Conseguir un primer empleo es, al mismo tiempo, el gran proyecto y la gran preocupación de miles de jóvenes españoles a medida que se acerca el final de sus estudios superiores. Y es que en un país en el que, según los datos del INE, la tasa de desempleo juvenil se encontraba en el 28,36% al final del 2023, una de las más altas de Europa, desbloquear la puerta de acceso al mundo del trabajo a las nuevas generaciones se ha convertido en una de las grandes prioridades sociales.
Ese primer contacto con el mundo del trabajo puede definir el rumbo de la carrera de un futuro recién graduado. Le permite empezar a familiarizarse con los códigos y rutinas de los entornos profesionales, poner en práctica en proyectos reales parte de lo aprendido durante los años de estudio y seguir creciendo en ese otro gran entorno de aprendizaje que supone el mundo laboral. Y también representa dar ese necesario paso de madurez que para toda persona implica comenzar a ganar su propio dinero.
Desbloquear la puerta de acceso al mundo del trabajo a las nuevas generaciones se ha convertido en una de las grandes prioridades sociales
Eso por lo que se refiere al presente, pero también de cara al futuro esa primera experiencia puede marcar la diferencia. Por un lado, porque brinda a estas personas la oportunidad de comenzar a tejer una red de contactos profesionales que no dejará de crecer a lo largo de su futura carrera. Y, sobre todo, porque les permite inaugurar la casilla de “experiencia laboral” en su currículo, un paso decisivo a la hora de acceder a nuevos trabajos en el futuro.
Prácticas de verano
Las prácticas de verano pueden ser una excelente fórmula para romper esa barrera que separa a los jóvenes del mundo laboral, además de una situación win-win para todos los implicados. Para los estudiantes porque les proporciona una primera experiencia laboral mientras todavía están estudiando y para las universidades porque les facilita una forma efectiva de contribuir a la empleabilidad de sus futuros egresados, además de una vía para estrechar sus relaciones con el mundo empresarial. Así como para las empresas porque les aporta un refuerzo para esos meses en los que las plantillas están más debilitadas a causa de las vacaciones de verano y un más que interesante caladero de talento joven del que nutrirse en el futuro.
Las prácticas de verano pueden ser una excelente fórmula para romper esa barrera que separa a los jóvenes del mundo laboral
Consciente de la importancia que para la carrera de una persona tienen esos primeros pasos profesionales, Banco Santander despliega diferentes programas e iniciativas cuyo objetivo es precisamente ayudar a los jóvenes a tomar contacto y vivir sus primeras experiencias en el mundo laboral.
Este año más de 1.300 estudiantes de distintas universidades españolas podrán beneficiarse de los programas de becas respaldados por Banco Santander para realizar prácticas profesionales a partir de este verano. En total, la entidad destina este año más de 1,8 millones de euros a financiar estos programas, una dotación que servirá para la remuneración de prácticas curriculares o extracurriculares en pequeñas y medianas empresas, administraciones públicas, ONG o en las propias universidades. De esta forma, se busca favorecer el contacto de estos jóvenes con la realidad laboral y la aplicación de los conocimientos y titulaciones que se están cursando o acaban de finalizar.
Como señala la directora de Santander Universidades y Universia España, Susana García Espinel, “nuestra principal motivación es contribuir a mejorar las perspectivas profesionales de las personas, y por ello hemos querido reforzar el apoyo a las prácticas profesionales y el acceso a la formación a lo largo de la vida, fundamental para dar respuesta a un entorno tan dinámico como el actual”.
Más de 1.300 estudiantes de distintas universidades españolas podrán beneficiarse de los programas de becas respaldados por Banco Santander para realizar prácticas profesionales a partir de este verano
Los programas
Algunos ejemplos de los programas a los que se puede acceder y aplicar a través de Santander Open Academy son:
- ‘Empleamus’. Este programa de la Universidad de Sevilla, abierto hasta el 16 de septiembre, ofrece 650 plazas de prácticas en empresas durante un máximo de 6 meses y una remuneración total máxima de 1.500 euros.
- Prácticas Rurales Sociosanitarias. Coordinado por la Universidad de Murcia, está abierto hasta el 21 de julio y ofrece 109 vacantes y una remuneración de 550 euros en un mes.
- Prácticas de Acción Social y Cultural. También de la Universidad de Murcia, ofrece 20 vacantes y una remuneración de 600 euros.
- Prácticas Curriculares. Se trata de un programa de la Universidad a Distancia de Madrid con 26 vacantes y una remuneración de 500 euros en un mes.
- ‘Mundus’. De la Universidad Católica de Valencia, cuenta con 23 vacantes para prácticas internacionales durante un máximo de 3 meses y una remuneración entre 400 y 500 euros al mes.
Además, Banco Santander tiene previsto reforzar el año próximo su ayuda al colectivo de los estudiantes de últimos años con un nuevo programa, ‘Becas Santander | Complemento a Prácticas Profesionales’, con 5.000 becas de 500 euros para sufragar los gastos derivados de la realización de prácticas profesionales, externas o de formación complementaria en los departamentos de las propias universidades.
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