Podemos e Izquierda Unida (IU) en Valencia han puesto el grito en el cielo después de que la líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, respaldara al diputado de Compromís Joan Baldoví, candidato a la presidencia de la Comunidad Valenciana. Según ha sabido Vozpópuli, Díaz, que tiene una "muy buena" relación con el representante valenciano, ha irritado sobremanera a sus aliados. Y todo porque Compromís competirá con Podemos e IU el próximo mes de mayo en las elecciones municipales y autonómicas.

"Así no se suma", lamentan fuentes moradas. El lío ha sido tal que el equipo de Yolanda Díaz ha tenido que llamar al vicepresidente valenciano de Podemos, Héctor Illueca, y a IU en Valencia para dar explicaciones. Lo cierto es que la situación política de la izquierda en la Comunidad Valenciana es un caos. Y es que Compromís, una fuerza netamente regionalista, pasó de 'Sumar' y de integrarse en el modelo que Yolanda Díaz está importando para su propio proyecto.

Eso sí, tanto Podemos como Izquierda Unida dan por terminada la etapa de Unides Podem, la coalición que les ha permitido integrarse en el Ejecutivo autonómico junto a Compromís y al PSOE. Los dos partidos buscaban un proyecto más amplio. Y, por eso, llamaron a la puerta de Compromís pese a que les dobla en peso. Pero los de Baldoví han hecho oídos sordos.

La marca UP, solo donde tenga tirón

Más allá del lío con Baldoví, cabe recordar que Podemos e IU firmaron hace poco su particular 'divorcio'. Y es que ambas fuerzas decidieron mantener la marca Unidas Podemos, que nació tras el 'Pacto de los Botellines' sellado por Pablo Iglesias y Alberto Garzón en 2016, solo en aquellos lugares donde tenga tirón. Lo cierto es que, según fuentes de los dos partidos, las relaciones están "muy deterioradas". Y lo que se busca es la mejor fórmula para evitar otro desastre como el de Andalucía, donde se crearon unas siglas nuevas que lastraron más que otra cosa.

Lo cierto es que nadie sabe cómo acudirá el espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE en los próximos comicios. Todo está en el aire. Todo depende de si hay o no acuerdos de integración entre Podemos e IU en cada ayuntamiento de España y en cada autonomía de las que renuevan parlamento en menos de un año. Pero no solo de eso, también de si las listas se abren a otros partidos o no, como podría ocurrir en Cataluña, en el País Vasco o en Galicia.

La constelación de la izquierda está llena de planetas que aún no saben alrededor de qué estrella girar. Porque la esperanza, Yolanda Díaz, ya advirtió de que no llegaba a tiempo para el test de mayo. Sin ella y sin Sumar, el proyecto de escucha de la vicepresidenta segunda, como opciones, le toca a los partidos que sostienen Unidas Podemos buscarse las habichuelas para evitar daños.

Compromís y Oltra, ese dilema

Un sector de Compromís siempre vio con recelo los pasos de la expresidenta valenciana Mónica Oltra para converger con la vicepresidenta segunda. Més Compromís —el antiguo Bloc Nacionalista Valencià— no ve con buenos ojos diluirse con Díaz por las implicaciones de compartir cartel con los morados, un partido que les genera desconfianza y con el que no se entienden del todo por cuestiones ideológicas. Y es que este partido ha concurrido en el pasado con otras formaciones nacionalistas de derecha como el PNV o la antigua Convergencia i Unió.

La imputación de Mónica Oltra este pasado verano ha sido, además, todo un obús directo al equipo electoral de Yolanda Díaz. La titular de Trabajo arropó a la líder valenciana antes de su cita con el juez. Y la dama roja intenta hilar fino, porque cuando vinculó a Oltra con su proyecto provocó un terremoto en las tranquilas aguas mediterráneas de Compromís. El gran problema sigue siendo Iniciativa del Poble Valenciá, es decir el partido de Oltra, partidario en su momento de la coaligación con los morados, con quienes Compromís fue de la mano en 2015 y en 2016. El lío valenciano puede lastrar a una líder sin red.

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