La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no quiere líderes de la izquierda en el próximo 8 de julio, en el arranque de su proceso de escucha. Según ha sabido Vozpópuli, la lideresa morada en Moncloa ha llamado personalmente a los principales dirigentes del espacio -Ione Belarra, Alberto Garzón, Ada Colau y Mónica García- y les ha transmitido que prefiere tenerlos lejos en el estreno de 'Sumar'. Eso sí, les ha pedido que la militancia y todos los concejales y el cargos medios hagan piña con ella en Matadero, escenario de la puesta en largo de sus planes.
Yolanda Díaz quiere alejarse al máximo de todo lo que huela a siglas de partido, especialmente tras el fiasco del primer frente amplio andaluz, que se saldó con una pelea entre Izquierda Unida, Más País y Podemos por las posiciones en las listas y por el candidato. Todo ello dejó formalmente a Podemos fuera del registro por un 'error' del que Podemos no se fía, ya que ve la mano de Izquierda Unida y de Más País para intentar dejarles fuera. Aquel 'lío' puso en alerta a la 'dama roja', que se convenció de la necesidad de no presentarse en sociedad con marcas desgastadas.
En verdad, parte de la obsesión de Yolanda Díaz por juntar a la militancia de los partidos se debe al 'respeto' que da al equipo de la titular de Trabajo un posible pinchazo. Sobre todo por la fecha elegida, con medio Madrid ya en de vacaciones. Es más, por el espacio que pretende aglutinar Yolanda Díaz corren comentarios en la misma línea. "Yolanda no quiere partidos pero necesita sus militantes. Parece que le da miedo no llenar el 8 de julio", sintetizan las fuentes consultadas.
Un mal arranque
Yolanda Díaz debe esforzarse si quiere revitalizar a la izquierda. Cabe recordar que no pudo empezar peor su "proceso de escucha". Por Andalucía, ese primer frente amplio que se sometió al test de las urnas, consiguió 5 escaños en las elecciones autonómicas del 19 de junio que catapultaron al PP hasta su primera mayoría absoluta, 8 asientos por debajo de las expectativas que vendió la candidata, Inmaculada Nieto, en Madrid. Y todo pese a la implicación directa de la vicepresidenta segunda. La amalgama de seis partidos a la izquierda del PSOE logró el 7,68% de las papeletas.
Díaz dijo cuando nació Por Andalucía que lo que había ocurrido al Sur de Despeñaperros no tenía nada que ver con sus planes. Pero ella misma se implicó de forma directa en la campaña y su imagen quedó tocada. La vicepresidenta segunda sabe que Andalucía es fundamental para mantener La Moncloa. Y la aplastante victoria del PP de Juanma Moreno pone las cosas muy difíciles tanto a ella como al PSOE.
Pese a que la 'dama roja' ha pedido a los grandes líderes de la izquierda que no acudan, varios diputados de Podemos y Más Madrid en la Asamblea regional confirman a este diario su asistencia en Matadero. El estreno de 'Sumar', una marca que también nació con polémica por una supuesta filtración del 'errejonismo' genera expectación en la izquierda española.
Los quebraderos del espacio
Lo cierto es que Yolanda Díaz iniciará su andadura con varios frentes ideológicos de calado por resolver. El más importante es el aumento del gasto en Defesa que ha dejado la resaca de la Cumbre de la OTAN, de la que los morados, empezando por ella misma, han estado ausentes. El espacio que lidera la 'dama roja' deberá "reflexionar", como le pide el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acerca de la implicación de España con la OTAN.
Algunas fuentes del espacio morado no descartan una posible fractura, como ocurrió con el envío de armas, de la propia Yolanda Díaz y la rama catalana respecto de las tesis más beligerantes de Podemos e Izquierda Unida. Precisamente los morados elevaron este jueves el tono en contra de ingresar más dinero en las arcas militares. Sea para mantener la infraestructura de la OTAN o para más armas.
Yolanda Díaz quiere dar mucha más preponderancia a la sociedad civil. Ella busca reunirse con expertos, con las personas que saben qué necesita el país en educación, ciencia, sanidad, cultura, innovación... y será de ellos de donde beba para proponer. Pero la lideresa morada en Moncloa no carbura. Pese a todo, ya tiene una herramienta jurídica para alquilar espacios y organizar recursos al margen de los partidos. Es más, es probable que 'Sumar' se acabe imponiendo y termines siendo las siglas de una futura papeleta electoral. Pero eso el tiempo lo dirá.
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