Ponerse ‘hasta arriba’ pero con fundamento. Buenas materias primas, cuidado en la elaboración, creatividad justificada, equilibrio entre producto y aliños… Hay todo un mundo de cocina ¡Wow!, esa que nos hace soltar esa exclamación, lista para disfrutarla y regodearnos. Es el fast- food bien entendido, que se come con las manos y de recuerdo memorable.
Como en todo, hay que saber hacerlo. Es verdad que el entrecote está muy bueno, pero a veces apetecen lugares sin complicaciones y esas especialidades de comida rápida tan conocidas. Y si se salen de lo habitual y van bastante más allá, mucho mejor. Aquí va una selección de restaurantes, deliverys o food- trucks que no te defraudarán.
Con langosta y a lo loco
El lobster roll está de moda. Y cuidado porque en este campo no todo vale. La langosta es uno de los mariscos de sabor más delicado por lo que conseguir que su sabor permanezca a pesar de los distintos aditamentos es complicado. Un lugar fiable para probarlos y deleitarse es Santa Fé Lobster Roll Bar, en Barcelona. Buena materia prima y una salsa cremosa que es una delicia con una suave mostaza. Pan de brioche tostado en su punto… ¡Wow!, una exclamación que también surgirá con el de panceta, cebolla, salsa teriyaki y piparras. En su carta tienen además una variedad de samms (taco asiático envuelto en lechuga) muy apetecible. Está en Carrer de Santa Fe de Nou Mexic, 18 de la Ciudad Condal.
En Casa Tejada, y ya en el colmo de la exquisitez, Romain Forneil elabora sus rolls con bogavante recién sacados del vivero. Un lugar donde mandan el marisco, el tapeo y las ostras, con numerosas opciones para compartir, bien en el comedor o en su coqueta terraza. Ya en Madrid, en Arallo Taberna su bocadillo de cigalas es rompedor. Un bar puramente gallego, de materias primas llegadas de las mejores lonjas, para extasiarse con su pan de cristal tostado, el crustáceo frito en panko especiado, mayonesa de ajo y kimuchi: ¡olé!.
Food- trucks y más
No podíamos hablar de cocina ¡Wow! sin Dabiz Muñoz. Uno de nuestros cocineros más internacionales, que ostenta tres estrellas Michelin en su madrileño restaurante DiverXO, ha sido el creador del concepto “goxo” en gastronomía. Su restaurante de Barcelona, en el hotel NH Constanza, es el templo del “goxismo ilustrado”: perrito japo-coreano (brioche tostado, salchicha frankfurt ahumada, kétchup de kimchi y trufas negras con yema de huevo cremosa y migas de tempura) o Doble cheese- burger, a base de queso gouda con noodles, yakisoba cremoso de pimientos del mundo, miso y salsa perigourdine de trufas negras, entre otras opciones. Humm…
Sus food-trucks en Madrid causaron sensación en navidades, pero siguen abiertos ¡y a tope!. En la calle Maestro Victoria, 4 está instalado ahora el de hamburguesas, con un repertorio sin igual: hamburguesas de carne madurada de buey (15,50 euros) con aliños muy diversos, desde la mayonesa de chipotles al arroz inflado o noodles. Las patatas fritas, con alioli de jalapeños- lima y salsa brava XO o sus gofres causan furor.
Si eres de los que prefieren los perritos, pásate por la puerta del Gourmet Experience del Corte Inglés de Castellana (Plaza de Manual Gómez Moreno, AZCA) donde los encontrarás. Un voto por el “Chino- chicano” (12 euros) , con salchicha Bratwurst a la brasa, bacon asado y totopos de maíz aderezado con salsa tártara china y salsa barbacoa. De postre las donasXO, rellenas de crema de chocolate con avellanas y rociadas con leche de coco thai. No faltan mojitos. El mundo de Dabiz Muñoz baja a la calle y se la gana. Otras especialidades online a domicilio en en Glovo.
Cocina china 'street- food'
El empresario Roger Chen sigue su estela imparable de aperturas de restaurantes en Madrid: buenos, bonitos y muy ajustados de precio, en su línea de siempre. Acaba de abrir Zen Noodel Bar en pleno barrio de Las Letras y aspira a ser un referente de la mejor cocina china callejera. Noodle bowls, pad thai, cerdo agridulce… En general, platos de la cocina asiática con especialidades japonesas (poseen sushi bar), baos (de pato crujiente), rollitos vietnamitas o langostinos cremosos con mayonesa picante. Posee un precio medio de 18 euros y muchos platos están pensados para compartir en un moderno local de aire nórdico. Una cocina asequible e informal abierta ininterrumpidamente desde las 12,30 hasta las 23,30 horas. No falta delivery.
Hamburguesas en su punto
Crujientes, sabrosas, suculentas… las hamburguesas de Frankie Burgers se inspiran en las primeras hamburgueserías estadounidenses de los años 50. Buenas materias primas y el justo punto de aliños y aditamentos. No es fácil conseguir este equilibrio, pero en este nuevo local de la calle Ponzano 46, su segundo local, lo bordan. La ‘estrella’ de la casa es la Frankie Cheese Bacon (9,90 euros) que lleva los mejores cortes de vacuno de raza, bacon ahumado al natural, quesos nacionales y, como siempre en esta casa, pan brioche. También las hay con chili casero, receta propia de miel- mostaza, guacamole… y no falta una opción vegetariana, la “Antiburger” (sin carne y a base de verdura). Siempre se acompañan de unas primorosas patatas gallegas, cortadas a mano cada día. Todo en un espacio joven y fresco. Poseen terraza y delivery en Glovo, Just Eat y Uber Eats.
Pizzas ‘paulistas’
Desde Sao Paulo nos llega la fórmula de estas pizzas, una fusión entre las napolitanas (más ‘aireadas) y las romanas, tan crujientes. Con masa elaborada a base de harina ecológica Caputo, de calidad 00, más refinada que la de grano duro y recomendada para masas blancas y largas fermentaciones. San Paolo Pizza Bar es la feliz unión entre la familia Iglesias, propietaria del Grupo Rubaiyat- restaurantes famosos por sus carnes- y Deco Lima, creador de las pizzerías Bráz, las más famosas de Brasil.
Un nuevo estilo de pizza cocidas en un horno Izzo eléctrico- la joya entre los de su género- y a base de ingredientes de pequeños productores, desde tomates San Marzano a mozzarella artesanal. Quince pizzas a elegir, entre ellas la “Rúcula” con la verdura, stracciatella de burrata y tomates semisecos o la “Norma”, a base de berenjena, ricota seca rallada y albahaca. Las ‘pizzas blancas’, sin salsa de tomate, también son otra opción, como la de mortadela con burrata y crujiente de pistacho. Y de postre, los famosos cannolis italianos rellenos de crema de pistacho, entre otras opciones. Entre los antipasti, caponata siciliana o albóndigas con salsa de tomate y albahaca acompañadas de focaccia. Breve pero cuidada carta de vinos y cócteles.
Gastronomía sin fronteras para disfrutar de un fast- food bien hecho, único y muy especial.
Nota: Ninguno de los restaurantes o deliverys mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación