José Luis Rodríguez Zaptero es, con diferencia, el expresidente del Gobierno que más influencia y protagonismo ha tenido en un gobierno posterior, en este caso, el de Pedro Sánchez. El propio presidente le trata como un tótem y un reflejo en el que mirarse.
El PSOE, y el propio Zapatero, siempre han reivindicado el legado social del expresidente y lo han ensalzado como el gran ejemplo a seguir. También, desde su salida de Moncloa en 2011 en plena crisis, Zapatero ha destacado especialmente, en sus actividades de estadista, por su buena relación con el régimen chavista de Venezuela y con Nicolás Maduro.
No se trata de una posición extraña en la izquierda española, aunque sí sitúa a Zapatero a la izquierda del PSOE, concretamente al lado de Podemos, que siempre se ha mostrado abiertamente chavista.
Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero defienden el régimen de Maduro y han legitimado su última "victoria", ampliamente cuestionada por varios países y líderes tanto latinoamericanos como europeos. Incluso Íñigo Errejón lo hacía hace años, aunque terminó bajándose de ese barco.
Esta actividad lobista que ejerce Zapatero con Venezuela se explica porque exista una devoción genuina hacia el chavismo y, como muchos especulan, que el expresidente reciba una compensación económica por sus labores entre las que están, como ha ocurrido tras estos comicios, callar ante las acusaciones de fraude electoral y ser el único miembro del Grupo de Puebla que no ha pedido la publicación de las actas para validar la victoria de Maduro.
Esta actituda ha sido reprochada desde España por parte del PP pero incluso dentro del PSOE, concretamente por el también expresidente Felipe González, que ha pedido que "el contraste" de actas se haga "por una organización independiente" del gobierno de Maduro.
La sombra de Sánchez es la de Zapatero
Zapatero es ahora omnipresente en el PSOE. Tanto que muchos ven su mano en el pacto de soberanía fiscal que el PSC ha rubricado con ERC para situar a Salvador Illa como president de la Generalitat.
La alargada sombra de Zapatero sobre el PSOE habría llevado a Sánchez a alcanzar este acuerdo de financiación singular que se parece mucho al Estatut que se firmó con Zapatero en 2005. Así lo ve especialmente el líder del PP en Cataluña, Alberto Fernández, entrevistado por Vozpópuli. "Con Zapatero empezó todo, no tiene escrúpulos, como Sánchez", asegura.
Su sombra es alargada e influye en cómo se mueve el PSOE en el espacio a su izquierda. Su influencia hace que Sánchez se escore hacia Sumar e incluso haya perjudicado electoralmente a su socio de Gobierno. Le obliga a ser más populista y a gobernar más por decreto -estando en minoría-. En definitiva, ha contagiado las formas y los tiempos del chavismo, que tanto idolatra, a Sánchez.
El presidente tiene y ha tenido muchos gurús en el partido y en el Gobierno: Iván Redondo, Félix Bolaños... Zapatero destaca especialmente desde que tuviese un protagonismo excelso en la campaña del verano pasado de cara al 23J. Las elecciones que desde el PSOE llaman las de la "remontada" a Feijóo cuando todas las apuestas pagaban más por el líder popular.
Tal es el idilio que incluso Sánchez barajó situar a Zapatero a la cabeza de la lista socialista al Parlamento Europeo, tal y como adelantó este diario. Esto le habría permitido expandir a Europa su actividad lobista en Venezuela.