Yolanda Díaz adelantó su vuelta de Estados Unidos este jueves. La vicepresidenta segunda no tenía intención de aparecer en el Congreso durante de la votación de la contrarreforma del 'sí es sí' cocinada por el PSOE. La líder de Sumar quería seguir el camino del presidente del Gobierno, que también ni estuvo ni votó. Aunque ella, "muy disciplinada", como coinciden quienes la conocen, pidió el voto telemático para cumplir con la decisión tomada por su grupo. Es decir, votar 'no' al cambio socialista, aunque ella no se ha posicionado claramente sobre el tema.
Las fuentes consultadas en el espacio político que lidera Yolanda Díaz son claras: "No iba a ir al Congreso, pero reculó por miedo a que se liara. Yolanda Díaz no quiere presión mediática", zanjan. La vicepresidenta segunda sí tuvo un gesto con Irene Montero y con Podemos el día que se admitió a trámite la propuesta de modificación socialista. Pero esta vez coqueteó con ni tan siquiera aparecer para dar por enterrado el asunto de marras, según se desprendió de una primera versión de su agenda que poco después fue editada para advertir su presencia en la Cámara tras su viaje a Nueva York.
El problema es que la guerra abierta con los morados está ya en un punto muy caliente tras la entrevista que concedió el domingo pasado en La Sexta y que Pablo Iglesias se tomó como una ensalada de "hostias". No quiere cabrear más a Podemos por mucho que reniegue de ellos. Lo cierto es que en Podemos no se esperaba ningún gesto de la líder de Sumar con su 'compañera'. Fuentes moradas del más alto nivel consultadas por este diario no creían que fuera a aparecer por la Carrera de San Jerónimo. Aunque en el PSOE lo daban por hecho, conscientes de que tiene que hacer equilibrios dentro de su espacio.
Ni abrazos ni consuelos de Yolanda Díaz
En verdad, Yolanda Díaz fue al Congreso no para apoyar a su 'compañera' Irene Montero, sino para no abandonar a su espacio político en un momento "duro" para ellos, debe aparentar un liderazgo que en el fondo, y como reconocen en el PSOE, no tiene. Para más inri, poco antes de la votación, Díaz desapareció. Esta vez no hubo ni abrazos, ni consuelos.
Algunos sectores del PSOE siguen sin ver a Yolanda Díaz capaz de levantar un proyecto fuerte a su izquierda, ya que no la ven ni con carisma para ejercer un liderazgo ni con un proyecto real de país ni con una organización fuerte detrás que la respalde. "¿Tiene algo de eso Yolanda? Creo que ninguna de las tres", zanja un socialista que ha trabajado con ella y que conoce bien las interioridades del Gobierno.
Con Yolanda Díaz ya anunciada como candidata a la presidencia del Gobierno bajo las siglas de Sumar, empiezan las amenazas de Podemos a quienes aún forman parte del gran círculo dirigido por Pablo Iglesias. Los morados han emprendido una campaña mediática en redes en la que recriminan la tibieza de la vicepresidenta segunda en los temas en los que Podemos es especialmente combativo, como el 'sí es sí' o el papel de la OTAN en la guerra de Ucrania. Pero el vídeo, que han compartido los principales rostros morados y se dirige abiertamente a los militantes, simpatizantes y cargos del partido, es en realidad una "amenaza", según relatan a este diario exmiembros relevantes de Podemos.
La contraréplica, en 'La Fàbrica'
La réplica de Yolanda Díaz fue advertir que mucha gente de Podemos quiere Sumar con ella. Esa es la gran batalla por un cuerpo orgánico que los morados no están dispuestos a perder. El objetivo de cúpula morada es evitar abandonos de cargos y militantes que se vayan para abrazarse a la también ministra de Trabajo. La situación de tensión es tal, que los morados excluyeron a tres de sus federaciones mostraron su apoyo a Yolanda Díaz de la gran fiesta de la primavera del último fin de semana en Zaragoza. Ni los dirigentes de Asturias y Navarra tuvieron silla en el mitin central.
Ahora solo toca esperar a la cotraréplica. En Podemos, según Pablo Iglesias, están sumidos en la "tristeza" y el "cabreo" por la entrevista de Yolanda Díaz con Jordi Évole. De manera que el exvicepresidente estuvo dispuesto a aliñar la "ensalada de hostias" que le sirvió Yolanda Díaz. El exvicepresidente segundo grabó este viernes una entrevista con Gabriel Rufián que se emitirá próximamente en el canal La Fàbrica, un espacio que presenta el portavoz de ERC en el Congreso y que busca que quien pase por ahí diga lo que le dé la gana con dos condiciones: que lo haga sin armar ruido y sin rendir pleitesía editorial o partidista. No tendrá la misma repercusión, pero sí se escrutará. No ha trascendido se se han acordado de Yolanda Díaz o no.
El portavoz republicano, como ya contó este diario, asegura que la idea original del encuentro con Iglesias no surgió tras los dardos de Yolanda Díaz. Es más, según su relato, se habría acordado hace más de un mes. De manera que, zanja, es la casualidad la que ha llevado a ambos políticos a sentarse juntos sin pelos en la lengua tras la entrevista que, según Iglesias, "aleja aún más a Yolanda [Díaz] y a Sumar de Podemos". En concreto, un océano de distancia.
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