Gastrópoli

Las mejores bebidas para el aperitivo: esas elecciones que van más allá de lo habitual

De los amargos ‘bitters’ al oporto más indicado o los anisados… grandes familias líquidas para esta hora mágica

Petisco portugués, mezze griego, zakuski ruso… el aperitivo es un rito universal. Y no faltan distintas bebidas, digestivas usualmente y con un punto de originalidad, para disfrutarlo a conciencia. El vocablo latino aperire, que significa “abrir”, ha dado lugar a la palabra en castellano, algo lógico porque esa es su función: abrir el apetito.

No obstante, es importante no abusar del alimento sólido, ya que una cantidad exagerada de comida anularía el hambre a la hora del almuerzo. Curiosamente en Italia- cuna del vermut-, se toma última hora de la tarde, habitualmente a la salida del trabajo.

Los vinos blancos, tintos o rosados, hacen siempre una excelente función a la hora del aperitivo y, desde luego entre ellos, también los vinos de Jerez. Pero en esta ocasión los hemos obviado para hacer un viaje por el mundo y esas grandes familias de bebidas diferentes, perfectas para degustar previamente a la comida. Con una sola excepción: el champagne como elixir óptimo para degustar en ese momento. 

Bitters

Una gran familia (destilados o infusionados) cuya característica más destacada es su amargor, logrado a partir de la maceración de determinadas raíces, flores o hierbas, como la genciana. Campari, Fernet- Branca y Aperol son los tres más destacables de estas bebidas que, por su gusto acre, despiertan el apetito. El Aperol, mezclado con prosecco, cava o vino blanco ha dado lugar al popular cóctel ‘Spritz’, de origen veneciano (tb. denominado rosso). El Negroni- a base de Campari, ginebra y vermouth rojo- también es un cóctel muy apropiado para antes de comer.

El 'Spritz' es perfecto para el aperitivo por su ligereza y amargor. Unsplash.

Pastis

De la misma familia de anisados que el ouzo griego, el pastis es un aperitivo habitual en tierras galas, original de la zona de Provenza y Marsella. Un destilado que triunfó al ser prohibida en Francia la absenta. Se bebe mezclado con agua en una proporción de 1 y 6 respectivamente. A veces se le añade jarabe de menta (perroquet) o fresa (rourou). Resulta similar a la “palomita” española, a base anís dulce y agua, aunque ésta se degustaba en meriendas con rosquillas.

Champagne

Es el aperitivo por excelencia. Y siempre seco, mejor Brut o Brut Nature. Las finas burbujas del espumoso y su carácter seco resultan sumamente digestivas. Ya hace tiempo que llegan a España champagnes de petits vignerons, pequeños agricultores que comercializan sus propios champagnes en ediciones limitadas y con magnífica relación calidad precio. Los de las grandes casas mantienen su calidad y características, a veces deslumbrantes en añadas especiales.

El champagne es el aperitivo por excelencia. Unsplash.

Oporto

Es el vino portugués por excelencia, con la Denominación de Origen más antigua del mundo. Para el aperitivo se toma el blanco joven (elaborado con uvas blancas) y, desde luego, seco (los dulces van mejor a los postres). Lo ideal es degustarlo frío, incluso con hielo, rodaja de limón y un poco de tónica: es el denominado Port Tonic, sumamente refrescante.

Vermut

Creado en Turín, es un vino macerado con hierbas, que los italianos toman en sus aperitivos vespertinos al salir del trabajo. En España es común a la hora del aperitivo, degustado con hielo, rodaja de naranja y selz al gusto. Además de las marcas más conocidas (Martini, etc.)  en España, hay grandes referencias como Yzaguirre (Reus) o el madrileño Zarro. Muchas bodegas comercializan sus propios vermuts, como el original La Copa Reserva (González Byass), envejecido durante 12 meses en botas de roble americano envinadas con olorosos durante dos años. Martínez Lacuesta tiene vermuts envejecidos en barricas de roble francés.

Todo un clásico como aperitivo. Pixabay.

Ginebras

Es innegable que la ginebra es muy digestiva y nada mejor que un destilado obtenido a partir de la uva, como la española Gin Xoriguer (Menorca) para demostrarlo. En la isla es muy usual tomarla antes de la comida.  Sumamente aromática y con personalidad, es perfecta para tomar sola con hielo, con un poco de tónica o ginger- ale. Abre el apetito y entona.

Cervezas artesanas

Más allá de la típica ‘cañita’, las cervezas artesanales son tendencia en este momento. Rubias, tostadas, negras… en la variedad está el gusto y nuestro país ahora va más allá de la pilsen y las grandes cerveceras. Denominadas “cervezas de garaje”, por su elaboración en pequeños espacios usualmente y en ediciones limitadas, actualmente hay gran variedad de ellas con indudable calidad. Incluso algunas, como La Sagra, acostumbran a sacar ediciones especiales en Navidad, en otoño (con calabaza)…La firma DouGall’s, de Cantabria, también posee un buen repertorio de variedades.

Que nunca falte la buena costumbre del aperitivo y, sobre todo, convenientemente acompañado por la bebida idónea.

Nota: Ninguno de las marcas mencionadas se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.

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