Si Pedro Sánchez cae en las próximas elecciones generales, no sonará ninguna alarma en el cuartel general de Sumar. El prepartido de Yolanda Díaz tiene un gran objetivo: revalidar la coalición con los socialistas. Pero una victoria del PP y el posterior desembarco de Alberto Núñez Feijóo en Moncloa -si logra una mayoría suficiente en el Congreso- no sería visto como un inconveniente. Más bien al contrario. Según ha sabido este diario por fuentes próximas a a la vicepresidenta segunda, Sumar se plantea ocupar el espacio del PSOE. La también ministra de Trabajo es ambiciosa, según relatan fuentes que la tratan a diario. Y sabe que ser la primera presidenta del Gobierno requiere tiempo. Pero en Sumar ya avisan al PSOE: "En el futuro se preocuparán por frenar a Yolanda Díaz", zanja a Vozpópuli un fiel colaborador de la 'dama roja'.
La previsión del núcleo duro de Sumar es que si los socialistas no pueden reeditar el Ejecutivo, Ferraz se convertirá un polvorín. El PSOE adolece un liderazgo alternativo al presidente Sánchez. No hay una sola figura capaz de asomarse para plantear un hipotético relevo en los mandos del gran partido socialdemócrata español. En parte, porque el líder socialista ha contribuido a reunificar las diferentes familias del partido tras la guerra civil que estalló durante el comité federal del 1 de octubre de 2016 y que dividió al PSOE en 'sanchistas', alineados con las formas de la nueva izquierda que impuso Podemos tras su irrupción, y el viejo aparato, garante del Estado al que contribuyeron a dar forma durante la transición. En plata: los guardianes del régimen del 78 que tanto aborrecen los morados y los aliados independentistas del Gobierno en la Cámara Baja.
En Sumar piensan que el PSOE se abrirá en canal sin Sánchez. Y ellos ya están a la espera de aprovechar esa ventana. Creen que Yolanda Díaz tiene carrera suficiente por delante como para convertirse en el gran referente del progresismo de la próxima década. Por delante del PSOE y de cualquier otra alternativa de izquierdas. Ese es el motivo por el que no está especialmente preocupada por la integración de los morados en las listas de las próximas elecciones generales. Es ella o nada, piensan los suyos. Y es, también, el motivo por el que ha decidido hacer campaña de cara al 28-M con todos los rostros (y partidos) que, piensa, representan una corriente que le ayudará a desembocar en Moncloa como presidenta y convertirse en la gran líder de la izquierda española.
En Sumar piensan que el PSOE se abrirá en canal sin Sánchez
Toda esa previsión de sucesos es, en parte, lo que lleva a Yolanda Díaz a mantener una calculada equidistancia sobre grandes asuntos divisivos, especialmente entre los votantes de izquierda. Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, Díaz se reconoce como una republicana de pro, pero no habla en términos claros sobre la posibilidad de impulsar un referéndum acerca de la forma de Estado como sí hace Podemos. Y eso, como contó este diario, irrita sobre manera a los morados, que llevan años, desde su nacimiento como 'correctivo' al sistema, hablando a los españoles de la necesidad de pronunciarse sobre cómo elegir al jefe del Estado.
Mientras, en el PSOE comienzan a surgir voces que advierten del peligro que supone impulsar a Yolanda Díaz. En Ferraz saben que la necesitan fuerte para revalidar el Gobierno. Pero las cabezas pensantes, tanto del partido como de Moncloa, que son las mismas, se mueven en una calculada equidistancia para evitar que el incipiente protagonismo de la vicepresidenta segunda eclipse a Sánchez. La política son gestos. Y, en plena campaña de los comicios municipales y autonómicos del 28-M, se intensifican. Esa necesidad de 'amansar' a la bestia es, en parte, la que explica que Moncloa no vendiera bien el retoque de la legislación laboral que el equipo de Yolanda Díaz fraguó como anexo del paquete de medidas contra la sequía que decretó el Gobierno la semana pasada y que impedirá a todos los sectores profesionales (salvo a los autónomos) mantener la actividad con temperaturas extremas.
Es más, en el equipo de Díaz sentó mal la forma en la que se vendió el paquete de Trabajo. Y lo achacan a la campaña. El PSOE ha conseguido monopolizar las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, que se consideran el gran escaparate político del Ejecutivo para vender su acción de gobierno. Apenas se cuenta con que Podemos, representado por sus ministras Ione Belarra e Irene Montero, aparezcan en esas ruedas de prensa. La pelea por las medallas es despiadada. Y los anuncios decretados por el aparato monclovita sobre vivienda (alrededor de 113.000 viviendas) son un ejemplo. Porque la vivienda es una de las grandes banderas moradas.
El PSOE: "Queremos que a nuestra izquierda haya unidad"
Por el momento, tanto en público como en privado, destacados dirigentes socialistas apuestan por Sánchez y su continuidad. Fuentes oficiales del PSOE zanjan: "Nosotros queremos que a nuestra izquierda haya unidad y les vaya bien. En un escenario político que está basado en una dinámica de bloques, es absolutamente necesario. La derecha lo tiene con el PP y la ultraderecha. Y para las generales, la izquierda tiene que presentarse con dos opciones fuertes y que Sumar le reste diputados a Vox en las franjas medias de la tabla".
Lo cierto es que el PSOE quiere pactar con Yolanda Díaz dónde se presentará Sumar para optimizar el rendimiento electoral de la coalición. Como ya contó este diario, en Ferraz consideran "lógico" que ese sea el 'modus operandi' de la vicepresidenta segunda. El plan ideal del comité electoral del PSOE es que la 'dama roja' no se presente en las provincias pequeñas, es decir, en las que el reparto de escaños sea igual o inferior a cinco. De esa manera, el partido liderado por Pedro Sánchez podría pescar los votos de Díaz para frenar el auge de Vox precisamente en esos lugares donde los de Santiago Abascal son más fuertes y podrían obtener algún representante.
La vicepresidenta segunda, sin embargo, no contempla esa posibilidad pese a tener sentido según algunos expertos consultados por este diario: "Nunca lo hemos planteado y no lo consideramos una opción", zanja su núcleo duro. Pero en el cuartel electoral de Díaz, sito en el Ministerio de Trabajo, también saben que carecen de fuerza orgánica, ya que Sumar es, en estos momentos, un ente colonizado por los 'comunes', los herederos de Iniciativa Per Catalunya y el antiguo PSUC. Por eso, los socialistas creen que sería inteligente por su parte acordar la arena en la que se compite. Pero la política es adelantarse al futuro. Tanto, que en Sumar ya piensan en una etapa sin Sánchez.
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