España

Yolanda Díaz pincha con el batacazo de los partidos de Sumar y reaviva la guerra con Podemos

La líder de Sumar, tras una campaña criticada por los morados por apoyar a partidos que competían con ellos, recibe una seria advertencia: la izquierda del PSOE no carbura

Yolanda Díaz tiene un problema serio. Los partidos con los que quiere Sumar en las próximas elecciones generales sufrieron este domingo un correctivo en las urnas. Ni Unidas Podemos ni Más Madrid ni Compromís consiguieron ampliar su base electoral. Es más, en la ciudad de Madrid, por ejemplo, Rita Maestre perdió apoyos -de primera fuerza a segunda-. Y, en la Comunidad, los morados desparecieron de la Asamblea madrileña. En la Comunidad Valenciana, Compromís perdió escaños y Unidas Podemos no logró entrar en las Cortes, lo que reventó el pacto del Botánico y sacó a la izquierda del poder. Lo mismo sucedió en la capital. El todavía alcalde, Joan Ribó, perdió un escaño que, facilitó el asedio del PP. Pero el mayor fiasco es Barcelona. Ada Colau perdió la alcaldía catalana, su gran feudo, tras dos legislaturas.

El varapalo es contundente. Tanto Yolanda Díaz como Podemos, enfrentados por la integración de los morados en el proyecto de la ministra de Trabajo, reavivarán su guerra. Podemos, no obstante, lamentó la 'nacionalización' de la campaña: "Esta ha sido una campaña en la que se ha hablado en Madrid más de ETA que de los precios de la vivienda... esto debería hacernos reflexionar", espetó la portavoz morada y candidata en la Comunidad, Alejandra Jacinto. Lo cierto es que en la sede morada se espera que el resultado arrastre a Yolanda Díaz a cerrar un acuerdo. Y afilan los cuchillos, porque ya se mira a la vicepresidenta segunda como culpable del pinchazo.

Los de Ione Belarra acudieron a los comicios con un récord de candidaturas de unidad con Izquierda Unida que no han servido para aumentar el número de apoyos. Es más, también desaparecieron del Ayuntamiento de Zaragoza, donde llegaron a gobernar. Y en Murcia se convirtieron en extraparlamentarios. "La derecha y la extrema derecha tienen hoy aún más poder. Hemos puesto todo nuestro entusiasmo y nuestra valentía pero nuestros resultados son malos. Ahora toca ponerse a trabajar porque aunque a veces retrocedamos, esta fuerza política va a estar siempre al servicio de la gente", valoró en Twitter la secretaria general de Podemos, Ione Belarra.

Los morados aspiraban a entrar en gobiernos como los de AsturiasCantabria Extremadura, donde la formación morada conseguía aguantar en las encuestas. En la primera se hacen finalmente con tres escaños, pero en la segunda no logran representación y, en la tercera, se mantienen como en las anteriores elecciones aunque el PP ha arrebatado el Ejecutivo regional al socialista Guillermo Fernández Vara. Sus dos diputados en La Rioja tampoco serán determinantes.

El balance final a nivel autonómico supone una verdadera escabechina que deja a Podemos con poco más de diez diputados regionales en las Comunidades donde se celebraban comicios. Cádiz, en manos de José María González (Kichi) durante los últimos ocho años, también pasa a manos del PP. Si algo ha dejado claro esta campaña, según fuentes del partido de Ione Belarra, es que la vicepresidenta segunda ha tenido que hacer "difíciles equilibrios" por la negativa de fuerzas como Más Madrid o Compromís candidaturas conjuntas con Unidas Podemos. Y eso, piensan en Francisco Villaespesa, le ha quitado "frescura y coherencia".

Los morados siguen pretendiendo un acuerdo para concurrir juntos bajo unas condiciones precisas: primarias abiertas a todo el censo para que sea el cuerpo social quien decida el lugar de cada uno en las listas que se presentarán en las generales de diciembre. Podemos no quiere acuerdos de despacho que les destierren o les denigren, conscientes de que tras la salida de Pablo Iglesias, el resto de grupos que forman Unidas Podemos -Izquierda Unida, En Comú Podem- y partidos como Más País, tienen ganas de 'vendetta'.

Podemos quiere que Yolanda Díaz se comprometa expresamente con ellos, y por escrito, a que celebrará unas primarias abiertas para dirimir tanto su candidatura como la composición de las listas electorales con las que concurrirá Sumar por toda España. Pero la ministra de Trabajo no está dispuesta a cerrar de manera bilateral con los morados ningún acuerdo sin el concurso de todos los partidos que se diluirán en las siglas de su prepartido.

El órdago de Podemos solo busca una posición más relevante que la del resto de fuerzas. En plata: que todos los suyos, desde Irene Montero e Ione Belarra, hasta Lilith Verstrynge o Ángela Rodríguez, tengan un puesto de salida. Aunque el resultado de las elecciones del 28-M se lo pone difícil. Mientras, Sumar no solo está pendiente Podemos. Y es que el prepartido de Yolanda Díaz, como ya contó este diario, se plantea ocupar el espacio del PSOE. 

Las cuentas

En el fondo, lo que quiere Podemos es que no se repita el lío andaluz de hace casi un año. El primer experimento de frente amplio terminó como el rosario de la aurora, con los morados fuera oficialmente de la coalición por un "error" forzado por Más País e Izquierda Unida, que se quieren aprovechar de la debilidad de Podemos. Y lo que no quiere Yolanda Díaz es que los egos partidistas arruinan su proceso. Ese es el motivo por el que les promete a todos el mismo peso. Solo el domingo se saldrá de dudas, porque el equipo de Sumar prevé captar cuadros morados tras el resultado que arrojen las urnas y el PSOE, ante este panorama, se abre a la posibilidad de que haya tres listas en la izquierda en las próximas generales.

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