El sexo no es tan sencillo como parece. Hacer coincidir dos cuerpos, dos maneras de comportarse en la cama y que todo funcione (y durante mucho tiempo) es algo que sucede en contadas ocasiones. Como estos temas siguen siendo tabú, la mayoría de las parejas callan e intentan solucionarlo por sí mismos.
Cuando la cosa no mejora, o acuden a terapia o lo dejan o caen en la infidelidad para hacer con otra persona aquello que les gusta y cómo les gusta. Las relaciones sexuales deberían ser satisfactorias, que para eso están (además de para procrear).
Por eso, y porque queremos lo mejor para ti, querido lector, detallamos a continuación los cinco problemas de cama que suelen tener la mayoría de parejas y cómo solucionarlos:
1) A ella no le gusta el coito
A pesar de que el coito estándar es una de las formas menos efectivas de hacer que las mujeres tengan un orgasmo, la mayoría de parejas siguen empeñadas en ello, y no innovan.
A ver si les entra en la cabeza a las personas que la mayoría de ellas son clitorianas, es decir, que por mucha penetración que haya no van a llegar al orgasmo si no se les estimula el clítoris.
Parece de 1º de relaciones, pero la gente sigue haciéndolo mal. Algunos trucos: penetraciones lentas, acariciar el clítoris mientras y durante, mantener los ojos abiertos para que el orgasmo sea más intenso y no durar menos de 5-10 minutos.
2) Tenéis físicos muy diferentes
Él mide dos metros y ella uno y medio. Es normal que terminadas posturas les sean complicadas, pero tampoco es para ponerse a llorar. El amor lo puede todo, y probar las diferentes opciones que ofrece el kamasutra tampoco es un gran esfuerzo, lector.
Unos trucos: escaleras, almohadas o buscar muebles que faciliten la entrada correcta del pene en la vagina. Para los más pro, existen columpios sexuales que van la mar de bien cuando hay diferencias de altura entre los miembros de la pareja.
3) Él no llega al orgasmo con el coito
Igual que a ella le cuesta sin estimulación clitoriana, a él a veces también. No se puede suponer que los hombres siempre llegan al orgasmo, pues no es así. Hay muchos varones que solo logran acabar a través del sexo oral o de la masturbación.
Si ambos quieren que finalice en la vagina, por ocio o por motivos reproductores, lo ideal sería que la mujer comenzase a hacer ejercicios de Kegel, para así fortalecer sus paredes y contraerlas para ejercer mayor presión sobre el miembro viril.
4) Fantaseas con otras personas
Si últimamente mientras lo estás haciendo con tu pareja te viene a la cabeza alguien, ya sea una persona real (ergo tu amante) o inventada, y eso te impide llegar al orgasmo, lo mejor es que te la quites de la cabeza.
Lo que puedes hacer es, revela Tracey Cox a 'The Daily Mail', que "cuando estés solo, llegues hasta el final con tu fantasía y tus manos" pero poniéndole un final negativo. Es decir, que cambies la historia: "Imagina que pierdes a tu pareja, tu casa, tus hijos, reputación...".
¿Resultado? Esa fantasía sexual dejará de serlo porque tu cerebro rehuirá de ella.
5) A ella no le gusta recibir sexo oral
A muchas mujeres les incomoda recibir sexo oral porque se sienten incómodas con el olor (y sabor) de su vagina.
Si es el caso de tu chica, dile lo mucho que te gusta cómo se ve, cómo sabe y lo mucho que te gusta darle sexo oral. Seguro que así le quitas la inseguridad y se acaba relajando, en todos los sentidos.
Y esto es todo, lector. Te deseamos unas muy buenas noches, y no hablamos de dormir.
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