"Me arrepiento. Odio la violencia, todo tipo de violencia". Así se expresaron los siete yihadistas que reconocieron en un juicio celebrado en diciembre pasado en la Audiencia Nacional su integración en la organización terrorista DAESH. Todos estos terroristas aceptaron penas de entre tres y siete años de cárcel por integración en organización terrorista.
Unas condenas que ahora tres de los siete yihadistas confesos tratan de sortear asegurando que los jueces y los fiscales que han participado en la investigación y en el juicio han cometido fallos y omisiones, tanto en la sentencia como en la instrucción.
Estos fallos habrían impedido la defensa justa de los tres yihadistas condenados, siempre según los yihadistas Nassira Benayad, Yassir El Harrak y Younes Tourabi Chouhaidi, tal y como consta en los recursos, a los que ha tenido acceso Vozpópuli. Por ejemplo, en el caso de Nassira Benayad, esta islamista considera que la sentencia no expresa de forma clara los hechos considerados probados.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo, compuesta por los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, Ramón Berdugo Gómez de la Torre, Pablo Llarena Conde y Joaquín Giménez García, se reunirá este miércoles 21 de junio para determinar si accede a la petición de los tres condenados, que tratan de obtener una nueva rebaja o incluso la exoneración a las penas de cárcel de cinco años que acordaron con el Ministerio Público.
Los procesados aceptaron en la primera sesión del juicio que se celebró el 14 de diciembre en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional un acuerdo con el fiscal José Perals Calleja, que modificó sus conclusiones para rebajar la petición de condena.
El fiscal, que en un principio reclamaba doce años de prisión para el principal cabecilla de la organización terrorista, Abdelouahab Tahtah, y diez para el resto, se conformó con siete años para el líder del grupo, cinco años y seis meses para Iliace Ben Alí e Ismael Boufarcha González; cinco años para Younes Tourabi Chouhaib, Nassira Benayad y Mohamed El Amrani Jamai; y tres años y nueve meses para Yassir El Harrak.
Sin embargo, y pese a haber llegado a un acuerdo, Nassira Benayad, Yassir El Harrak y Younes Tourabi Chouhaidi tratan ahora de saltarse el acuerdo, que sí mantiene el resto de condenados. "Han roto un pacto de caballeros", explica uno de los letrados defensores, que no ha secundado la "traición" de los yihadistas a la Fiscalía, y que destaca que los reos se basan en un supuesto "error" para eludir la prisión.
Por el contrario, ni el Ministerio Público ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) admiten que el tribunal haya podido cometer algún error en el juicio o en la sentencia. En concreto, la AVT pone de manifiesto que uno de los recurrentes, en concreto Yassir El Harrak "reprocha a la Sala de instancia que se haya condenado al mismo por el mero reconocimiento de los hechos".
Para demostrar la irracionalidad de la argucia del islamista, la AVT recuerda que a partir de la páginas 66 de la sentencia "se desgrana la prueba que acredita la participación en los hechos de cada uno de los acusados. Concretamente respecto de Yassir El Harrak se destaca que reconoció la totalidad de los hechos por los que fue acusado, lo cual constituye un elemento probatorio básico que, unido a la testifical de los funcionarios encargados de la investigación, y al análisis de los efectos incautados, lleva a la convicción de la Sala de instancia de los hechos declarados probados".
En cuanto al recurso de Nassira Benayad, la AVT recuerda que esta condenada reprocha a las acusaciones que el escrito de acusación fue tan escueto que le impidieron conocer el alcance de la misma: "Entendemos que la acusación era clara respecto del hecho y el delito, como lo es también la sentencia. En ningún momento las acusaciones introdujimos elementos nuevos o distintos de los recogidos en las conclusiones primero provisionales y luego definitivas, de tal forma que la recurrente no tuviera posibilidad de defenderse", confirma la AVT.
La operación policial en la que fueron detenidos se desarrolló en marzo de 2015 en las provincias de Barcelona, Girona, Ciudad Real y Ávila. Y el sumario muestra que la amplia actividad delictiva de los yihadistas se realizó a través de diferentes redes sociales (Facebook, Twitter, Google+, Youtube, Tuenti. .. ), "habiendo llegado a abrir cuarenta y dos perfiles", en los que impulsaron "gran cantidad de debates y manifestaciones públicas en apoyo del DAESH", entre los que destacan, según el fiscal, la "incitación a la expansión del islamismo por Occidente, en los que se vierten amenazas contra EE.UU. y la Unión Europea, realizando una mención expresa a España".
En las páginas de internet de la célula yihadista aparecían, de forma frecuente, actos violentos: "En conversaciones telefónicas también teorizan sobre la decapitación considerándola la muerte donde hay menos dolor, justificándola mediante los escritos religiosos y discursos de los sabios", explica en el escrito de conclusiones el fiscal José Perals Calleja, que también destaca que entre "el numeroso material audiovisual que el grupo comparte y comenta, se observa el vídeo titulado 'La decapitación y el juramento', el cual reproduce las palabras que Abu Bakr Al Bagdadi dijo a los muyahidines que le juraron fidelidad".
Precisamente este viernes las autoridades de Rusia anunciaron que Al Bagdadi podría haber muerto el pasado 28 de mayo en un ataque de la aviación rusa a las afueras de Al Raqa. Sin embargo, horas después, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que no disponía de una confirmación definitiva de líder del grupo terrorista.
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