Gastrópoli

Los chiringuitos más exclusivos del verano: de Ibiza a Marbella o Sancti Petri

Cocina ligera y fresca, espectaculares puestas de sol, cócteles, ‘camas’ en la playa…¡date un lujo!

Los chiringuitos de nuestro país no siempre fueron como hoy. Aún muchos siguen conservando ese estilo ‘cutre- lux’ cuyo mayor y único lujo era/es su espectacular emplazamiento frente al mar. Y quizás la comida, con un poco de suerte. El mantel de hule, los cubiertos dispuestos en un vaso o las servilletas de finísimo papel eran, en los años 80, las notas predominantes.

Y también tenían su encanto… no se crean. Gritos, jaleo, conversaciones vociferantes y la voz de contralto del camarero mientras pedía a sus compañeros la comanda. ¡Dos tintos de verano y un doble!, ¡Una de ‘pescaito’ y una clara!, por supuesto sobre un suelo repleto de palillos y huesos de aceituna.

Pero todo evoluciona y actualmente el 'tema chiringuito' ha cambiado de forma sustancial. Lugares plácidos, la música más moderna, tumbonas en la playa donde sirven los camareros, diseño en vajillas y cristalería o sofisticadas preparaciones. Su transformación ha sido paulatina pero radical, ¡hasta el cocinero Mauro Colagreco tiene uno en Ibiza!. Son exclusivos dentro de su categoría y hoy, en Gastrópoli, hemos hecho una selección de estos chiringuitos de nueva generación que más destacan en nuestro país.

Brasas ‘Michelin’

Mauro Colagreco es uno de los grandes chefs del mundo. En su restaurante Mirazur (Menton, Francia) posee tres estrellas Michelin- más una ‘verde’ gracias a su apuesta por la sostenibilidad- y son innumerables los reconocimientos recibidos por este cocinero de origen argentino que posee un chiringuito en Ibiza junto a su socio uruguayo Federico Desseno.

Mauro Colagreco en El Silencio de Ibiza.

Gran amante de la cocina mediterránea- su restaurante en Francia se asoma a él a los pies de una montaña- su restaurante ibicenco El Silencio, de la marca icónica parisina, es una de las apuestas de este admirado chef. Situado en el paseo marítimo de Cala Molí, aquí han apostado por una cocina sencilla centrada principalmente en los productos a la brasa (de la que es gran especialista Desseno).

Langostas a la brasa. Foto Daniel Balda.

Utilizando siempre productos de proximidad, ofrecen platos como ceviche peruano con melocotón fresco, chili y lima o aguachile de gambas con manzanas y cilantro. La cocina del fuego se refleja en preparaciones como las gambas a la parrilla y no faltan carnes, como las cocinadas entre cenizas y servidas con chimichurri en un homenaje a Argentina. Posee zona de tapas y de cócteles y es un lugar perfecto para disfrutar de una de las puestas de sol más bonitas de la isla.

Fórmula 'tres en uno'

En la misma isla pitiusa, Alma Beach, ubicado en la cala Port des Torrent, conjuga tres conceptos diferenciados- Sunset, Canalla y Eat is Life-, que comparten escenario en la perfecta recreación de una antigua casa payesa. Ubicado frente al mar, en la primera poseen una oferta gastronómica japonesa y mediterránea en cartas diferenciadas. De los huevos rotos al sashimi de lubina, del arroz de bogavante o la fideuá a los nigiris de anguila, para tomar también en las hamacas situadas en la playa. No falta un DJ con música en directo.

El bonito emplazamiento de Alma Beach. Foto Guille GS.

Alma Eat is Life se descubre como el perfecto tándem entre comida y vida sana. Una oferta gastronómica saludable basada productos locales junto a distintas actividades como yoga o pilates. Siempre con música de fondo.

Una perfecta recreación de una antigua casa payesa. Foto Guille GS.

En Alma Canalla triunfa el estilo gastrobar y su cocina internacional de México a Italia o Tailandia, aunque no falta la fritura de pescado o el salmorejo. Brochetas, hamburguesas, entrecote, tacos o pizzas completan su oferta. Imprescindible tomar algún cóctel como el ‘Moscow Mule’ o el original ‘Jamaica Canalla’, con una base de mezcal.

Pedigrí isleño

Ibiza puede. Mamajuana es la gran novedad de este año y está situado en la playa de Es Canar. (Santa Eulalia). Sin romper la autenticidad arquitectónica de la isla- muros blancos, paja…-, la filosofía subyacente en esta aventura es lograr que los clientes se sientan como en “su casa de la playa”. Hamacas en la arena, cócteles y gastronomía local… no falta el arte de Yica Djuric integrado en el entorno.

Una vista del chiringuito Mamajuana.

El cocinero Fede Barea ha creado una carta muy española en la que las croquetas se solapan con el suquet de rape, los arroces o el pollo payés al vino tinto. Platos apetecibles- como el ‘calamar, sobrasada y berenjena’- y sabrosos de toque nacional, a veces con un twist de otros lares. Poseen un amplio estacionamiento privado, lo que es de agradecer, y precios ajustados para el nivel de Ibiza.

Pescados y vinos

Marbella fue, hace años, una de las primeras en dar luz verde a esos chiringuitos sofisticados de nueva generación que ahora pueblan nuestras playas en los sitios de moda. Y La Milla es un buen ejemplo de ellos. Con vistas al Mediterráneo es uno de los lugares más exclusivos de esta villa y, como tal, se encuentra en plena ‘Milla de oro’ marbellí.

Un arroz del chiringuito de lujo La Milla, en Marbella.

Con pescados y mariscos procedentes de las costas andaluzas, su chef Luis Miguel Menor, ha creado una atractiva carta con opciones como las sardinas al espeto, ostras con salsa holandesa de manzanilla o fritura de ‘salmonetitos’. No se esperen grandes pescados porque, paradójicamente, están ausentes de la carta, aunque sí pueden disfrutar de clásicos de La Milla como el tartar de gamba blanca y crema ibérica o el vaso de ajoblanco con cigala o caviar. Muy buena carta de vinos, con un apabullante capítulo de champagnes, junto a una nutrida selección de etiquetas nacionales y foráneas.

Estilo ‘eco- chic’

Sancti Petri (Chiclana, Cádiz) es otro de los puntos calientes más exclusivos de nuestra geografía en verano. El chiringuito del hotel Vincci Costa Golf - de cuatro estrellas- está situado en la preciosa e inmensa playa de La Barrosa, de arena blanca y fina. Construido enteramente en madera, ofrecen opciones muy frescas como la ensalada de aguacates, tomates de Conil, alga wakame y mozarella.

El arroz caldoso del chiringuito Vincci Costa Golf.

No faltan arroces como el caldoso con carabinero, raciones tan típicas como las papas aliñás o un buen pescado del día. También tienen platos vegetarianos o sin gluten. Brisa marina gaditana pisando arena de la playa y un lugar también perfecto para tomar algo mientras se contempla la puesta de sol. El hotel está en la tranquila urbanización Novo Sancti Petri.

Una selección de lugares únicos, con un lujo relativo como enseña- al fin y al cabo estamos en la playa-, que constituyen un perfecto retrato de los chiringuitos de nueva generación en nuestro país.

Nota: Ninguno de los establecimientos mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística.

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