El mundo de los vinos de Jerez es amplio y muy especial. Pero también único. Desde su método de crianza por soleras y criaderas- llamada 'biológica'- a esos stocks que tienen que soportar económicamente las bodegas, años y años en la mayoría de los casos, hasta que el vino está perfecto para salir al mercado.
No siempre se ha reconocido lo suficiente estos méritos, mientras un mercado apático y poco conocedor- más allá de Andalucía-, no entraba del todo en la rueda del consumo: la revolución del vino en los años 80 los dejó en la sombra por ya conocidos. Y, reconozcámoslo, para comer eran quizás demasiado pesados.
Nuevos caminos del Jerez
Afortunadamente, hace unos diez años esto comenzó a cambiar y las cifras empezaron a subir. Los jóvenes elaboradores tuvieron mucho que ver con esto: abrieron nuevos caminos, aligeraron y renovaron la oferta. A la vez, instituciones y bodegas se preocuparon por prescriptores como cocineros, sumilleres o periodistas para lanzar su mensaje. Y con resultados.
A este respecto, en España hay buenas noticias: las denominaciones de origen Manzanilla- Sanlúcar de Barrameda y Jerez- Xérèx- Sherry, en Cádiz, incrementaron sus ventas durante el pasado año un 20% según datos del Nielsen, empresa líder global en medición de consumo. Unas tierras que aglutinan a 1.750 viticultores y unas cien bodegas situadas en el denominado “Marco de Jerez”.
Un vino de Jerez para cada momento
Estamos delante de auténticas joyas que abarcan distintas elaboraciones y estilos. Vinos seculares que gozan de espectacular reconocimiento más allá de nuestras fronteras, con el Reino Unido como mercado histórico por excelencia y líder en importaciones.
Versátiles y de muy distintos tipos, conforman un universo vinícola amplio y seductor. Equiparables en cuanto a calidad a Champagne o Borgoña, existen diez tipologías de vinos de Jerez, uno para cada momento. Desde el aperitivo a los postres, de la manzanilla al Pedro Ximénez.
Uso y protocolo
No siempre es obligatorio el catavinos para su degustación: las últimas tendencias aconsejan disfrutarlos en copas tipo burdeos e, incluso borgoña, ya que así se perciben mejor sus características a la hora de tomarlos. Eso sí, es imprescindible servirlos frescos o fríos, según el estilo de vino que vayamos a tomar. Desde los 7º la manzanilla o el fino (hay que pensar que tomarán más temperatura en la copa) hasta los 14º de dulces como Pedro Ximénez o moscatel.
En esta ocasión hemos seleccionado y catado tres vinos jerezanos muy diferentes, desde un fino fuera de serie a una manzanilla ligera o un amontillado muy especial.
1) Fino Tradición
Bodegas Tradición/ D.O. Jerez- Xérèx- Sherry
PVP recomendado: 30 euros
El fundador de la bodega, Joaquín Rivero, decidió hacer un fino muy especial en la única bodega del Marco de Jerez centrada únicamente en VOR y VORS, los más viejos (20 y 30 años en madera, que esta casa supera en tiempo). Su hija Helena ha seguido la tradición de este vino sorprendente y único. Posee una larga crianza biológica bajo velo de flor en botas de roble americano mediante el sistema de soleras y criaderas.
De uva palomino fino 100%, su tono dorado ya adelanta su complejidad e intensidad, unas características escasas en este tipo de vinos. Maduro (notas salinas deliciosas) y muy seco, es un fino absolutamente exclusivo y de producción limitada que, incluso, hará un excelente papel como trago largo. Un vino que son palabras mayores, para paladearlo lentamente y captar todas sus bondades. Una copa de este fino acompañado de unas buenas salazones (huevas, mojamas…) nos puede llevar al cielo.
2) Amontillado Viña AB
B. González Byass/ D.O. Jerez- Xérèx- Sherry
PVP recomendado: 11 euros
Un vino que se hizo famoso por viajar en dos medias botas a bordo del buque Juan Sebastián Elcano en una travesía que conmemoraba la primera vuelta al mundo realizada hace 500 años por Magallanes. En su segundo periplo, AB “Estrella de los Mares” llegó a puerto ya “mareado”, una costumbre que en tiempos pasados era muy común y provocaba la aceleración de la maduración. Todo un éxito sin comercializar aún que comenzará a embotellarse en septiembre.
Aunque sin ese viaje tan especial y exclusivo, sí podemos probar el Amontillado Viña AB, ya que forma parte de la oferta de González Byass habitualmente. Las uvas recién llegadas a la bodega se prensan suavemente y sólo se utiliza el mosto yema, el más elegante y delicado. Pasa cuatro años en botas de roble americano siguiendo el tradicional sistema de soleras bajo levadura, hasta que se pasa a crianza oxidativa en la solera. Una media de 12 años de crianza para este amontillado joven, sutil, con notas a madera, equilibrado y toques de frutos secos.
3) Classic Dry Manzanilla
B. Fernando de Castilla/ D.O. Jerez- Xérèx- Sherry
PVP recomendado: 10,40 euros
Una de las bodegas más prestigiosas del Marco de Jerez. Fundada en 1837 y ubicada en el casco histórico de Sanlúcar de Barrameda, su gama Classic reúne una colección de distintos vinos jerezanos- desde fino a Pedro Ximénez- elegidos entre las mejores soleras.
Una manzanilla joven, elaborada con palomino fino cultivado en viñedos situados a 80 metros sobre el nivel del mar, en un clima cálido con importante influencia del Atlántico. Encabezado al 15%; está elaborado por el sistema de criaderas durante tres años. Seca y afrutada, de tonos minerales, punzante y muy viva en boca. Ligera y agradable.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
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