Gastrópoli

Vinos naranjas: descúbrelos para estar al día… vuelven pisando fuerte

Una elaboración antigua y actualmente recuperada con éxito que ampliará la gama de blancos en el mercado

Ni están hechos con naranjas ni el arcoíris ha llegado al mundo del vino. Son etiquetas muy especiales, para los que se sigue un protocolo determinado y ahora están de moda entre los entendidos. Es verdad que en la D.O. Condado de Huelva producen unos vinos en los que se sumergen cáscaras de naranjas amargas, pero esa es otra historia muy diferente.

De forma ortodoxa, se denominan ‘vinos naranjas’ a aquellos blancos en los que el hollejo de las uvas macera en los mostos durante un tiempo más largo del habitual. El tiempo de inmersión puede variar de un bodeguero a otro- desde una quincena a meses-, por lo que sus tonalidades pueden oscilar entre el dorado y el naranja intenso. De ahí su nombre. Actualmente es llamativo ver como, aunque eran prácticamente anecdóticos, cada vez más bodegas los están comenzando a elaborar.

La crianza, como veremos, puede realizarse en ánforas- como se hacía secularmente- o bien en barricas o tinas de madera. Son vinos muy particulares, sumamente secos, tánicos y de gran estructura, algo que los hace perfectos como “vinos gastronómicos”. Originariamente se trató de una técnica muy antigua para evitar el deterioro del vino: el contacto con las pieles ayuda a su conservación en el tiempo (por el aumento de los sulfitos de manera natural).

Recobrar la tradición

Se piensa que los vinos naranjas surgieron en Georgia, donde se supone que se elaboró el primer vino hace unos 9.000 años; allí fueron encontradas las semillas de uva más antiguas hasta la fecha, así como hojas de vid petrificadas. Más tarde, fueron vinos propios de la cuenca mediterránea (Francia, Italia, España…), aunque también se hacían en Austria y otros países eslavos, desde la mencionada Georgia a Eslovenia.

Son vinos de color anaranjado.

Con el paso del tiempo fueron olvidados, pero parece que ha llegado el momento de su recuperación. En España, algunos bodegueros han recobrado esta tradición ya que, bien hechos, son vinos originales y de calidad. Aunque es un movimiento aún en fase inicial, están de moda entre los conocedores y, lo más importante, amplía el abanico de vinos blancos del mercado.

Blancos gastronómicos

Gastronómicamente, son ideales para guisos de pescado (como el suquet o el bisque de mariscos), quesos maduros de cabra y platos orientales que lleven curry o salsas agridulces (con éstas harán un feliz contraste). También con carnes blancas como ternera y aves, desde el pollo al pavo. Incluso con caza menor, si no van con salsas muy fuertes, harían buena pareja.

Hemos seleccionado tres etiquetas muy diferentes, desde una novedad recién salida al mercado de tierras gerundenses a un albariño naranja gallego y otro llegado desde la provincia de Cuenca. Los tres tienen mucho que aportar.

1) Tardor 2021

Bodegas Terra Remota/ Vino de Mesa

PVP recomendado: 60 euros

Es la última novedad de esta bodega, caracterizada por sus originales vinos. En esta ocasión, no ha sido menos: un blanco naranja elaborado a base de chenin blanc y garnacha blanca, de cepas ubicadas en la parte alta de la finca y cultivadas en ecológico. Su calificación de “Vino de Mesa” ha sido decisión de la casa, encuadrada habitualmente en la D.O. Empordá Costa Brava. Los hollejos maceran durante 15 días y, para lograr una delicada extracción, se realizan pisoneos manuales. Se ha criado durante 6 meses en barricas de roble francés de 500 litros con sus lías. Un vino brillante, dorado- anaranjado, aromático (frutas de hueso, flores)… Es complejo, equilibrado y con un punto tánico que le da carácter. Tiene volumen en boca, es largo y de notas yodadas. Son sólo 700 botellas. Elegantísimo… una delicia total.

El nuevo Tardor.

2) Komokabras Tinalla 2020

Adega Entre os Ríos/ V.T. Barbanza e Iria

PVP: 18 euros

La filosofía de esta bodega es el máximo respeto por el paisaje y la naturaleza. Sus vinos reflejan el terruño y este albariño 100% elaborado como vino naranja no es menos. El mosto macera con las pieles de las uvas durante 5 semanas y más tarde se cría unos 10 meses en tinajas de barro de 300 litros. Es brillante, aromas a frutas (membrillo, manzana, especias…), gran estructura y carnosidad en boca, lo que no es muy habitual en un blanco, pero esta elaboración lo favorece. Equilibrado, con la acidez bien integrada y sutiles tonos amargos.

Komokabras.

3) Oveja Naranja 2021

Bodegas Fontana/ D.O. Uclés

PVP recomendado: 11,90 euros

Una bodega familiar inaugurada hace más de treinta años, en la que la familia Cantarero ha iniciado recientemente una zonificación de sus viñedos (micro- terroirs). Espíritu emprendedor que también les llevó a elaborar este vino conquense a base de gewürztraminer y moscatel de viñas propias. Una etiqueta ecológica y vegana para un blanco que maceró con sus pieles durante 4 meses. La oveja de la etiqueta es una reivindicación de las tradiciones y riquezas locales. De color ámbar, es intensamente aromático (frutas y hierbas mediterráneas). Fresco en boca, con estructura y un punto final salino. De cuerpo medio.

El nombre del vino reivindica las tradiciones de la zona donde se elabora.

Tres vinos naranjas de distintas zonas de España, elaborados con muy diferentes uvas, con el común denominador de su elaboración. Otro tipo de blanco es posible y viene pisando fuerte.

Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.

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