Si hay algo que Pedro Sánchez tiene claro es que la política exterior es cosa suya. Lo demostró cuando cambió sin consenso del Congreso la posición española respecto al Sáhara Occidental. Y lo demostró también este lunes, cuando el aparato de Moncloa, según ha sabido este diario por fuentes gubernamentales, tumbó una rueda de prensa de la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz en Luxemburgo.
El objetivo era evitar que hablara públicamente como miembro del Ejecutivo del brutal ataque terrorista que sufrió este fin de semana Israel, perpetrado por Hamás desde la franja de Gaza, y que ha llevado a Tel Aviv a declarar el estado de guerra. El equipo de la también ministra en funciones de Trabajo arguye que se alargó el encuentro del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumo, que presidió la propia Díaz, y que, por eso, no pudo aparecer ante la prensa junto al comisario de Empleo, Nicholas Schmit, porque tenía "un almuerzo".
El veto de Moncloa a Díaz, líder de Sumar, se explica por su posición propalestina que choca con los intereses de Moncloa en estos momentos. Sánchez no quiere más líos diplomáticos por las divergencias en su gabinete. Aunque el PSOE también tiene una postura cercana a los intereses de Palestina, el presidente no quiere desmarcarse del consenso internacional y quiere evitar que España sea vista como una rara avis izquierdista en Occidente.
Sumar habla de "hipocresía"
Por eso, el presidente en funciones fue contundente y evitó ambivalencia alguna a la hora de condenar sin ambages el ataque terrorista contra Israel. El presidente evitó criticar a Tel Aviv, señalado por la izquierda española como responsable del conflicto árabe-israelí, enquistado durante décadas. Moncloa quería evitar que la vicepresidenta segunda se manifestara en ese sentido en rueda de prensa oficial de la Presidencia española de la UE y en el propio Luxemburgo. El sábado, día en que empezó la masacre, Díaz dio su poyo a los "hermanos de Palestina" y exigió a Israel que cumpla la "legalidad internacional" en un mitin en Cádiz.
Este lunes, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, mostró la postura de Sumar. Urtasun reprochó la "hipocresía" de aquellos que condenan los ataques de Hamás, pero no los de Israel, lo que consideró una "doble vara de medir". "Nadie dice nunca nada de la violación sistemática de derechos que ejerce Israel", lamentó. Para Sumar, en efecto, el principal responsable del conflicto es el Estado hebreo por ser "una fuerza ocupante". En la misma línea fue el ministro de Consumo en funciones y líder de Izquierda Unida -integrada en Sumar-, Alberto Garzón, quien pidió que se reconozca la ocupación israelí y que el proceso de paz incluya "el reconocimiento de los derechos de los palestinos".
Pese a todo, España ha sido el único gran país europeo, además de Irlanda, Bélgica y Luxemburgo, que ha protestado enérgicamente contra la decisión del comisario húngaro Olivér Varhely de suspender por parte de la UE la cooperación con Palestina. Aunque la propia Comisión reculara a última hora del lunes. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, mantuvo una conversación telefónica con el comisario para trasladarle su desacuerdo con esta decisión, que según el Ejecutivo no conocían los ministros de Exteriores y solicitó al alto representante, Josep Borrell, que esta medida sea incluida como punto en el orden del día en la Comisión de Asuntos Exteriores extraordinaria que se celebra este martes a las 16.00.
Los roces de Pedro Sánchez con Yolanda Díaz
No es la primera vez que Yolanda Díaz pone en peligro los intereses de Sánchez en política exterior. Ya tildó a Marruecos en abril de "dictadura" en una entrevista en La Sexta y abrió la caja de pandora en el Gobierno, porque el núcleo duro de Moncloa mantenía entonces conversaciones informales para cerrar una cita con el rey Mohamed VI. Pedro Sánchez buscaba una foto con el monarca alauí tras su último plantón en la cita bilateral de febrero pasado.
Aquel dardo de Yolanda Díaz no sentó nada bien ni en el lado socialista del Gobierno ni en Marruecos y menos que lo hiciera tres días antes de que Sánchez compareciera en el Congreso para informar sobre las relaciones con el país vecino. Ucrania también es un punto de contradicciones dentro de la amalgama de partidos que conforman Sumar Mientras que Yolanda Díaz considera que Ucrania tiene derecho a defenderse de Rusia, como manifestó en el programa El Objetivo de La Sexta (posición oficial del partido según fuentes de Sumar), sus aliados de Izquierda Unida creen que la guerra nace de una provocación de la OTAN y que el único camino posible es la rendición de los Kiev.
En Sumar no existe una posición uniforme sobre el conflicto bélico más grave de nuestros tiempos. Quien más defiende la ayuda militar es Compromís. Por entonces, el exdipuado Joan Baldoví fue muy claro en su día en el Congreso de los Diputados: "Es necesario un arma para defenderse, que hubiera ayudado también a la República en el año 36, y no una neutralidad estéril que la condenó a una derrota e instauró una dictadura de 40 años".
Los socios de Izquierda Unida y Podemos opinan, por el contrario, que no hay que ayudar militar ni económicamente a Ucrania, como han demostrado en diversas votaciones en el Parlamento Europeo. Un planteamiento que, de facto, supone la ocupación de Ucrania por parte de la Rusia de Putin. Su postura tras la asonada del asesinado Prigozhin fue, mayoritariamente, el silencio. Sánchez hace encaje de bolillos para que el patio de vecinos de su gobierno no reviente sus cartas en la esfera internacional.
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