetes, hachas y otras armas prohibidas a los nueve yihadistas detenidos estas semana en Melilla. Estos terroristas se dedicaban a la captación y adoctrinamiento de jóvenes en los postulados más radicales de DAESH. En los últimos dos meses, la Comisaría General de Información (CGI) ha arrestado a más de medio centenar de radicales.
Uno de los arrestos fue realizado por la DGST marroquí ha efectuado una detención más en su país. Los detenidos formaban un grupo organizado que realizaba encuentros físicos y virtuales con personas de su entorno donde se fomentaba odio hacia lo occidental y se distribuía material audiovisual de extrema radicalidad.
Tres años de investigación
Durante el operativo policial contra estos yihadistas se han llevado a cabo diez registros en domicilios y varios vehículos, interviniéndose, entre otros efectos y documentación, cinco machetes, hachas y otras armas prohibidas, que eran usadas en el marco de su actividad delictiva.
La investigación, realizada por la Comisaría General de Información, ha contado con la colaboración de las Brigadas Provinciales de Información de Melilla, Málaga y Granada, y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Todos ellos dirigidos por el Juzgado Central de Instrucción número Cinco y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Así, las diligencias arrancaron a finales de 2020 cuando los agentes detectaron la presencia de personas radicalizadas y afines a los postulados de DAESH ubicadas en la Ciudad Autónoma de Melilla. Las pesquisas constataron que estas personas, de formas organizadas, se dedicaban a crear, editar y compartir contenidos audiovisuales de carácter radical y violento en las redes sociales.
Yihadistas reincidentes
En este material se justificaba e incitaba a la realización de la yihad violenta, manifestando incluso su deseo de desplazarse a zona de conflicto para tomar las armas. El grupo, además, realizaba encuentros presenciales orientados a la captación y adoctrinamiento de personas, fundamentalmente jóvenes de la ciudad autónoma, donde se mostraba contenido audiovisual procedente de productoras oficiales de la organización terrorista DAESH y se propagaba un fuerte sentimiento de odio hacia la sociedad occidental.
Algunas de esas reuniones se realizaban en un centro deportivo de la ciudad, donde desarrollaban un intenso entrenamiento físico en artes marciales. Alguno de estos detenidos son personas ya condenadas en el pasado por delitos de terrorismo y que no habían abandonado sus postulados yihadistas, estando entre ellos antiguos combatientes terroristas o familiares de éstos.
Durante la operación se han registrado diez domicilios y varios vehículos, siendo incautados cinco machetes, varias hachas y otras armas prohibidas, que eran usadas en el marco de su actividad delictiva. Este jueves por la mañana los detenidos han pasado a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Cinco, quien decretó el ingreso en prisión para siete de ellos.
La Comisaría General de Información (CGI) ha reforzado en los últimos dos meses la lucha antiterrorista. En este tiempo se han arrestado más de medio centenar de yihadistas, algunos de ellos de especial violencia que tenían pensado atentar en nuestro país.
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