Yolanda Díaz no acudirá este sábado al acto de arranque de precampaña de Podemos para las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de febrero, según confirma a Vozpópuli el entorno de la vicepresidenta segunda y lideresa in pectore de los morados. La también titular de Trabajo no ha decidido si participará o no en la campaña. Y, de momento, evitará la foto en Valladolid con la secretaria general morada, Ione Belarra, y el candidato, Pablo Fernández, en plena polémica por las declaraciones de Alberto Garzón.
La situación de la coalición es delicada. Las fuentes consultadas en el espacio morado reiteran que no corre peligro, pero el malestar en el espacio de Podemos es mayúsculo por la operación de caza desatada por el PSOE contra su ministro. La intensidad de la guerra es tal, que la propia Díaz confrontó directamente con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y pidió a los ministros cuidar sus palabras para que el pacto de Gobierno perdure.
El contexto de tensión entre los socios, además, es poco propicio para Díaz. La vicepresidenta segunda no termina de iniciar su proyecto de escucha para construir la plataforma con la que tiene intención de concurrir en las próximas elecciones generales. Y eso que lleva tiempo recibiendo la presión de Podemos para que la concrete ya. Díaz ha dejado claro a la cúpula morada que no cuenten con ella para articular proyectos autonómicos que vayan a pasar el test de las urnas este 2022.
La misma estrategia de Díaz
El propio secretario general morado en Castilla y León dijo antes de terminar el año que la candidatura conjunta de Podemos e Izquierda Unida es "el primer paso" auténtico del frente amplio liderado por Díaz. Y, por eso, los morados trabajan, no sin pesar, en hacerle el trabajo a su nuevo referente, Es decir, "en la construcción de una candidatura abierta".
Podemos, no obstante, no afronta el examen electoral del 13-F con fuerza. El partido asume el impacto que tendrá el lío de Garzón, ya que Castilla y León es una comunidad donde la ganadería tiene mucho peso. Pero los morados no tiran la toalla y están intentando darle la vuelta a la polémica con una campaña de propaganda que recuerde los efectos perniciosos del sistema de producción en macrogranjas para el medioambiente y para la calidad de la carne.
Fuentes moradas consultadas por este diario entienden que "el marco que se ha creado de que Podemos va en contra de los ganaderos no es un buen cartel electoral". Así, los de Ione Belarra asumen que se intentará hacer campaña con el marco de que atentan contra los ganaderos, aunque fían todas sus opciones a darle la vuelta. El problema es que el altavoz morado es poco potente.
La tensión entre Díaz y Podemos
El resquemor de Podemos con Yolanda Díaz tiene varios motivos. Uno de ellos es el incierto encaje de la cúpula del partido (Ione Belarra e Irene Montero) en el proyecto político de Díaz, el cual no termina de arrancar pese a haber dicho que lo haría después de Navidad. La vicepresidenta sigue enviando mensajes contradictorios respecto a los de Podemos.
Mientras que la titular de Trabajo ni tan siquiera habla de candidatura o proyecto político, los morados se han erigido en la avanzadilla del devenir electoral de Díaz. La vicepresidente insiste en que en sus planes no está ni construir ni hacer vida de partido. Y claro, Podemos recuerda que sin una organización política fuerte detrás no hay nada que hacer. Todo un aviso.
Y eso conduce a otro punto de fricción. Los morados no quieren que Díaz entierre la herramienta política que creó Pablo Iglesias en el laboratorio de la Universidad Complutense de Madrid. Pero los altos cargos de Podemos saben que no tienen más remedio que apoyar a la titular de Trabajo en la construcción de su plataforma porque es la única manera de garantizar su supervivencia.
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