“Las páginas pro-ana cuentan muchos trucos para estar más delgada, no solo de alimentos que casi no engorden, sino también de ejercicios físicos para hacer. Yo he seguido muchos consejos de esas webs, y cuando los he llevado al extremo, he estado al borde de la muerte”, confiesa Marta, una joven de 26 años que padece anorexia desde hace diez. Cuando Marta habla de las web pro-ana (pro-anorexia) o pro-mía (pro-bulimia) hace referencia a aquellas páginas de internet que fomentan estos trastornos alimenticios, dan consejos a las jóvenes para estar más delgadas e incluso las atormentan, como ella reconoce.
Las páginas que fomentan este trastorno alimenticio llegan a martirizar los enfermos cuando creen que no siguen al pie de la letra las recomendaciones de las webs
Su obsesión por adelgazar comenzó buscando en internet consejos para perder peso y con una meta clara: ser modelo y desfilar para los grandes diseñadores a los que idolatra. “Mi sueño era ser modelo y por presentarme a un casting empecé a adelgazar. Cuando llegó el día de la prueba que pensaba que me iba a catapultar a las grandes pasarelas del mundo de la moda, era demasiado tarde, estaba muy delgada y nadie me quiso”, relata entristecida esta apasionada del mundo de la moda de un metro setenta de estatura y que ingresó por primera vez en una unidad de trastornos alimenticios pesando 30 kilos.“Cuando empecé casi no existían webs pro-ana, era difícil encontrar consejos sobre cómo vomitar o cómo ocultar a la gente esta obsesión. Hoy en día es muy fácil, hay miles y si alguna cierra, rápidamente se abren otras”, indica y añade que “ahora hay miles de cuentas en Twitter que te dan consejos y, a veces, durante el día, consulto los tuits solo para sentirme respaldada”. En el fondo, los que la conocen aseguran que con frecuencia Marta abiertamente reconoce que no hace bien en leerlas.“Algunas veces, cuando veo que he hecho bien, me tranquilizan y siento alivio. Comento en los foros y hablo con chicas que son como yo. Siento que pertenezco a un grupo de gente, a una comunidad, porque en el fondo, ni mi familia ni mis amigas de toda la vida, me entienden. Pero como un día me pase de la raya y haga algo mal...me martirizan. Y estoy mal durante días”, afirma.Ahora, 10 años después de aquel primer ingreso, de reiteradas estancias en distintas clínicas españolas -porque su batalla por esta devastadora enfermedad le ha llevado a estar ingresada en hospitales de toda la geografía española probando distintos tratamientos-, de haber creído que iba a subir al cielo de las grandes pasarelas y haber descendido constantemente al infierno por querer adelgazar, y después de martirizarse por no seguir al pie de la letra los consejos de las webs pro-ana, no ha dudado en firmar la petición registrada por la madre de otra chica enferma de anorexia en Change.org para que el Gobierno de España prohíba estas publicaciones. “Por el bien de todos aquellos que padecemos esta enfermedad, tienen que retirar las páginas y cerrar todas esas cuentas de Twitter”, afirma con contundencia.Una batalla que se libra en internetLa batalla de la anorexia y la bulimia no solo se libra en las en las casas de las familias afectadas, en los hospitales o en las asociaciones, sino que también se lucha en internet desde que una madre de una niña afectada decidió registrar una petición en Change.org con el fin de que se eliminen las webs que fomentan estas enfermedades. De este modo, Lidia Amella ha conseguido que más de 225.000 personas firmen para que el Gobierno de España prohíba, como ya ha sucedido en otros países europeos como Francia o Alemania.
Las asociaciones españolas piden que España siga el ejemplo de Francia, Alemania o Israel y se prohíban las webs pro-ana y pro-mía
Las distintas asociaciones españolas contra estos trastornos, entre ellas la Federación Española de Asociaciones de Ayuda a la Anorexia y la Bulimia nerviosas -FEACAB-, también han aplaudido esta iniciativa y luchan para que el Ministerio de Sanidad las declare ilegales. Su presidenta, Carmen Galindo Ortiz de Landázuri, explica que llevan batallando contra estas webs más de 10 años y a pesar de que la lucha está siendo tan larga como la de Marta, no se rinden.“Unas las cierran y a los días aparecen otras webs. Queremos que ahora, que están cambiando el Código Penal, legislen la prohibición de estas páginas y que se castigue a los responsables”, afirma la presidenta. y añade que "no se puede hacer apología de estas enfermedades". "Muchos de los enfermos que vienen a las asociaciones reconocen que las miran. Cuando les preguntas la primera vez lo niegan, pero al darle la vuelta a la pregunta caen y reconocen que se meten y siguen los consejos”, explica.“Es un momento perfecto para que los políticos se den cuenta de lo que está pasando. Estoy convencida de que cualquiera de ellos se aterraría si viera el tipo de consejos que se dan en las webs pro-ana y pro-mía. Ahora tienen la capacidad de cambiar esto y evitar que muchos menores puedan caer como cayó mi hija en estas webs”, comenta en Change.org la impulsora de la iniciativa. Por su parte, la presidenta de FEACAB pide que el Gobierno de España siga los pasos de Francia, Alemania o Israel, donde son ilegales y "esta prohibición beneficia a los enfermos”.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación