Yolanda Díaz está a punto de asestar el 'golpe' final a Podemos. La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones avanzó este miércoles que su organización "es un movimiento ciudadano que va a seguir su curso a partir de septiembre" y que "va a ganar fuerza". Y eso, traducido, significa que prepara una "asamblea constitutiva" en otoño, según fuentes de peso de la formación.
El plan de Díaz, siempre tan crítica con el funcionamiento de los partidos políticos y de sus estructuras tradicionales, es convertir Movimiento Sumar en un partido político más, con una dirección llamada Mesa de coordinación, una asamblea -máximo órgano de decisión- y una comisión de garantías para “defender y garantizar” los derechos de los afiliados. Y todo para enterrar definitivamente a Podemos, el partido que nació del 15-M.
Lo cierto es que a Sumar se le ha puesto casi todo en contra con el adelanto electoral. Yolanda Díaz contaba con más tiempo en sus planes para impulsar su espacio y acordar con la quincena de fuerzas que componen su coalición. Es más, Díaz esperaba haberse sometido al test de las urnas con unas primarias que avalaran su liderazgo al frente de Sumar y su candidatura a la presidencia. Pero nada de eso pasó después de que el presidente del Gobierno apretara el botón del adelanto. Y ahora, con el escenario de la investidura en el horizonte -si es que Pedro Sánchez logra articular una mayoría-, Sumar tampoco podrá celebrar esa asamblea en septiembre.
La promoción de los Derechos Humanos como estandarte
Los estatutos del partido de Díaz, publicados en su web, son meridianos y ya esbozan los engranajes del partido: una estructura de ámbito estatal que tendrá dos tipos de militantes, los afiliados, con mayor peso, y los “amigos”: “Movimiento Sumar es una plataforma política que tiene por finalidad la promoción de los Derechos Humanos en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales”, zanja el documento base de Sumar.
No obstante, lo que no dejan claro los estatutos son los cauces de comunicación y coordinación con el resto de partidos que integran la coalición de Sumar. "Estoy teniendo reuniones con todas las fuerzas políticas que componen Sumar, que son más de 15. Y, por supuesto, he hablado con la Secretaria General de Podemos [Ione Belarra]. Y todas van a cumplir el acuerdo que han suscrito en Sumar. Vamos a trabajar por el desarrollo de este movimiento que se llama Sumar", espetó la propia Yolanda Díaz en una entrevista en la televisión pública para intentar dejar tranquila a la parroquia de la izquierda a la izquierda del PSOE.
Los estatutos de Sumar plantean que la asamblea general sea el principal órgano de decisión de los afiliados. El plan es que se convoque al menos una vez al año y, entre sus muchas atribuciones, destaca la aprobación del programa político, así como de los cambios estatutarios y de cualquier otra modificación del reglamento. También elegirá a los miembros de la dirección (la llamada Mesa de coordinación, compuesta por entre tres y diez personas), y aprobar o rechazar la gestión de la cúpula, liderada por tres grandes figuras: la presidencia, la secretaría y la tesorería.
Las presiones
Todos estos cargos serán elegidos por votación de toda la militancia en la Asamblea. Eso sí, las funciones de estos tres puestos no quedan taxativamente recogidos en los estatutos. Aunque previsiblemente se especificarán más adelante, según las fuentes consultadas. Mientras, las presiones a Yolanda Díaz procedentes de Podemos arrecian.
Los morados maniobran para mantener al menos un ministerio en el Gobierno de Pedro Sánchez en caso de que se repita la coalición de izquierdas con el PSOE. Como ya contó este diario, los morados están recordando a la líder de Sumar que únicamente gracias a ellos la izquierda a la izquierda de los socialistas puede exigir una coalición, porque Pablo Iglesias apostó fuerte por ella. Aunque la cúpula de Podemos barrunta que tendrá difícil entrar el Ejecutivo pese a aportar al partido de Yolanda Díaz los mismos escaños (5) que los 'comunes' e Izquierda Unida.
Lo cierto es que los morados comienzan a inquietarse, porque previsiblemente Sánchez logrará seguir en Moncloa si el PSOE pacta con Junts. Y Yolanda Díaz no parece estar dispuesta a mantener a Podemos en el Gobierno tras una legislatura llena de dolores de cabeza tanto para ella como para el líder socialista ('sí es sí', guerra de Ucrania, OTAN, ley trans, ley de bienestar animal...). Es más, la posibilidad de que sea el líder de Más País, Íñigo Errejón, quien llegue a sentarse en el Consejo de Ministros pese a aportar solo dos escaños, es algo que tiene a los morados alarmados. Toda una sonrisa irónica del destino.
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