Yolanda Díaz quiere Sumar desde la Iglesia. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha seducido este miércoles a los católicos en la madrileña parroquia de San Antón, donde ha presentado el libro del Papa Francisco (Os ruego en nombre de Dios, Mensajero) junto al padre Ángel. La 'dama roja', pese a no ser creyente, ha ensalzado el carácter social de la Iglesia, en el que se apoya para ensanchar su liderazgo y la base de respaldo a Sumar, su incipiente plataforma política. Y lo ha hecho sola, sin ninguna figura pública de relieve.
Mucha gente de la parroquia del padre Ángel se ha acercado a la presentación del libro, escrito por el periodista Hernán Reyes -corresponsal en el Vaticano del medio Religión Digital-, una persona muy cercana a Francisco que conoce tan bien al Pontífice, que ha dicho que el Papa "quiere sumar". Todo un guiño consentido al proyecto de la vicepresidenta segunda. Díaz, que ha acudido vestida de blanco, se ha topado en la entrada con un manifestante que ha increpado a la clase política y le ha exigido una mejore del salario mínimo.
Díaz construyó su relación con el Papa hace poco más de un año, cuando fue recibida en audiencia en el Vaticano. Toda una deferencia, ya que Francisco acostumbra a reunirse con jefes de Estado y de Gobierno y no con segundos o terceros espadas. El idilio entre ambos es recíproco. Los dos conciben la política de manera similar. Y, aunque la vicepresidenta no va a desvelar nada de su charla con él, sí ha reconocido ante el altar que le cambió la vida. "Fue una de las conversaciones más importantes que he tenido. Y me ha hecho pensar mucho sobre el bien común, sobre lo que nos une a los dos", ha espetado.
Una crítica compartida al capitalismo
Ni a Yolanda Díaz ni al Papa Francisco les entusiasma el capitalismo. Ambos anteponen el bien común. Esa es la coincidencia: el carácter social de la Iglesia. Y es que comunismo, adscripción ideológica de Díaz, y cristianismo comparten raíces comunitarias pese al laicismo beligerante del PCE. No por casualidad, el Papa reivindicó el papel "profético" de los sindicatos el año pasado, durante la inauguración de una cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Además, insistió en que la propiedad privada “es un derecho secundario”. Es lo que, según ha zanjado Reyes, es "la prioridad del ser sobre el tener". La simbiosis está en marcha. Díaz la ha sellado: "Si un trabajador hace una huelga es porque tiene esperanza".
La vicepresidenta ha recalcado siempre que ha podido que la fiscalidad es la gran bandera de la plataforma con la que pretende concurrir en las próximas elecciones generales. Sin ir más lejos, la 'dama roja' ya se conjuró a principios de año con el economista francés Thomas Piketty para jaquear el funcionamiento del capitalismo global. En plata: su objetivo es que los híper ricos y las grandes multinacionales participen de una fiscalidad justa.
"Hay muchas formas de hacer democracia. Y lo que tú haces, [padre Ángel], también es, de alguna forma, ensanchar la democracia. Te doy las gracias, porque me parece que se cambian las cosas desde muchos lugares diferentes y este es uno de ellos. Y me hace una especial ilusión, cuando me llamaron para esta presentación era un día que me encaramaba a una furgoneta para Sumar en Extremadura", ha explicado Díaz, quien ha remachado que "hay que Sumar desde el bien común, desde la Iglesia". Pero ha habido réplica en San Antón. El moderador no se ha podido morder la lengua: "Tú siempre sumas. Te damos las gracias por venir aquí a sumar. Y no estoy haciendo política". Amén.
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