España

Yolanda Díaz eclipsa Vistalegre IV con una 'agenda propia' que levanta sospechas en Podemos

La vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz anuló el pasado miércoles su viaje a Zaragoza previsto oficialmente para asistir a una gala periodística. El martes, se había reunido con

La vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz anuló el pasado miércoles su viaje a Zaragoza previsto oficialmente para asistir a una gala periodística. El martes, se había reunido con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la semana anterior había aprovechado un viaje a Valencia para verse con Joan Ribó, alcalde de la ciudad. Todos esos movimientos han generado cierta tensión en Unidas Podemos, puesto que consideran que Díaz puede eclipsar el nuevo congreso de Vistalegre IV en el que no se presenta Pablo Iglesias por primera vez y donde se debe definir su sucesión.

“Los tiempos en política nunca son casuales”. Esta es la reflexión que circula en el partido morado tras ver los encuentros organizados por Yolanda Díaz en el medio de la campaña de Vistalegre IV y cuando se producen informaciones e interrogativos sobre las futuras alianzas de Podemos y Más País. La semana pasada, por ejemplo, Díaz mantuvo reuniones con Ribó, el alcalde de Valencia y miembro de Compromís, que está tanteando a sectores purgados de Podemos en la región. Todo coincidió con el viaje de Irene Montero y su encuentro con Mónica Oltra.

La reunión de Díaz ya despertó recelos. Pero el pasado martes llegó la imagen de otra cita, esta vez con Ada Colau, en el Ministerio de Trabajo y con fotos oficiales. "Se está buscando aliados fuertes", zanja un exalto cargo del partido morado. "Este ya es otro nivel", agregan otros en Podemos, donde señalan que, tras la decisión de Díaz de rodearse de afines de Colau, como adelantó Vozpópuli, la sensación es que puede construir una entente con la alcaldesa de Barcelona y que eso amenace con debilitar a la nueva lideresa de Podemos.

"Red de contactos"

La agenda de Yolanda Díaz sufrió un parón el pasado miércoles. La ministra anunció por la mañana que por razones de salud tenía que anular todos los encuentros y reuniones previstas. Tenía que acudir al Congreso de los Diputados y por la tarde viajar a Zaragoza para asistir a una gala de El Periódico de Aragón. Aragón no es un territorio estratégico en la lucha de poder, aunque lo que más sorprendió en el partido fue la reacción casi inmediata --tardó cuatro minutos-- de Belarra, secretaria general in pectore de Podemos. La ministra de Agenda 2030 envió un mensaje de apoyo a Díaz y el apunte de que “no hay nada más importante que la salud”. El comentario llamó la atención en algunos círculos del partido.

El concepto de “agenda propia” de Yolanda Díaz empieza, de hecho, a cuajar en Podemos. Los miembros del partido se refieren a la “red de contactos” que la vicepresidenta está tejiendo fuera de la lógica estricta de Podemos. Y que, aseguran, tiene un efecto negativo en la proyección mediática y pública de la celebración del próximo congreso: el mensaje es que “lo que ocurre en Podemos ya no es relevante”, y que lo “importante” son los movimientos de Díaz, sostienen las fuentes consultadas. Algunos sugieren incluso que Díaz ha recibido un "toque" por parte de la cúpula morada.

Un congreso 'desaparecido'

El problema para Podemos es que el nuevo congreso no está despertando la atención esperada. Tras la salida de Iglesias, Podemos no logra estar en la agenda como antes y todo se centra en la actividad de Yolanda Díaz. La vicepresidenta, por otro lado, advirtió a los miembros del Gobierno de su intención de bajar la intensidad de las polémicas: el mensaje se interpretó como un aviso a Pablo Echenique y Juanma Del Olmo, quien hasta ahora ha definido la estrategia política en las redes, y que forma parte del sanedrín de fieles de Irene Montero.

Irene Montero y los suyos necesitan que Vistalegre IV tenga visibilidad. Y que se perciba su plan de refundación a través de un núcleo de dirigentes más jóvenes y en mayoría mujeres. La sensación en el espacio político de Podemos, sin embargo, es que el proyecto “está acabado”. Y que la gran incógnita atañe a si Yolanda Díaz quiere “poner la cara a eso”. Es decir, si quiere seguir en la ecuación morada o aprovechar su cargo para dar un paso adelante y crear "algo nuevo". En Podemos están expectantes ante los movimientos de la política gallega, y en Comisiones Obreras también.

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