Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan aquellos que quieren iniciar un negocio es la financiación. Un inconveniente que se acentúa en aquellos para los que el emprendimiento es la única forma que tienen para salir adelante y no cuentan con acceso a los servicios financieros básicos. Para ellos, las entidades financieras juegan un papel esencial.
El emprendimiento es uno de los principales aliados para las personas que se encuentran en riesgo de exclusión financiera. Lo que para unos se presenta como una oportunidad de ambición personal y profesional, para otros se convierte en algo esencial para sobrevivir y salir adelante. Circunstancias muy diferentes que, sin embargo, tienen algo en común, la necesidad de contar con financiación.
A pesar de las circunstancias del momento, en España, según datos de la empresa especializada en Pymes, PA Digital, el 36% de los ciudadanos en edad laboral considera que este es el momento de iniciar su propio negocio. Para ellos y para todos los que quieran aventurarse en el mundo del emprendimiento, Banco Santander pone a disposición de sus clientes programas sobre educación financiera, asesoramiento y productos de financiación para la creación y mantenimiento de un negocio. Un apoyo que la entidad adapta a las peculiaridades de cada mercado en los que opera, ya que en cada uno de ellos se vive una realidad diferente.
Inclusión financiera: el impulso clave para aquellos que más lo necesitan
Así, en pleno siglo XXI el Banco Mundial cifra en más de 1.700 millones las personas en el mundo que no tienen acceso a servicios financieros básicos, lo que provoca que buena parte de la sociedad no consiga progresar y se estanque.
Es por eso que desde 2010, más de 55 países se han comprometido a implementar programas para fomentar la inclusión financiera, y más de 30 de ellos han puesto en marcha o están preparando una estrategia nacional al respecto. Las investigaciones realizadas en el Banco Mundial indican que el ritmo y el impacto de las reformas aumentan cuando un país aplica una estrategia nacional de inclusión financiera.
América Latina es una de las regiones más afectadas en este sentido, con alrededor de 300 millones de personas en situación de exclusión financiera, y donde la compañía tiene puesto el foco con proyectos de inclusión, como Tuiio en México y Prospera en Brasil.
Tal es la importancia de la inclusión financiera, que se encuentra dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que promueve Naciones Unidas (ONU). La entidad presidida por Ana Botín es una de las que trabaja de forma incansable para contribuir a la consecución de estos objetivos.
Y, aunque todavía queda trabajo por hacer, vamos por el buen camino. Los últimos datos facilitados por el Banco Mundial señalan que a junio de 2016, las operaciones de financiación ascendieron hasta los 4.000 millones de dólares en compromisos y otros mil millones más en operaciones de tramitación. Desde junio de 2012, su labor ha permitido dar acceso a servicios financieros a más de 70 millones de personas, microempresas y pymes.
La labor de las entidades privadas
Por su papel de agente de cambio social y su posición dentro del conglomerado económico mundial, las entidades privadas tienen una importante misión: comunicar, enseñar y facilitar el acceso a los servicios financieros básicos.
Y es que algo tan sencillo como abrir una cuenta o dar un crédito pueden ser decisivos para muchas personas que están en riesgo de exclusión, como es el caso de Mercedes Cruz Hilpas, una cocinera mexicana que durante el confinamiento puso en marcha un pequeño negocio junto a su suegra para preparar comida casera y su posterior reparto a domicilio en bicicleta dentro de su comunidad.
A Mercedes la pandemia le obligó a replantearse su vida, pero también le abrió una posibilidad de negocio que se vio reforzada por la situación. Algo que no podría haber sucedido sin el apoyo de Banco Santander. Con el covid-19 despidieron a su esposo y por eso decidió poner en marcha una "cocina económica".
Con el primer crédito de la entidad, Mercedes y su familia pudieron abrir su nuevo establecimiento, "El Sazón de Ángel". El crédito recibido formaba parte del programa de microfinanzas Tuiio.
La principal aportación de esta iniciativa es generar un impacto social medible por medio de créditos productivos, a través de una cuenta de ahorro digital, seguros, cajeros, sucursales propias, y banca electrónica.
Además, la iniciativa cuenta con un programa de educación financiera para que las personas sean capaces de usar los servicios bancarios de manera sencilla y rápida. Más del 90% de los beneficiarios de este programa son mujeres emprendedoras que buscan mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Desde la puesta en marcha de esta iniciativa en 2017, Santander México ha otorgado cerca de 85 millones de euros (unos 2.000 millones de pesos) a más 162.000 clientes y más de 100.000 créditos a personas del segmento de bajos ingresos durante la pandemia. Un trabajo que le ha valido para ser reconocido, a finales de 2020, como “Mejor Banco de Inclusión Financiera en México” por la revista International Finance Magazine.
Para continuar con este trabajo, la entidad se ha comprometido a alcanzar el empoderamiento financiero de 10 millones de personas en todo el mundo de aquí al año 2025. El grupo ya ha superado los dos millones de personas.
El Programa Prospera que cumplió el sueño de Rita
Además del programa Tuiio, Banco Santander tiene en marcha otros proyectos de este calibre en Latinoamérica, como, por ejemplo, Prospera, en Brasil. Un programa del que forma ya parte Rita de Cássia, una emprendedora de 44 años que ha conseguido cumplir el sueño de crear su propia clínica de estética profesional. Al principio tenía la consulta en su domicilio, algo que resultaba incómodo tanto para ella como para sus clientes.
Tal y como ella misma explica, “hice una renovación del espacio, pinté y compré máquinas y dispositivos para los tratamientos”. Todo ello antes de la pandemia. Porque con la llegada de la Covid-19, su negocio se vio lastrado, pero como madre y mujer luchadora no se rindió y se reinventó: decidió atender a los clientes y vender sus productos directamente en sus domicilios.
Prospera impulsa desde 2002 el crecimiento de pequeños negocios que no tienen acceso al sistema financiero, y que permiten a las personas más desfavorecidas y con menor nivel de vida salir de la pobreza.
Se trata de un modelo de microcréditos productivo y orientado, dirigido fundamentalmente a personas sin acceso al sistema financiero formal, principalmente microempresas informales que no tienen acceso al crédito, como artesanos, costureras o propietarios de pequeñas tiendas de alimentación.
Desde sus inicios, esta iniciativa ha invertido más de 5.000 millones de dólares, beneficiando a más de 500.000 emprendedores de más de 600 municipios diferentes, de los que aproximadamente el 50% presenta un Índice de desarrollo humano (IDH) bajo. El 70% de estos microcréditos se destinan a ayudar a mujeres emprendedoras de pequeños negocios.
Santander Finanzas Para Todos es la respuesta de Banco Santander para promover la inclusión financiera. Contribuye al progreso de la sociedad en los países en los que está presente mediante el acceso a productos y servicios financieros básicos para apoyar la actividad productiva de personas en riesgo de exclusión, incluso en zonas remotas, y el impulso de la educación financiera. De este modo avanza en su compromiso de empoderar financieramente a 10 millones de personas para 2025 a través de iniciativas como Tuiio (México), Prospera (Brasil, Uruguay) y Superdigital (Brasil, México, Chile), estos dos últimos en expansión en Latinoamérica, además de otros programas.