Ha comenzado el invierno y la cocina mexicana también tiene sus recursos para combatir el frío. Al igual que en nuestro país abundan en estos meses platos de cuchara, cocidos y demás viandas para sobrellevar de la mejor forma posible los rigores del invierno, en México tienen un platillo -el pozole- que podría corresponderse con nuestro cocido (diferente según la región de España en la que lo tomemos).
Se trata de un platillo elaborado con la variedad de maíz cacahuazintle al que, según la zona del país azteca en la que se prepare, se añaden unos u otros ingredientes. Es una receta de oportunidad y de aprovechamiento en la que se utiliza aquello que más a mano se tenga. Puede hacerse con cerdo, con pollo o con res, dependiendo de la región. Si es de res se suele utilizar la tripa, el espinazo o el chamberete (codillo). Hay así mismo, pozoles blancos, rojos (elaborados con tomate) y verdes (aderezados con tomatillo verde y chiles). En las zonas costeras incluso se prepara con diferentes pescados.
Habitualmente el maíz, la carne y el caldo se presentan en un plato hondo y en un plato aparte se ofrece repollo en juliana, chile piquín en polvo, orégano, cebolla y rábanos para adaptarlo a los gustos personales de cada uno. Se acompaña de una tortilla bien frita o asada en el horno para que quede bien crujiente. El resultado es un plato sabroso y contundente ideal para los meses más fríos.
Iztac, en su afán por popularizar la auténtica cocina tradicional mexicana ofrece durante todo el invierno este popular plato cada jueves y lo hará proponiendo diferentes tipos de pozole para que el comensal pueda apreciar la riqueza y diversidad del mismo.
El restaurante, que abrió sus puertas se ha consolidado en estos meses como el bastión de la cocina tradicional mexicana de más alto nivel. En un impresionante local decorado por el estudio de arquitectura Free Hand y con el chef Nacho Oropeza al frente de sus fogones, ofrece platos de la gastronomía mexicana más auténtica lejos de los estereotipos habituales, tal y como este pozole del que hoy les hablo.
Un plato económico, sabroso y contundente que sin duda ayudará a sobrellevar el invierno de una forma original, divertida y se lo aseguro, el pozole crea adicción. ¿Se apuntan a los jueves de pozole en Iztac?
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