En España el rey es el roscón, ese bollo de forma ovalada o redonda, que todas las Epifanías preside las mesas españolas. Pero más allá de nuestras fronteras hay muchos otros dulces típicos de las fiestas navideñas. A la consigna de ‘¡Más azúcar!’ se celebra la Navidad en toda Europa.
Pero antes de cruzar fronteras y si eres aficionado a los roscones, hay tres opciones distintas para este año que no te puedes perder. Los hemos probado y te garantizamos que no fallan: cuidadosas elaboraciones, ingredientes naturales, originalidad en muchos casos… Los tres son de ‘10’y, para disfrutarlos, es imprescindible encargarlos con antelación.
Como gran novedad de este año está el roscón relleno del Brasserie- Panadería The Omar, regentado por la gran familia de La Ancha en el hotel cinco estrellas Thompson. No te los pierdas, muy especialmente el que va relleno de nata de violetas en homenaje a Madrid. Una delicia total, aunque también los hay rellenos de dulce de leche o tarta de queso Fismuler... Pedidos en el teléfono 910621279.
En El Horno de Babette cada año se superan. Y lo decimos con conocimiento de causa porque les seguimos desde que empezaron. Llevan ya dos lustros elaborando su roscón sin concesiones: masa madre, lentas fermentaciones, ingredientes de máxima calidad y naturales… La ceramista Bárbara Acosta prepara las sorpresas. Por supuesto, imprescindible reservar con un día de antelación.
Por último Madreamiga también sube puntos en el ranking. Un roscón jugoso, perfecto de azúcar sin llegar a ser empalagoso y únicamente decorado con rodajas de naranja confitada. Nada de químicos o industriales, sino huevos camperos gallegos, harina de Huesca, almendras Marcona…Todo el año elaboran las ‘bolas de roscón’, en porciones individuales para que nadie se prive fuera de temporada.
La fiebre del 'panettone' en España
En Italia el panettone es el dulce tradicional de estas fechas de enero aunque en estos últimos años se está imponiendo en España, donde se ha desatado una 'fiebre' inexplicable por este dulce original de Lombardía. El maestro pastelero Paco Torreblanca lo trajo a nuestro país hace muchos años como gran novedad de su obrador alicantino y durante largo tiempo fue considerado una rareza: hoy en día casi se equipara en ventas al roscón en España, como explicamos en Gastrópoli.
A este “pan grande”, se dice que su forma imita la cúpula de San Pedro, se le añaden uvas pasas, frutas, chocolate, crema, cidra confitada... Diversos ingredientes a gusto de cada pastelero aunque en la zona norte, se suele agregar vino de Marsala y en Nápoles nunca falta la naranja confitada, entre otras versiones.
Christmas Pudding
También denominado Plum Pudding, es toda una institución en Gran Bretaña. Se trata de un consistente pastel de frutas que se prepara con semanas de antelación. Su antecedente es el porridge de ciruelas que, poco a poco, fue adquiriendo más densidad al comenzar a cocer la masa envuelta en un trapo.
Una vez cocido, se colgaba en un lugar aireado para dejarlo reposar al menos una durante una quincena. El ingrediente diferenciador es el sebo de ternera: un auténtico Chistmas pudding así lo exige, aunque la versión light lo sustituya por mantequilla.
Pan dulce alemán
El stollen, pan de Navidad típicamente germánico, era elaborado en sus orígenes con agua, avena y aceite, para siglos después enriquecerse con mantequilla, leche y frutos secos; su peculiaridad es que va completamente cubierto de azúcar glas, dicen que para asemejarse al niño Jesús envuelto en pañales.
Los más famosos son los Dresdener Stollen (Dresden) que reposan durante un tiempo en sitio fresco para que las frutas traspasen al bollo aroma y sabor, aunque hay numerosas variantes por toda Alemania.
En nuestro país, el pastelero Paco Torreblanca también lo elabora tradicionalmente todos los años por estas fechas y está en venta en su página web junto a sus famosos panettones. Muy popular es también el mazapán alemán de Lübeck, hecho con almendras, azúcar y agua de rosas, con él se hacen tartas torneadas como espectaculares ramos de flores.
Tronco de Navidad, nougat…
De Francia llega el Tronco de Navidad o Bûche de Noël, un brazo de gitano relleno de crema y cubierto de chocolate con estrías que imitan el tronco de un árbol. Y, desde luego, la galette des rois, torta de hojaldre rellena de frangipan, crema de almendras y pastelera mezcladas.
El nougat es otro de los grandes dulces galos. Comenzó a elaborarse en el pueblo de Montélimar y en 1778 monsieur Miche fundó la primera fábrica. Se la añade clara de huevo y, en ocasiones, limón, naranja, pistachos o avellanas.
También de origen francés y especialmente navideño es el pan de especias (pain d’epíces), a base de miel, anís y jengibre entre otros ingredientes; se acompaña de crema pastelera o también de salados como el foie- gras.
Galletas de jengibre
En Escocia nunca faltan los dundee, bizcocho con frutos secos y pasas de estilo plum- cake, mientras que los kosonaks son típicos de Rumanía: de masa similar al roscón, tienen forma de trenza y se hacen en molde rectangular.
Los Países Bajos hacen los honores a San Nicolás preparando las speculaas : galletas compactas de especias (entre ellos el jengibre) y a veces con forma de monigote que reciben los niños que se han portado bien durante todo el año.
La masa básica de estos dulces, muy extendidos también en Bélgica y Alemania, es una pastaflora con canela y sazonada con especias, horneada en diversas formas – personas, animales, plantas...- que luego suelen colgarse en el árbol de Navidad. Muy típico también del país de los tulipanes es el rico pan de miel, de forma rectangular y fragante sabor a naranja y cidra.
Roscones, distintos dulces europeos... todo un abanico de delicias navideñas de distintos orígenes en los que el azúcar no falta como denominador común.
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