Cuando las cosas se ponen feas siempre hay personas que sacan su mejor versión para ayudar a los que más lo necesitan. En España siempre hemos sido un país muy solidario y prueba de ello es el alto número de personas que hacen voluntariado en nuestro país. De hecho, según los últimos datos ofrecidos por la Plataforma de Voluntariado de España (PVE), un total de 2,7 millones de españoles, un 6,7% de la población total, sirvieron en favor del prójimo en 2019.Las mujeres son las que más hacen voluntariado, en concreto un 57,6% del total. Su perfil: entre los 35 y 54 años, con estudios y un estatus económico social medio-alto. Si se tienen en cuenta todas las formas de participación con las ONG (económica o en especie), el informe pone de relieve que el 38% de la población española mayor de 14 años colabora con organizaciones sociales, lo que revela "un alto grado de confianza en las entidades", según los autores del estudio.No obstante, con la covid-19 se ha producido un cambio de paradigma. "La demanda de servicios tradicionales de atención proporcionados por entidades de voluntariado ha decrecido durante la pandemia debido, en parte, a que el miedo intenso y extremo que ha llevado a muchas personas a un bloqueo emocional, ha anulado la capacidad de búsqueda de alternativas para estar mejor", señala un informe realizado por la Plataforma del Voluntariado de España (PVE).
El 38% de la población española mayor de 14 años colabora con organizaciones sociales
No obstante, ante la difícil situación que vivimos, el número de voluntarios es clave, quizá más que nunca. Para hacernos una idea de su peso: en seis de cada diez organizaciones que forman la PVE, el voluntariado supone más de la mitad de agentes y en más de un 40% de ellas, el voluntariado supone más de un 75% del total de personas que intervienen.Ante estos y otros datos, muchas entidades han incrementado sus esfuerzos y se han adaptado a la situación actual. Y adaptarse solo quiere decir una cosa: digitalizarse, aunque sin alejarse, claro está, de la presencialidad de otras muchas actividades.De ahí que el acompañamiento del voluntariado vaya a jugar un papel importante para reforzar, en unos casos, y proporcionar, en otros, la red de apoyo de muchas personas en situaciones de vulnerabilidad.
Banco Santander y su red de voluntarios virtuales
En este contexto hay grandes empresas que también quieren apoyar esta causa, como Banco Santander, que lleva impulsando desde marzo su red de voluntarios virtuales.Sus esfuerzos se han centrado en formación financiera o mentoring a mujeres víctimas de violencia de género. Pero no solo eso, la entidad cuenta con iniciativas en todos los países en los que opera, que van desde labores de voluntariado en el ámbito de la educación a la fabricación de mascarillas, tanto para personal sanitario como para clientes; también el acompañamiento a través de llamadas telefónicas a los más mayores que viven solos o que se encuentran en residencias o en hospitales. Todo ello gracias a los más de 38.000 empleados de Santander que participan en estos proyectos.
Proyectos del Grupo
En España, la entidad cuenta con varias iniciativas; una de ellas, el exitoso programa De mujer a Mujer (con Fundación Integra). Un total de quince mentoras están mentorizando en remoto a mujeres víctimas de violencia de género para ayudarlas a reincorporarse al mercado laboral y conseguir la independencia económica. Esta iniciativa les prepara para afrontar con éxito una entrevista de trabajo, preparar su currículum, elaborar su perfil profesional en redes sociales y ayudar a buscar empleo online.Minutos en compañía es otro ejemplo de voluntariado (con ‘Adopta un abuelo’ y la Fundación United Way) que cuenta con 75 voluntarios. Tras recibir la formación adecuada, los participantes mantienen una conversación por teléfono con los mayores que necesitan compañía, especialmente aquellos que viven solos, viven en residencias o están hospitalizados. En un solo mes, acumularon más de 12.300 minutos de compañía.Los clientes de Santander Argentina recibieron una mascarilla gracias a la Cooperativa La Juanita y la colaboración de los voluntarios del banco que las fabricaron. Silvia Flores, directora de la Cooperativa La Juanita, define esta acción como la oportunidad de proporcionar “un trabajo digno para las personas de su barrio, que a su vez contribuye a cuidarnos y a seguir salvando vidas”.En Chile, los ejecutivos del banco realizan un programa de tutorías para acompañar a estudiantes de diversos colegios de la Fundación Belén Educa, una institución sin ánimo de lucro que promueve la educación de calidad en los sectores más pobres y periféricos de Santiago.En Brasil más de 100 voluntarios empleados del banco están realizando llamadas telefónicas diarias a 82 personas mayores de 60 años para acompañarlas . Estas personas pertenecen principalmente a los programas con los que colaboran durante el año como es el Programa Parceiro Do Idoso y un grupo de residencias de ancianos.Estos son sólo algunos ejemplos de las decenas de iniciativas que los 38.000 voluntarios Santander realizan en estos y otros países como Portugal, México, Uruguay o Polonia.
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