‘Raro, extraño, desacostumbrado, excesivamente peculiar u original’. Ésta es la segunda acepción de la Real Academia de la Lengua Española (R.A.E.) que define la palabra “extravagante”. Y el mundo del vino no es ajeno a ella.
En estos últimos cuarenta años hemos visto como el sector vitivinícola en nuestro país se ha desarrollado vertiginosamente. De los graneles a gogó hemos pasado a un cambio sustancial, tanto cuantitativo como cualitativo. Se organizaron numerosos Consejos Reguladores, el vino se comenzó a etiquetar mayoritariamente, se han buscado las raíces de cada zona recuperando variedades casi extintas…una revolución en toda regla que cada día abre nuevos horizontes. Y llevando, en la mayoría de los casos la calidad como enseña.
Si en tiempos pasados, el reconocimiento de la calidad de nuestros viñedos y uvas- de la tempranillo a la albariño- ya fue un hito, aunque parezca mentira a estas alturas, actualmente el sentido de la elaboración de vinos se ha sofisticado extraordinariamente. En muchas ocasiones la finalidad es diferenciarse de lo ya visto y conocido.
Anteriormente, las bodegas ya habían ido mucho más allá cuando la clásica calificación de Crianza, Reserva y Gran Reserva, se superó sin obstáculos- excepto en Rioja, donde sigue estando vigente- para procurar elaborar vinos que se salieran de la norma. Y esta tendencia va a más.
Hemos seleccionado tres etiquetas muy singulares: desde un vino que ha estado a resguardo de la contaminación electromagnética a otro elaborado con uva prefiloxérica (sólo habrá una añada) y un vino naranja de Canarias de la bodega más antigua de las islas.
Los Vinos
Encomienda de Cervera 1758 Selección ha marcado un antes y un después. La bodega, situada en el corazón del macizo volcánico Campo de Calatrava (Almagro, Ciudad Real), acaba de lanzar el primer vino con crianza en gruta volcánica. Esto significa que durante su envejecimiento se ha protegido de la contaminación electromagnética con el resultado, según la bodega, “de tener una mayor cantidad de oxígeno disuelto" y otras bondades organolépticas.
A la vez, aseguran, “se ha detectado una mayor intensidad en color, aromas y sedosidad en boca”. De hecho, han presentado una patente de invención’ No obstante, lo hemos catado y se trata de un vino de calidad, con buena nariz (violetas, moras…), color picota de capa alta y una boca interesante: estructurada, con cuerpo y algo astringente, con toques a regaliz.
Gruta Volcánica 7cn, en la ladera de uno de los volcanes estrombolianos de la finca.
Estamos ante un coupage de syrah, cabernet sauvignon y graciano con 9 meses en barrica francesa y otros 9 en botella, etiquetado como “Paraje Singular Volcánico”. Va en botella negra para protegerlo de la luz. Nuevos caminos y vino recomendable, no estamos ante una operación de marketing para salir en los medios. PVP recomendado: 28,55 euros.
FO- 22 es el nuevo vino de edición limitada de Bodegas Jean Leon. Su peculiaridad es que está elaborado con uva forcada, una variedad prefiloxérica recuperada. Certificado como ecológico, hay muy pocos vinos elaborados con esta variedad (autorizada por la DO Penedés) y es el octavo de la colección de vinos experimentales de la casa.
Son sólo 3.618 botellas y únicamente se hará una añada. Las enólogas Mireia Torres, directora de la bodega, y Montse Escoté han sido sus artífices. Se cosechó a mano y ha permanecido con sus lías en inoxidable durante seis meses. Un vino muy especial, que al servirlo desprende algo de carbónico natural por su juventud (lo que no es negativo en absoluto), con nariz a flores blancas y algo de piña; en boca es muy fresco y sedoso, con notas cítricas muy presentes. Posee cierta estructura, es intenso y glicérico.
Desde 2016, Jean Leon ha presentado vinos experimentales en el mercado, nombrados con las iniciales de la variedad y la añada. FO- 22 es la nueva incorporación. PVP recomendado: 15,50 euros.
Los vinos volcánicos no son nada nuevo en Canarias como ya contamos en Gastrópoli, pero en esta ocasión, además de que las cepas crecen en tierras de lava en Lanzarote (erupción 1730- 36), hablamos de un Vino Naranja, algo poco habitual en aquella zona. Moscatel Orange Wine El Grifo se elabora con cepas prefiloxéricas de moscatel de Alejandría (100- 150 años), cultivados a pie franco en chabocos, cavidades que se hicieron en la lava hasta alcanzar la tierra vegetal para poder cultivarlas y protegidos por piedras.
Un original vino de la bodega más antigua de Canarias (1775), ubicada en el Parque Nacional de Timanfaya. La uva fermentó con sus hollejos durante varios meses- característica fundamental de los “vinos naranjas”- y permanecieron en el vino hasta el prensado, tres meses después. Sin sulfitos añadidos, filtrar ni estabilizar. PVP recomendado: 29,80 euros.
Tres vinos singulares y muy especiales que van más allá de lo habitual en este sector.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
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