Juan Carlos I llevaba semanas reclamando a Zarzuela regresar a España y, finalmente, viajará a Sanxenxo la semana que viene para participar, previsiblemente, en las regatas de la Clase 6mR de la Copa de España que se celebran el 22 y el 23 de abril. Lo hará pese a la opinión de Casa Real, que pidió al Emérito retrasar su vuelta a después del 28M para que su regreso no se politizara.
Así lo confirman a Vozpópuli fuentes bien informadas de la interlocución existente entre Zarzuela y el padre de Felipe VI, que también ha dejado clara su intención de pasar unos días en Madrid para "arreglar papeles" y desprenderse de una serie de propiedades de las que dispone en Cataluña y Galicia. Ese viaje "por motivos económicos" tendrá que esperar, pero a cambio Juan Carlos I volverá a disfrutar de la vela en Sanxenxo.
Desde Casa Real asumían, desde hace tiempo, que ese viaje al municipio pontevedrés iba a producirse con la llegada del buen tiempo, pero el objetivo era que esa visita se produjera después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. En Zarzuela siguen muy presentes las críticas procedentes de diferentes partidos -incluidos los que integran el Gobierno- al regreso del Emérito a España hace un año, y se quería evitar a toda costa que esa ofensiva volviera a repetirse... en plena precampaña electoral.
Cabe recordar, en este sentido, que el año pasado Juan Carlos I ya estuvo a punto de viajar a Sanxenxo el tercer fin de semana de abril y que esa visita, abortada in extremis, fue sustituida por la que realizó un mes después, coincidente también con otra regata perteneciente a la Copa de España. Esa prueba se celebra del 19 al 21 de mayo: justo una semana antes de las elecciones. La visita del Emérito para esa fecha, por tanto, estaba totalmente 'bloqueada' por Zarzuela, donde se interpreta como un 'mal menor' la visita de la semana que viene.
La 'mediación' de la infanta Elena
En todo caso, el regreso del padre de Felipe VI coincidirá con el primer fin de semana de precampaña de los diferentes partidos políticos, por lo que las fuentes consultadas asumen que la presencia del Emérito en Sanxenxo será aprovechada como 'arma política'. Un escenario que Casa Real ha tratado de evitar "hasta el final".
Personas muy próximas a Zarzuela explican, en ese sentido, que la visita de la infanta Elena a Abu Dabi tenía como objetivo disuadir a Juan Carlos I de regresar de forma inminente a España, más allá de ver a su padre y también a su hijo, Felipe Juan Froilán, ya afincado en la capital emiratí.
Otra residencia y más escoltas
La primogénita del Emérito, sin embargo, no logró convencer a su padre y en Palacio ya asumieron la llegada de Juan Carlos I para la semana que viene. Después de la "información de primera mano" de la infanta Elena, "se ha empezado a preparar el terreno para evitar daños mayores".
Así, el primer paso dado por Zarzuela ha sido confirmar que la Casa estaba totalmente informada de ese viaje, para evitar que se especulara con una decisión unilateral por parte del monarca. Una vez ratificada esa decisión "consensuada", explican las fuentes consultadas, "ahora toca tratar de llegar a un acuerdo sobre la residencia y la seguridad".
Tal y como informó Vozpópuli hace un año, la decisión de Juan Carlos I de pernoctar en el chalet de su amigo Pedro Campos, presidente del Club Náutico de Sanxenxo, y su negativa a tener una escolta más amplia en su visita, fue motivo de fricción entre el Emérito y Felipe VI. En Zarzuela, de hecho, consideran que Campos, al que apodan de forma irónica como 'El Pacificador', usa al monarca como "reclamo publicitario".
Parece que esta vez podría aceptar una mayor escolta y una menor exposición que hace un año
Ahora, afirman personas muy próximas a la Casa, es evitar que se repita el 'show' del año pasado, con un mayor 'blindaje' al Emérito. De hecho, añaden estas fuentes, "se están movilizando a agentes en la reserva en previsión de un dispositivo más amplio". Además, insisten, "se están estudiando otras posibles residencias, en las que viven otros amigos de Juan Carlos I".
El padre de Felipe VI, asumen en Zarzuela, tendrá la última palabra, aunque, advierten, "parece que esta vez podría aceptar una mayor escolta y una menor exposición que hace un año". En todo caso, concluyen, "en unos días saldremos de dudas".
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