La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aterrizó este martes en Washington casi un mes después de que lo hiciera la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero. Ambas políticas han decidido cruzar el charco para impulsar sus carteras al calor de la nueva entente sellada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el presidente estadounidense, Joe Biden, en Moncloa en los prolegómenos de la última cumbre de la OTAN en Madrid.
Pero con una salvedad, la agenda de la 'dama roja' es del más alto nivel y goza de un marcado perfil político. Y es que no solo será recibida por el secretario de Estado de Trabajo, equivalente a ministro dentro del Gobierno de EEUU, sino que este mismo miércoles se fotografió junto al senador demócrata Bernie Sanders, uno de los grandes referentes del progresismo en Estados Unidos y rival de Biden en las primarias demócratas por la presidencia.
Montero, sin embargo, se reunió con la responsable del Consejo de Políticas de Género de la Casa Blanca, Jennifer Klein, un organismo de creación reciente dentro de la oficina del presidente. Aunque es cierto que no existe un rango ministerial para la Igualdad en Estados Unidos, la número dos de Podemos no mantuvo encuentros con perfiles políticos tan relevantes.
Pero la enjundia del viaje de Yolanda Díaz va más allá. La ministra de Trabajo ha cerrado una entrevista en la cadena de televisión CNN, donde también ha intervenido el presidente Sánchez. Es más, Díaz obtendrá una imagen 'similar' a la del jefe del Ejecutivo con Biden, porque firmará un memorando de entendimiento bilateral con el secretario de Estado de Trabajo, Martin Walsh, en Washington. Ambos, además, ofrecerán una rueda de prensa conjunta. No obstante, cabe recordar que Yolanda Díaz tiene un rango mayor que Montero dentro del Gobierno, puesto que una es vicepresidenta y otra solo ministra.
Díaz, que está centrada en levantar su proyecto político, Sumar, busca en Estados Unidos establecer alianzas con referentes de la izquierda. Lo cierto es que en el equipo de la vicepresidenta segunda se mira con mucha atención los experimentos de unidad que quiere replicar en España, como la alianza de la Francia Insumisa de Jean Luc Melenchon, que logró ser segunda fuerza en las elecciones legislativas integró a los socialistas franceses. Pero no solo. También tiene el foco puesto en la llegada al poder del colombiano Gustavo Petro y del chileno Gabriel Boric.
El reencuentro con Podemos
Pese la guerra fría que Yolanda Díaz vive con Podemos por el papel de los morados en su futuro proyecto, la 'dama roja' limó asperezas con el núcleo duro del partido el pasado lunes, donde participó en un curso de verano organizado por los de Ione Belarra en la Universidad Complutense llamado 'La guerra que lo cambió todo: soberanía energética, geopolítica y nuevos derechos'.
Díaz loó la esencia de los morados y de su 'mentor' Pablo Iglesias a quien reconoció su labor poniendo patas arriba el sistema político y resquebrajando el bipartidismo. En verdad, Díaz intenta una suerte de Podemos 2.0. No en su funcionamiento ni en sus formas, pero sí en su origen. La 'dama roja' intenta crear un 15-M casi imposible, intentando conectar con la sociedad a golpe de escucha y de asamblea.
Pero Yolanda Díaz tiene otro problema. No solo tiene imposible recrear el contexto de la Puerta del Sol de Madrid, sino que el PSOE, decidido a atarse a la izquierda, le ha achicado el espacio político tras el 'giro social' de Sánchez. El paquete anticrisis que el presidente del Gobierno anunció en el debate sobre el estado de la nación deja sin margen a la líder morada para diferenciarse políticamente de los socialistas.
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