Una buena forma de conocer la historia de un país es acercarse a su arte. Porque esas obras encierran mucho más que la manifestación del talento y la sensibilidad de sus autores: son una crónica de la vida política y social de su época. Conscientes del poder de ese subtexto del arte en clave histórico, la Colección Banco Santander, de la Fundación Banco Santander, puso en marcha en 2022 el programa “Investiga Colección Banco Santander”. ¿Su objetivo? Profundizar en el conocimiento de la colección y aportar nuevas interpretaciones en torno a las más de 1.000 piezas que integran sus fondos.
Una de las segundas lecturas más interesantes que arroja el estudio de estas piezas hace referencia a las inherentes relaciones que se dan entre el poder y el arte. “Tanto antes como ahora, arte y poder o arte y propaganda son conceptos que van de la mano. Los poderosos siempre se han rodeado de obras de arte como un símbolo de estatus, de prestigio y de representación de unos ciertos valores”, señala Jesús Félix Pascual, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid. Este investigador, junto al catedrático de la misma Universidad y departamento, Miguel Ángel Zalama, han desarrollado la investigación «Arte, lujo y magnificencia: la tapicería en la colección Banco Santander», uno de los proyectos ganadores de una beca de investigación de la primera edición del programa “Investiga Colección Banco Santander”.
Poder-arte, un binomio indivisible
Las estrechas relaciones entre poder y arte han sido una constante a lo largo de la historia. “Gastar en obras de arte se consideraba un reflejo de buena salud económica de una nación y de buen gobierno, porque también se asimilaba a gasto público, por ejemplo, en el embellecimiento de los espacios públicos”, argumenta el profesor Pascual.
Aunque también había en ese gasto un innegable componente de ostentación y propaganda. “Cuando un gobernante se mostraba en público o recibía a sus iguales sacaba sus mejores galas. Los mejores cuadros y los mejores tapices. No es algo que, en realidad, haya cambiado mucho en la actualidad. Los políticos siguen haciéndose fotos con obras de arte de fondo, porque éstas transmiten esos valores de exclusividad y prestigio que remiten a las glorias del pasado histórico”, añade el investigador.
Los tapices, grandes desconocidos
Mucha de esa ostentación o lucimiento de los poderosos se demostraba a través de los enormes tapices que adornaban las grandes salas de palacios y edificios representativos. Y es que, aunque bajo la sensibilidad de hoy, los paños o tapices puedan ser considerados un formato artístico menor, integrado a menudo en el cajón de sastre de las artes figurativas, esto no siempre ha sido así. “Durante los siglos XV, XVI y XVII los tapices eran enormemente valorados, como ha puesto de manifiesto el estudio de los testamentos de la época. En 1526, Carlos V compró un conjunto de nueve tapices por 4 millones y medio de maravedís, una auténtica fortuna de entonces”, explica el catedrático de Historia del Arte Miguel Ángel Zalama.
¿Por qué un tapiz podía alcanzar precios desorbitantes? El profesor Zalama señala a una combinación de elementos para explicarlo. “Hacer un tapiz llevaba meses de trabajo y los materiales que se utilizaban para su confección eran caros: lana, seda, oro, plata… Las personas que tenían dinero de verdad, como reyes, nobles o cardenales, cubrían sus paredes con tapices”.
Una de las segundas lecturas más interesantes que arroja el estudio de estas piezas hace referencia a las inherentes relaciones que se dan entre el poder y el arte
¿Y qué sucede con sus valores artísticos? Aunque la pintura ha sido y sigue siendo la reina indiscutible de las artes plásticas, durante un tiempo los tapices no le fueron a la zaga. “Eran muy valorados, tanto a nivel iconográfico como simbólico”, apunta Jesús Félix Pascual. De hecho, grandes artistas universales como Goya trabajaron esta disciplina. “Cuando se habla de la Capilla Sixtina del Vaticano siempre se hace referencia a los frescos de Miguel Ángel, pero lo que no es tan conocido es que cuando hay una ceremonia importante, como los entierros de los Papas, sacan la serie de tapices de los Hechos de los Apóstoles, que fueron diseñados por Rafael”, ilustra este experto.
Los tapices de la Colección Santander
La investigación de los profesores Pascual y Zalama se sumerge en las piezas de la Colección Banco Santander para tratar de aportar luz sobre diferentes aspectos, especialmente en lo concerniente a los tapices. “Es una colección heterogénea, pero también una de las singulares muestras de paños en manos privadas, piezas de gran valor que forman parte de nuestro patrimonio artístico”, comenta Jesús Félix Pascual. Los trabajos de investigación han indagado en el origen de estos tapices y los han clasificado. “Nuestro objetivo era poner en valor estos tapices, algunos de los cuales son de gran calidad, como la serie de La Guerra de Troya, El Juicio de Susana o uno sobre El Quijote cuyo cuadro original se conserva en el Museo del Prado”, destaca el profesor Zalama.
Y es que a menudo, en general, los paños quedan relegados a un segundo plano, como piezas de menor categoría. Una etiqueta que este trabajo quiere eliminar. “Una pintura se expone con cierta facilidad, pero no hay tantas paredes en las que se pueda colgar un tapiz de 8 x 3 metros, así que se han ido dando de lado”, dice Jesús Félix Pascual. Para estos estudiosos, es fundamental poner en valor estos tapices, y que la propia Colección Banco Santander sea la primera en reivindicarlos. “Porque”, dice el historiador, si ellos les conceden el valor que merecen, el público que las contemple también lo hará”.
2ª Edición del Investiga Colección Banco Santander
A través de este programa, se seleccionará a dos investigadores que deseen aportar lecturas novedosas sobre la colección. Los beneficiarios contarán con seis meses para desarrollar sus proyectos y recibirán una ayuda económica de 10.000 euros para llevarlos a cabo.
Los interesados en participar deberán leer detenidamente las bases legales y cumplimentar el formulario en el botón "Inscríbete". El plazo para enviar solicitudes termina el 18 de mayo de 2023.
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