Tienen algo especial. Son diferentes y crean tendencia. Por su novedad, por su interés gastronómico, por su originalidad… Tres espacios muy diferentes perfectos para conocer antes de que finalice el año y despedir el 2021 de forma muy sibarita.
Vive un final de año a mesa y mantel en tres lugares que aportan nueva luz al camino de la gastronomía. Su modernidad o su clasicismo, el entorno, la aportación gastronómica… todos tienen algo que decir y dar a la cocina de nuestro país. Hemos estado allí y te lo contamos todo.
Nuevo ‘Food Hall’ Canalejas
Hoy miércoles se inaugura el Centro Canalejas Madrid y en él su impresionante Food Hall, escoltado por dos grandes firmas de lujo como Hermès y Cartier. En lo que fue el antiguo Banesto hoy pasean las bandejas y las copas se llenan de buen vino. Al estilo de Harrod’s en Londres o KaDeWe en Berlín, la ciudad de Madrid ya tiene un espacio con suficiente empaque donde la gastronomía es protagonista.
El chef Rubén Arnanz ( 1 estrella Michelin) trae la esencia de su cocina castellana a la capital, Le Petit Dim Sum del Grupo Chinacrown o un Salvaje, de cocina japonesa fusión. Las ostras de Daniel Sorlut, ibéricos, arroces del icónico St. James… un concepto variado, con muy distintas especialidades, en un bonito espacio de 4.000 m2. Son en total 13 restaurantes con numerosos conceptos creados en exclusiva, a los que en el 2022 se unirán 40 formas de moda, perfumería y alta joyería. Y todo en pleno corazón de Madrid.
Un japonés único en La Coruña
Alabaster y Taberna Arallo les ha dado la fama en Madrid, pero ahora nos hemos acercado a Omakase, otro restaurante del Grupo Amicalia, con sede en La Coruña. Bajo los soportales de la Plaza María Pita hay una pequeña y discreta puerta que pasa desapercibida. Traspásala y te encontrarás dentro de la primera barra de sushi de la ciudad (sólo para 10 comensales). El nombre responde a lo que hallarás: el itamae Adrián Figueroa te irá sirviendo en directo hasta que tú digas ‘basta’. Se trata de confiar y dejarse llevar por él.
Pescados y mariscos de las rías y el Atlántico que se trabajan previamente a través de distintas maduraciones en una cámara a la vista diseñada por Figueroa. Las curaciones de los distintos peces pueden llegar al mes y también se trabajan otras técnicas como el shock térmico de calor sobre su piel o en agua fría, marinados, marcar las piezas con carbón… No es un capricho, mediante estos sistemas se ablanda la textura y surge el quinto sabor, o umami, debido a la mutación de las sales del pescado en azúcares naturales (sin añadir glutamato ni otras sustancias). Una técnica milenaria en Japón que Figueroa aprendió de su maestro Nobuyuri Tajiri, después de trabajar en otros restaurantes europeos.
El menú base consta de 13 pases (45 euros) que pueden ampliarse según los deseos de un cliente que se pone en manos del chef. Niguiris, makis, sopa de miso, alguna carne a la brasa... están siempre presentes y hechos al momento. Si se desea es posible seguir con tempa o kamatoro, los cortes más exclusivos del atún, auténticas vieiras de Cambados, cigalas, etc. El sumiller Andrés Gundín gestiona una carta de vinos de 200 referencias- muchos gallegos o en magnum- que maneja maravillosamente para lograr unas armonías perfectas. Un lujo de restaurante que descubre al comensal un mundo nuevo pleno de sensaciones.
Con vistas al Cantábrico desde Madrid
El hotel Roseewood Villa Magna, completamente rehabilitado y redecorado, esconde entre sus paredes una nueva joyita gastronómica. Es el nuevo Amós, enclavado donde estaba Tse Yang -ahora en la calle Marqués de Villamagna-, en un nuevo comedor de estilo clásico decorado por la interiorista Alejandra Pombo. El chef Jesús Sánchez (tres estrellas Michelin) ha venido a Madrid para traer su deliciosa cocina cántabra, aunque en un estilo muy diferente al Cenador de Amós.
Tradición y alta cocina se ofrecen- por separado- en distintas opciones. El Menú Esencia (87 euros) es el más avanzado con platos como Perfecto de pato sobre bizcocho de aceituna negra. En una carta al uso, llamada Memoria, ofrecen diferentes combinaciones (desde 67 a 47 euros) con especialidades más clásicas como una merluza en salsa verde con berberechos que se puede calificar de ‘histórica’, los callos de Amós o las verduras de invierno con su crema. No falta un “Menú Cuchara”, todo un homenaje a los cocidos cántabros y pensado especialmente para personas que quieran comer más rápido, con preparaciones como garbanzos con callos de bacalao y su lomo confitado, a un precio de 47 euros (sin postre).
Bajo la dirección de Marián Martínez, gran profesional y mujer de Jesús Sánchez, han formado un gran equipo en Amós: Pepa Iriarte es la encargada del recibimiento a los clientes, Tane Martínez la jefa de sala y Mauro Gracia junto a Kevin Suárez, primer y segundo chef respectivamente. Una experiencia plenamente sostenible, que mira a Santander cara a cara con sus mejores productos. Porque no faltan las rabas, el cachón, las anchoas… servidas siempre como aperitivo en cualquier menú. Próximamente tendrán puerta de calle. Y por supuesto, nutrida carta de vinos.
Vivir las distintas experiencias que nos brinda la gastronomía porque, en este campo, siempre hay algo que aprender y disfrutar a placer.
Nota: Ninguno de los restaurantes mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación