José Luis Martínez es un formidable cocinero forjado en los fogones del Grupo Lezama durante muchos años. Hace un par de temporadas que José Luis decidió dejar aquella casa y dar forma a su proyecto personal. Surgió así Taberna y Media.
La decoración del local, obra del propio José Luis con ayuda de su hijo Sergio, recoge ese ambiente cálido y hogareño que inmediatamente te hace sentir cómodo. Ladrillo visto, plantas, magnífica iluminación... conforman un espacio en el que desde el principio uno se impregna de ese calor de hogar que Taberna y Media confiere al visitante.
La carta es perfectamente identificable con la de las tabernas al uso. En ella algunos platos permanecen inalterados respecto a sus recetas más clásicas y otros tienen esa vuelta de tuerca que los convierte en únicos y personales. Para que la buena cocina se convierta en "cocina de autor" tiene que tener identidad propia. José Luis en Taberna y Media consigue que sus raciones, que esas tapas clásicas, se conviertan en cocina de autor.
Magníficas sus croquetas de jamón, sublimes sus alcachofas confitadas, original y estupendo su salmón marinado al gin tonic (ahí queda eso), tremenda su versión de las patatas bravas en las que las patatas se aproximan a un buñuelo y la salsa está a medio camino entre la salsa brava y el mojo canario, impresionantes sus torreznos...
Entre sus nuevos platos recientemente incorporados a carta destaca una estupenda burrata que se acompaña de salmorejo, mojama y sardina ahumada, un muy correcto lomo de merluza que se presenta con estofado de cachón y guisantes lágrima, un delicioso skrei (bacalao noruego) servido con pimientos, kale y virutas de bonito (esas que los japoneses llaman katsuobushi) o un contundente cuchifrito. Atención a la tarta de queso de Taberna y Media que es memorable.
Todo lo que probamos en Taberna y Media tiene un nivel verdaderamente encomiable que, sin duda, es fruto del buen hacer tanto de José Luis como de todo el personal que compone esta casa y del cariño que se percibe desde que se atraviesa la puerta.
A nadie se le escapa lo sacrificado y duro que es el trabajo de hostelería. Pues bien, charlando con José Luis nos comentaba lo afortunado que es por tener el trabajo de cocinero. "Estamos en lo mejor de la vida de las personas, en sus celebraciones, en sus fiestas, en sus reuniones de amigos, en sus negocios. Soy un afortunado por dedicarme a esto".
Baste esta frase para definir a José Luis Martinez; cuando la pasión por el trabajo llega a esos niveles se explica absolutamente todo lo demás.
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