Los vinos fortificados vuelven a estar en el candelero. Y no lo decimos nosotros, sino nada menos que la Master of Wine Patricia Stfanowick, en declaraciones a la revista británica The Drink Business. “Los jueces de la competición anual The Global Fortified Masters (Londres, 2023) descubrieron algunos ejemplos brillantes que entusiasmarán tanto a los conocedores como a los recién llegados”. En este certamen España tuvo un lugar destacado: Solera India 25 años y PAP 30 años de Osborne ganaron el Oro, mientras Altanza Roberto Amillo La Saca se alzó con el premio superior “Master”.
¿Añadir alcohol a un vino?, ¿desde cuándo?
Si, y ocurre desde hace siglos. Pero no te asustes, no es metílico, sino sólo algún alcohol vínico para darles más estabilidad. Su origen tiene lugar principalmente durante el siglo XVII, cuando ingleses y holandeses exigieron el añadido del alcohol para que el vino soportara los largos periplos hasta llegar a sus puertos.
Un apunte rápido: la finalidad era que durante aquellos eternos viajes las levaduras no continuaran con su labor de convertir el azúcar del mosto en alcohol y llegaran a su destino prácticamente como un destilado; mediante la adición de más alcohol se lograba cortar este proceso.
Siempre hablamos de vino
El resultado son vinos con sabores más potentes, de gran cuerpo, penetrantes en boca y en algunas ocasiones, algo dulces por los azúcares de la uva que aún permanecen. Jerez es una de las grandes localizaciones del mundo donde el remontado, fortificado o encabezado es muy común: se le añade brandy (otro derivado de la uva) antes de la fermentación o durante la misma. También se los conoce como “Generosos”.
Un venenciador en una bodega de Jerez. Cortesía del Consejo Regulador D.O. Jerez
La razón estriba en que numerosos fundadores de bodegas en aquella zona gaditana eran ingleses y su principal ocupación era exportar estos vinos sureños a su país de origen, donde tenían gran predicamento. Pero a pesar de contener alcohol añadido, siempre se trata de vino.
Vinos fortificados en España
El alcohol que se adiciona suele oscilar entre un 15 y un 25% y se añade en el proceso de fermentación. Si esto es pronto será más dulce y si se retrasa, saldrá un vino más seco. También cuenta el envejecimiento: a más prolongado serán más secos y viceversa. Una consecuencia clara de haber recibido una dosis de alcohol extra es que son vinos que duran perfectos mucho tiempo después de haber sido abiertos.
Cortesía del Consejo Regulador D.O. Jerez
Además de Jerez, hay otras zonas en España donde se utiliza la fortificación, desde Montilla- Moriles- a pesar de su alta graduación de partida por el clima-, los vinos “dorados” de Rueda (Valladolid), Málaga (donde está el dulce 'Natural', 'Maestro' y 'Tierno'), Condado de Huelva (Pálido y Viejo) y, en algunos casos en L’Empordá (Cataluña) y Lanzarote. En cada caso, la normativa de la zona marca sus propias reglas y la idiosincrasia del alcohol a añadir.
Vocación internacional
Durante siglos los vinos fortificados estuvieron en las mesas más aristocráticas y poderosas y aún hoy siguen teniendo un gran predicamento, principalmente debido a su gran calidad. En Europa destacan zonas como Oporto (Portugal), Banyuls (sur de Francia, una región que limita con Cataluña), Chipre y los Marsala de Sicilia (Italia).
Vinos de Oporto Vintage.
Más allá de nuestro continente, los elaboran en Australia, Sudáfrica y California, aunque no tienen tanto peso específico dentro del sector del vino como ocurre con los países mediterráneos y Portugal. No obstante, este tipo de elaboración, sigue muy presente en las mejores mesas: hay grandísimos vinos de Jerez, Oporto y Marsala que copan los primeros puestos entre los vinos generosos.
Los vinos triunfadores
EnThe Global Fortified Masters (Londres, 2023) han sido tres los vinos españoles que han obtenido galardones, como mencionábamos al principio. Y los hemos sometido a examen.
La Saca – Palo Cortado Centenario (Premio Master)
Altanza ha sido la primera bodega riojana en establecerse en el marco de Jerez. De origen riojano, y con un buen posicionamiento en el mercado riojano, inauguraron la bodega jerezana en 2020. Roberto Amillo, el mayor coleccionista del mundo sobre Jerez y figura muy reconocida, fue el mentor de esta bodega para establecerse en el Marco.
El premiado es uno de esos vinos misteriosos que van para Fino pero se ‘tuercen’ y terminan en Palo Cortado. Uva Palomino 100% y crianza oxidativa en una solera centenaria. Actualmente en el mercado se encuentra la 2ª edición, limitada a 198 botellas. Notas a avellana y nuez, en boca potente, con cuerpo, frutos secos… elegante y armónico. PVP recomendado: 149 euros.
Solera India 25 años (Premio Oro)
Además del galardón para estos dos vinos de Osborne en The Global Fortified Masters, el Jefe de Enología de Osborne ha recibido el premio de “Best Fortified Winemaker 2023” en el prestigioso ‘International Wine Challenge Awards’ celebrado en el Hurlingham Club de Londres.
El oloroso Solera India 25 años (RARE VORS) lleva uva palomino y pedro ximénez. Un vino dulce color caoba, con toques pasificados, mieles… cremoso y elegante en boca, de tonos a licor de café y naranja. Sedoso, complejo (notas dulces y salinas) con una acidez perfecta que le augura un gran futuro. Persistente y largo.
Solera PAP (Premio Oro)
Perteneciente también a Osborne, en 1911 se reservaron seis botas de un envío con destino a Inglaterra. Una década más tarde, debido a la sorprendente evolución de los vinos, se embotelló como homenaje al "Triángulo de Oro" de la región de Jerez. Forma parte de la categoría RARE VORS. PVP recomendado: 214,90 en bodega (50 cl.).
Un amontillado elegante, con notas a roble tostado, expresivo y sabroso (sobresalen las nueces), recuerdos a cacao y final ligeramente abocado. Persistente. Es ideal como aperitivo o como vino de postre.
Vinos fortificados, una forma antigua de hacer vinos que ha llegado hasta nuestros días.
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