La Denominación de Origen Rueda da un paso adelante y acepta nuevas variedades de uva para cultivar y elaborar en su demarcación. Son 6 blancas y 2 tintas con las que, desde ahora se podrá embotellar con la contraetiqueta que exige la normativa.
Ha sido un cambio significativo en esta D.O. que año tras año bate su propio récord: según datos del Consejo, en el 2023 se vendieron 100.894.441 botellas. Una trayectoria ascendente si tenemos en cuenta que hace tan sólo veinte años, esta cifra rondaba los 22 millones y medio.
Ya hace tiempo que se habían admitido otras variedades, pero este nuevo paso da un giro radical a una comarca vitivinícola de espíritu aperturista
Aunque la verdejo es la cepa reina de esta zona de Castilla y León (Valladolid, Segovia y Ávila) y ya hace tiempo que se habían permitido otras variedades, este nuevo paso da un giro radical a una comarca vitivinícola de espíritu aperturista. Tan abierta que desde 2008 se pueden elaborar también tintos, rosados y espumosos. Igualmente, en 2021 se creó la nueva calificación “Gran Vino de Rueda”, que exige viñedos con más de 30 años y apuesta por rigurosos controles de calidad.
Cambia el tablero de juego
Partiendo de la base de que las denominadas “uvas principales” pueden utilizarse en la cantidad que se prefiera (incluso monovarietales) y de que las “uvas secundarias” sólo pueden llegar a un 25% del coupage, el tablero de juego queda así.
A la verdejo y sauvignon blanc como blancas principales se incorporan viura, chardonnay, y viognier. Desde finales de agosto son 6 las nuevas uvas admitidas como secundarias: garnacha blanca, gewürstraminer, godello, moscatel de Alejandría, moscatel de grano menudo y riesling. Con la palomino fino ya autorizada previamente.
En cuanto a tintos, a la tempranillo como principal se suma la novedosa Cenicienta, descubierta por el bodeguero Javier Sanz hace ya más de 20 años en su viñedo prefiloxérico y con la que elabora como monovarietal su vino Colorado. Otra novedad es la uva bruñal como secundaria, un apartado en el que ya se encontraban la cabernet sauvignon, garnacha tinta, merlot y syrah.
La ampliación crea polémica
Con este paso adelante, Rueda se convierte en una de las denominaciones con más variedades de uva admitidas en España. Un paso adelante que ha creado desconcierto y polémica en otras denominaciones de origen españolas, al haberse aceptado unas cepas intrínsecamente propias de distintas latitudes de la piel de toro.
Carlos Yllera, presidente de la D.O. Rueda, afirma que “Damos respuesta a los consumidores y también a bodegueros, enólogos y viticultores, que llevaban solicitando estos cambios desde hace tiempo…. Sabiendo que somos especialistas en la elaboración de vino blanco de calidad”.
El Consejo Regulador se defiende
Ante la controversia suscitada, el Consejo Regulador de Rueda ha emitido un informe con fecha 3 de septiembre en el que esgrime que la plantación de estas variedades data de tiempos pretéritos. La palomino fino desde los años 30 del pasado siglo (en Rueda elaboran unos peculiares vinos generosos), viura desde los 50, sauvignon blanc en los 70, godello en 1996…
Además, zanja la cuestión en dos aspectos: las variedades de uva no son exclusivas de ninguna D.O. determinada y, en segundo lugar, incide en la apuesta firme por su uva autóctona, la verdejo, máximo exponente en la zona. Igualmente en su escrito, deja claro que valora y respeta el trabajo de todas las DO del mundo del vino.
Tintos de Rueda y el eterno dilema
Los tintos de Rueda, también grandes desconocidos, dan un paso adelante. Además de la mencionada Cenicienta, surge la Bruñal como secundaria, una uva autóctona recuperada tras un ambicioso proyecto que lleva en funcionamiento desde los años 90. De nuevo el bodeguero Javier Sanz se adelantó en el tiempo y elabora un monovarietal de esta uva llamado Paraje la Encina.
El bodeguero Javier Sanz tiene en el mercado un monovarietal de uva bruñal, Paraje La Encina.
La denominación de origen Rueda se abre al futuro y diluye, en su caso, la vieja cuita entre bodegueros y los consejos reguladores que limitan la utilización de tipos de uva en pro de una supuesta protección a la identidad de sus vinos.
A veces, los bodegueros tienen que cobijarse en la contraetiqueta Vinos de la Tierra si elaboran con una variedad no permitida en la Denominación de Origen a la que están adscritos
Frente a esto, las bodegas defienden que son ellos los verdaderos conocedores de las uvas que mejor se comportan en sus tierras y, si van a dar vinos de calidad, ¿por qué no poder utilizar otras variedades?
De hecho ya se hace, a veces los bodegueros tienen que cobijarse en la contraetiqueta Vinos de la Tierra (VT) si elaboran con una variedad no permitida en la Denominación de Origen a la que estén adscritos para comercializar estos vinos que se salen de la norma prescrita legalmente por el Consejo Regulador correspondiente.
Verdejo, esencia de Rueda
Sigue siendo la protagonista por excelencia en la DO Rueda. Una uva noble y magnífica que pobló estas tierras desde el siglo XI, en el reinado de Alfonso VI. Se cree que fueron los mozárabes quienes introdujeron la verdejo en España desde el norte de África.
Hay otras claves para que en esta comarca se puedan obtener buenos vinos: el terreno se eleva entre 700 y 870 metros, lo que es fundamental y beneficioso para la viña y, a esto, habría que añadir sus tierras de ‘cascajo’ (pedregosas), otro factor muy favorable para las cepas. Actualmente, es la D.O. con mayor consumo en vinos blancos de España.
Rueda, una pujante denominación de origen que ya camina en el futuro.
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