El vino español limpia, fija y da esplendor. Y nos referimos a numerosos datos que, en contra de la tradición tan ibérica de denigrar lo nuestro, nos sitúan como líderes en muchos aspectos positivos. Todo, según la Federación Española del Vino (FEV), con las últimas cifras disponibles referidas a 2022.
Con más de 950 bodegas asociadas de toda España, la FEV es la principal organización privada de bodegas con carácter nacional. Fue creada en 1978 para representar y defender los intereses de las bodegas españolas y potenciar el comercio del vino y los productos elaborados a partir de la uva.
Recientemente acaba de publicar unos llamativos datos sobre el sector vitivinícola español que demuestran lo que el vino representa para nuestro país, tanto en empleo como en riqueza creada o turismo. Hay otras cifras destacables como la sostenibilidad, el cultivo en ecológico o la mayor presencia de la mujer en este mundo. Ocho puntos clave para entender, y estar orgulloso, del vino español.
1) Sostenibilidad: España es el país de mayor extensión de viñedo ecológico del mundo representando un 13% del total (142.100 hectáreas), por lo que actualmente somos una de las naciones más comprometidos con la sostenibilidad. Estos datos incluyen 1.334 bodegas y embotelladoras.
2) Producción: Somos el tercer productor del mundo con 36,4 millones de hectolitros en 2022. España cuenta con 930.080 hectáreas de viñedo en 2022. Es verdad que la cantidad a veces está reñida con la calidad, pero ya pasaron aquellos tiempos en los que los graneles eran la tónica nacional y pocas bodegas embotellaban y comercializaban sus vinos. Una situación que, a día de hoy, ha virado sustancialmente en la dirección contraria.
Foto cortesía de la Federación Española del Vino.
3) Variedades de uva: En España hay cerca de 150 variedades autóctonas. Las más cultivadas son airén, tempranillo, bobal y garnacha tinta. La primera es la uva más trabajada y su predio tradicional es Castilla- La Mancha, seguramente por ser una cepa blanca muy resistente a la sequía; también por la gran extensión de esta comunidad autónoma. El tempranillo, tan característico de Rioja, es la tinta por excelencia, mientras que la bobal -originaria de Manchuela y Utiel- Requena- da buenos tintos jóvenes, aunque cada vez se experimenta más en vinos con crianza. Por otra parte, queda claro que la garnacha tinta, una uva antes utilizada únicamente para coupages, hoy se erige como la variedad de moda por sus buenos resultados y numerosas bodegas están elaborando vinos monovarietales con ella.
4) Contra la “España vaciada”: Se elabora vino en las 17 Comunidades Autónomas y es un sector clave en la lucha contra la despoblación rural. Los municipios con menos de 2.000 habitantes dedicados al vino han incrementado su población un 36% en los últimos años. Son 3.233 los municipios que cuentan con viñedo, lo que representa un 40% de pueblos españoles.
5) El vino mueve el turismo: Casi 3 millones de personas al año visitan las bodegas y museos de las Rutas del Vino de España, otro dinamizador económico. El enoturismo es una actividad que interesa al consumidor y, en junio del 2023, ya estaban establecidas treinta y seis Rutas del Vino repartidas por toda la geografía nacional. Igualmente, numerosas bodegas organizan actividades enoturísticas individualmente enseñando sus instalaciones y organizando catas.
6) Motor económico: El negocio del vino representa el 1,9% del PIB nacional con 20.330 millones de euros de valor añadido, lo que convierte al sector vitivinícola español en un motor económico. Un dato que demuestra que España es un país de vinos por excelencia, más allá de otras bebidas.
Foto cortesía de la Federación Española del Vino.
7) Sustainable Wineries for Climate Protection (SWfCP): una certificación, impulsada por la FEV, que evalúa la labor de las bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental, social, económica y de gobernanza; de esta manera, establece los criterios que debe cumplir una bodega para ser sostenible. Recientemente este sello ha sido reconocido por la Interprofesional del Vino de España. Se certifica de manera externa e independiente y abarca la producción responsable y la utilización eficiente de los recursos naturales.
8) Empleo y mujeres: El sector vitivinícola supone 363.980 puestos de trabajo, un 2% del empleo nacional. En la última década, se ha duplicado el número de mujeres jefas de explotaciones en el sector, lo que es una muy buena noticia para un ámbito que, hasta no hace mucho, era casi específicamente masculino.
Foto Christian Rojas. Pexels.
Junto a estos apartados, la gestión del agua y los residuos, la eficiencia energética o el valor intrínseco de los suelos, junto a la biodiversidad y la elaboración biodinámica del vino son asuntos que en nuestro país están en plena efervescencia. Y cada vez hay más bodegas implicadas en hacer bien las cosas. Para estar orgullosos, ¿no?.
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