Yolanda Díaz no está pasando un buen momento. A la vicepresidenta segunda se le ha abierto un frente con el que no contaba y este lunes tuvo que entrar en la guerra que le ha declarado Pedro Sánchez de cara al 23-J. El adelanto electoral decretado por el presidente del Gobierno ha reventado la estrategia de Sumar. Sin apenas tiempo para llegar a un acuerdo con Podemos que garantice la unidad de la izquierda, la también ministra de Trabajo se esfuerza para evitar que el PSOE se trague sus votos tras las apelaciones al voto útil de Sánchez, quien redujo la contienda de las generales a una disputa entre él y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Según ha sabido este diario, el malestar recorre los pasillos del cuartel electoral de Sumar. Las fuentes consultadas reconocen que se está armando a toda prisa un comité de campaña que cuenta ya con el exestratega jefe del 'errejonismo' Pablo Bustinduy y que en los próximos días seguirá incorporando rostros destacados de la izquierda para intentar no ser absorbidos por los socialistas, que dan por amortizado el experimento de Sumar. En Moncloa dan por rota la colaboración. El objetivo es crecer lo máximo posible a costa de la izquierda del PSOE. Por eso el presidente ha lanzado en los últimos días mensajes que podría firmar Pablo Iglesias: "Gente, poderosos, banqueros, derecha mediática".
Sánchez intenta minimizar el desgaste electoral del PSOE de dos formas diferentes. Con el adelanto, el presidente del Gobierno intenta evitar que la derecha tenga tiempo suficiente para planificar su asalto electoral a Palacio de La Moncloa. Pero también quiere lograr un trasvase de votos desde el espacio electoral de Unidas Podemos hacia el PSOE con el único fin de que Ferraz no se convierta en un polvorín en caso de una derrota. Y el propio Iglesias no descarta que, efectivamente, los socialistas engullan a Yolanda Díaz con discurso más duro. El presidente quiere dejar el partido en condiciones de superar una previsible travesía en el desierto.
La última carta
En verdad, Sánchez está jugando su última carta. Pero sabe que es improbable que pueda ganar a la alianza de PP y Vox. Mientras, intenta sacar partido de sus puntos fuertes. El núcleo duro del presidente está convencido de que Sánchez tiene ventaja en el duelo directo con Feijóo. Las experiencias en los duelos del Senado han convencido a Moncloa de que pueden achicharrar al líder del PP gracias a sus errores.
El líder socialista cuenta con toda la maquinaria de comunicación del Gobierno y está dispuesto a recurrir a ella para revertir la tendencia que marcan todas las encuestas y que sitúan al PP como el ganador el 23-J. Moncloa vuelve a lanzar el mensaje de que solo hay dos opciones: o Sánchez o Feijóo. Esa apelación discursiva al bipartidismo es la que enfureció a Yolanda Díaz, que aseguró en Twitter que el presidente "está fuera de la realidad": "Quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijóo está fuera de la realidad de nuestro país. El bipartidismo es el pasado".
Somos el voto útil
Como ya contó este diario, el radar del equipo del presidente del Gobierno detectó en su día la popularidad de la líder de Sumar y se decidió a usarlo para que Sánchez pudiera continuar cuatro años al frente del país. Pero el 28-M lo ha cambiado todo. El PSOE ha reventado el recién creado partido de Yolanda Díaz y está decidido a impedir su auge para seguir siendo la fuerza hegemónica de la izquierda: "Somos el voto útil para frenar a la derecha", zanjan fuentes socialistas.
No es que el PSOE no quiera que Yolanda Díaz, a la que siempre vio con un serio problema de liderazgo, logre la unidad a su izquierda. Es que Sánchez ya no está dispuesto a seguir aupando a la vicepresidenta. Atrás quedaron los días en los que el presidente ponía alfombras rojas a su ministra 'favorita' para que despuntara sobre Podemos. Pero los malos resultados del PSOE y de los partidos que están dispuestos a Sumar han roto la colaboración.
Según fuentes socialistas con despacho en la planta noble de Ferraz, España debe preguntarse si quiere un gobierno de ultraderecha o comandado por los socialistas. "De eso van estas elecciones. Hay dos presidentes posibles. Deben confrontar", apuntan. De manera que no habrá contemplaciones. Es el PSOE o el abismo por mucho que ese mensaje deje a Yolanda Díaz fuera. La campaña será dura e impedirá a Yolanda Díaz desplegar ese mensaje ilusionante con el que intenta seducir el estómago de los progresistas del país.
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