Fríos, refrescantes... Los vinos rosados siguen escalando posiciones. Atrás quedó la manida frase de “El mejor rosado, un tinto”, tan injusta en ocasiones. Es verdad que antes de la revolución enológica producida en nuestro país en la década de los 80, eran los grandes olvidados de las bodegas y se primaban tintos y blancos en cuanto a cuidados en las elaboraciones.
Pero ese tiempo ya pasó y los rosados se han situado en primera línea como vinos frescos, interesantes y poliédricos en matices. Las bodegas los cuidan y muchas de ellas lanzan nuevas referencias como elemento importante para completar su gama de vinos. Hay distintos tipos de rosado, como ya analizamos en Gastrópoli , pero la última tendencia entre ellos sigue inamovible: triunfan los de color rosa pálido estilo provenzal.
Las características del rosado- más ligero que un tinto, pero con mayor potencia y cuerpo que un blanco- lo sitúa en un apetecible segmento para el consumidor a la hora de acompañar la comida, muy especialmente ahora en verano por su carácter refrescante.
Por otra parte, cuentan con la gran ventaja de abarcar una amplia gama de posibles maridajes (quesos, pastas, cocinas orientales…) y es perfecto para los arroces, tan solicitados en estos chiringuitos y restaurantes durante esta temporada de calor y vacaciones.
Frontaura& Victoria Rosé 2021
Bodegas Frontaura/ VT de Castilla y León
Una bodega surgida de la unión de dos, Frontaura (Toro) y Nexus en Pesquera de Duero (Valladolid), con más de 150 hectáreas de viñedo propio. En la primera se elaboró y embotelló este vino, con un coupage de tinta de Toro (80%), 15% syrah y un 5% de uva verdejo. Una singular combinación que da lugar a un excelente rosado, de aromas limpios y con fuerza, fresco, de notas cítricas y con mucha fruta. Es una edición limitada a 15.000 botellas. Delicioso por su ligereza y, a la vez, presencia. Equilibrado y personal.
Gran Torondos Clarete 2020
Bodega Cooperativa Cigales/ D.O. Cigales
PVP recomendado: 11,30 euros
Bonito color rosado con ribetes anaranjados, lo que no significa que el vino esté oxidado, porque en cata está en forma. Un clarete con personalidad elaborado por una cooperativa en la D.O. Cigales, tierra de rosados históricamente. Está creado a partir de uvas blancas y tintas mezcladas en los majuelos y, en la misma proporción, se vinifican. Lo más llamativo de este rosado es que maduró en depósitos subterráneos de hormigón. Es aromático y singular en nariz. Potente y recio en boca con un final algo dulzón, aunque un punto demasiado alcohólico, lo que difumina el frescor que promete en nariz.
Runrún 2020
Bodega Family Vineyards Tinedo/ VT de Castilla
PVP recomendado: 12,40 euros
No es exactamente un rosado, en realidad es un blanco, aunque su color coincida plenamente con nuestro tema de hoy. Precisamente por esta peculiaridad está aquí, aunque realmente en boca es un blanco de arriba a abajo. La razón de esta rareza ha sido buscar la originalidad: ha fermentado con los hollejos durante 6 meses en barricas francesas previamente utilizadas en vinos tintos, lo que le ha dado el color piel de cebolla y cierta tanicidad. Un coupage de Moscatel (45%), Roussane (30%) y Sauvignon Blanc (25%) que dan lugar a un vino fresco, frutal y diferente que se encuadra dentro de los ‘Vinos de Parcela’ de la bodega. Un vino orgánico muy especial y a tener en cuenta, del que solo hay 2.000 botellas.
Dos vinos rosados y un tercero que se suma a ellos por su original color. Cualquiera de los tres será perfecto para tomarlo muy frío y disfrutar de ellos.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.
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