España

Yolanda Díaz potencia su perfil presidencial viaje tras viaje

La vicepresidenta segunda del Gobierno y principal rostro de Sumar, una incipiente plataforma política, se ha erigido en una líder de la izquierda alternativa que complementa a Sánchez

Mientras la izquierda a la izquierda del PSOE está sumida en la incertidumbre por el devenir de Sumar, su rostro más destacado, Yolanda Díaz, potencia su perfil presidencial viaje tras viaje. La vicepresidenta segunda es uno de los activos de Moncloa que más se desplaza fuera de España. Este mismo fin de semana está de gira en Uruguay, donde aterrizó procedente de Bruselas tras asistir al Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO) de la Unión Europea.

Lo cierto es que Díaz se ha erigido en toda una líder de la izquierda alternativa que complementa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también volcado en la política exterior. La también ministra de Trabajo se vuelca en tejer alianzas con las principales figuras de la izquierda del planeta. Y Latinoamérica se ha convertido en el principal escenario del teatro, ya que por primera vez sus principales economías están dirigidas por políticos progresistas. De Brasil a Colombia, pasando por México y Chile.

Es más, Yolanda Díaz tenía previsto participar junto al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en un acto del Grupo Puebla, un foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana, para hablar de democracia y que iba a servir para apoyar a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, recientemente condenada a seis años de cárcel por corrupción.

Un acto con Kirchner

Aunque la números dos de la Casa Rosada contrajo el covid y anuló el acto. "Es ahora un personaje muy tóxico", resume a este diario una alta fuente diplomática. No obstante, el equipo de Díaz, consultado por este diario, sostiene que el acto "no era por Cristina" y que estaba cerrado hace un mes. "El viaje era para vernos con el presidente y la ministra de Trabajo", zanja.

Díaz sigue la estela de Sánchez, consciente de que los bis a bis con gobernantes extranjeros refuerzan su papel como líder. Cabe recordar que desde que la 'dama roja' anunció su intención de cocinar una plataforma con la que concurrir en las elecciones generales ha cuidado mucho con quien se ha dejado fotografiar. Lo hizo con el Papa hace poco más de un año para depurar su imagen de 'peligrosa comunista', sambenito que se colgó desde el PSOE cuando Díaz empezó a asomar la pata en el terreno electoral. Y ahora volverá a acercarse al pontífice, cuando presente su último libro junto al padre Ángel. Y ojo, que el Papa acepte acercarse a Díaz es un gesto político de gran envergadura, pues Francisco apenas se cita con políticos salvo jefes de Estado.

La vicepresidenta, según reconoce su equipo, busca entablar un diálogo sobre los retos de la humanidad, como la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia. Pero no solo. También el trabajo digno; la precariedad y la desigualdad; la crisis climática y las amenazas contra la democracia y los derechos humanos. Por eso, ella también se agarrará al semestre europeo en el que España presidirá el Consejo de la Unión Europea. Y es que ya ha advertido su intención de convocar un cónclave europeo de ministros de Trabajo para sacar pecho de su reforma laboral.

Política de gestos

Las fuentes consultadas no dudan en reconocer que Díaz necesita desplegar toda una política de gestos encaminada a trascender al votante tradicional de la izquierda. En plata: la vicepresidenta segunda sabe que desde "la izquierda a la izquierda del PSOE" ni se ganan elecciones ni se logran amplios respaldos que articulen nuevas mayorías. Y por mucho que Sumar pueda servir de 'muleta' de Sánchez, como publicó esta semana una encuesta de El País, en verdad Díaz está decidida a seducir al votante socialista.

Sánchez valora la unidad que propugna Díaz, ya que la considera clave en el actual contexto político. La conclusión del presidente es que ante la amenaza de que la derecha y la ultraderecha, en referencia a Vox, gobiernen, cualquier diferencia entre partidos y dirigentes es menor. Todo un dardo a su exvicepresidente Pablo Iglesias, que maneja los ataques de Podemos a la 'dama roja' tras a su salida de la política activa.

Díaz, mientras tanto, asume su papel en el futuro electoral de España: "Sumar es el secreto para una nueva coalición progresista. Lo creo así, sinceramente. Puede ser un auténtico revulsivo. Lo intuyo. Y creo que en Sumar lo que falta es demasiada gente. Tenemos que hacer mucho para ganar algo, que es ganar el país". El objetivo es crear una herramienta capaz de mantener La Moncloa. El tiempo dirá si funciona.

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