Una uva sobresaliente que tiene auténticos adeptos. Somos tan aficionados en España a sus bondades que se cultiva en toda nuestra geografía excepto en tres enclaves: Galicia, Asturias y Canarias.
¿Pero qué tiene la garnacha que enamora?. Es una uva vigorosa que produce vinos con carga frutal, intensidad aromática, elegantes y pulidos. Vinos redondos con buena capacidad de envejecimiento y de gran personalidad.
Aragón es su cuna
Sus virtudes no han sido ajenas a los bodegueros y, la uva que hace años se utilizaba en España únicamente para dar color por considerarla poco recia- eran otros tiempos-, ahora brilla por sí sola como monovarietal de distintos y muy variadas referencias de nuestro país.
Aragón es la tierra de las garnachas. Se piensa que es originaria de Zaragoza porque en 1513, Gabriel Alonso de Herrera, en su volumen “Libro de Agricultura”- primer tratado sobre el tema en castellano-, ya la nombró ya como “Aragonés”.
Distintos tipos de garnacha
En España es la tercera variedad más cultivada, después de la airén y el tempranillo. Un lugar de privilegio, cuyas grandes producciones encontramos en Rioja, Valencia, Méntrida, Cebreros, Navarra, Tarragona y Madrid.
Tiene muchos otros nombres, desde giró o gironet a lladoner, cannonau o vernassa.
Y hay distintos tipos de garnacha: Tinta, la más extendida en el mundo; la Peluda, mutación de la anterior que se da sobre todo en Cataluña; Tintorera, de pulpa roja, dan vinos de mucho color y Blanca, el resultado de una variación de la tinta, con gran cuerpo, que produce vinos de color pajizo.
Una uva viajera
La garnacha ocupa el 4% de viñedo del mundo. En Rousillon, Languedoc o Côte du Rhone (Francia), Cerdeña, Liguria y Umbría (Italia) se elaboran algunos de los mejores vinos internacionales de garnacha. Incluso ha llegado hasta California (Sonoma Valley), Chile, África e, incluso, Australia.
Algunos de los vinos más destacados de nuestro país utilizan la garnacha y, más allá de nuestras fronteras, los grandes vinos galos Chateauneuf- du- Pape (Ródano Sur).
No obstante, aun siendo la misma uva, la adaptación a cada tierra y clima de los muy diversos lugares donde se cultiva, ha creado un interesante y variado abanico de cualidades organolépticas.
Hemos catado tres vinos de garnacha de distintas procedencias, entre los que no falta uno de Aragón, como cuna y origen, y hemos comprobado cómo difieren entre ellos en sus características. Además del clima, constatamos que las características de los suelos modifican los resultados finales, primero de la uva y, consecuentemente, del vino.
Los Vinos
Bodegas Edetaria (D.O. Terra Alta, Tarragona) han ido aún más allá en su filosofía. Declarados “garnacheros” desde sus inicios, ahora han ido a más y en su nuevo tinto Vía Edetana Tinto 2021 las protagonistas son la garnacha fina (como denominan allí a la tinta) y peluda, sustituyendo a las syrah y cariñena de añadas previas.
Ambas garnachas son de viñedo propio cultivado en ecológico procedentes de una selección de viñas viejas. Realizan diversas fermentaciones y se cría durante un año en barricas de roble francés de 500 litros antes del ensamblado final (50% de fina y 50% de peluda).
Excelente nariz a frutas maduras y hierbas mediterráneas además de elegantes toques resinosos. Un vino glicérico, de capa media y precioso color, con estructura, incisivo, un punto goloso y con taninos pulidos. Llena la boca. Hay que dejar que se abra poco a poco en la copa para captar toda su esencia. Un vino para no olvidar de buena relación calidad- precio. PVP recomendado: 15 euros.
Ramón Bilbao Edición Limitada Garnacha 2019 es una novedad en el mercado. Es la gran apuesta de la bodega Ramón Bilbao por esta uva, crecida en las tierras altas del extremo este de Rioja. Se seleccionaron los mejores racimos y se crió en barricas de roble francés de segundo y tercer uso para mantener la fruta de las uvas. Afinado en hormigón otros 6 meses antes del embotellado.
Este vino confirma el nuevo estilo de la bodega, con vinos modernos y actuales. En este caso es de capa baja, con clara nariz a fruta roja y bosque mediterráneo. A pesar de su color abierto, es un vino con cuerpo e incisivo, de taninos pujantes. Una edición de 40.000 botellas. PVP recomendado: 17,35 euros.
Monasterio de las Viñas Old Vine Garnacha 2016 (D.O. Cariñena) fue uno de los ganadores del “Doble Oro” en el Concurso Mundial Grenaches du Monde. Elaborado con una garnacha de aquella tierra aragonesa, se seleccionaron pequeñas parcelas con cepas de más de 40 años en el diverso paisaje que compone el viñedo de la bodega Grandes Vinos. Lo hizo el equipo enológico de la bodega junto con Hoey Tensley quien ostenta el título de “Enólogo Estrella de California- Santa Bárbara”.
Vendimiaron manualmente y tuvo una crianza posterior de 4 meses en barrica de roble francés. Nariz a frutos rojos y especias (toques de clavo) con gran frescura inicial que luego se confirma en boca. Un vino con buena acidez, redondo y largo posgusto.
Tres vinos de garnacha que son un pequeño collage de los diferentes estilos que puede tener, según la ubicación del viñedo, el vino final.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
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