Ni analistas ni los servicios de inteligencia occidentales preveían que la guerra de Ucrania se prolongase durante 300 días. Y no se contempla un fin cercano. Rusia lanzó un ataque dirigido a estructuras o puntos estratégicos, pero las tropas ucranianas lograron frenar la embestida inicial y, a base de recomponer sus líneas y aprovecharse de los problemas logísticos del ejército de Putin, han logrado recuperar parte de los territorios ocupados. Movimientos militares que se traducen en un extenso historial de muerte y destrucción: el contador de Kiev ya suma casi 100.000 efectivos rusos muertos desde que estallara el conflicto.
Son datos ofrecidos por el Estado Mayor de la Defensa ucraniano, que día tras día actualiza las bajas sufridas por el ejército invasor. La fecha de partida es el 24 de febrero, cuando Rusia lanzó sus tropas sobre el país presidido por Volodimir Zelenski, causando una sacudida mundial de consecuencias que aún están por determinar: económicas, sociales, políticas y, por encima de todo, de fallecidos a consecuencia de las bombas o de las ofensivas militares.
Según Ucrania, hasta este martes, 20 de diciembre, habían muerto 99.230 soldados rusos; 430 en las últimas 24 horas. Siguiendo la misma dinámica, el contador rebasará la cifra de 100.000 muertos este jueves. La cifra es similar a las 100.000 bajas rusas que contabilizó Mark Milley, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, a principios de noviembre; pero en su caso no sólo se refería a los fallecidos, sino también a los heridos.
Las bajas materiales
Los partes de guerra que ofrece el Estado Mayor de la Defensa ucraniano también apunta las supuestas bajas materiales que ha sufrido el ejército ruso desde que estallara la guerra. El último balance, publicado este martes, asegura que se han destruido 2.995 tanques, siete en la última jornada, por lo que previsiblemente la cifra supere la barrera de los 3.000 en las próximas jornadas; 5.974 vehículos blindados; 1.960 sistemas de artillería y 410 lanzacohetes múltiples (MLRS); 212 sistemas antiaéreos y 4.599 vehículos de diversa consideración (incluidos los que tienen tanques de gasolina).
El alto mando ucraniano asegura que han abatido 281 aviones de combate y 266 helicópteros, además de 1.680 drones
Por tierra, pero también por aire y mar. El alto mando ucraniano asegura que han abatido 281 aviones de combate y 266 helicópteros, además de 1.680 drones -cabe recordar la incidencia que están teniendo los drones de fabricación iraní en la guerra-, 653 misiles de crucero y 16 buques de guerra de diversa consideración.
Estadísticas, todas ellas, que forman parte del balance oficial que ofrece Ucrania. Las cifras varían de forma abrumadora respecto a las que hasta la fecha ha ofrecido Rusia. En septiembre, Moscú aseguraba que habían muerto 1.351 soldados de sus fuerzas armadas en combate, frente a los más de 50.000 que en esas fechas afirmaba el Estado Mayor ucraniano.
300 días de guerra
Tras 300 días de guerra, Vladimir Putin descarta por el momento cualquier atisbo de negociación, a pesar del desgaste en sus filas y de admitir que la situación en las zonas anexionadas es "extremadamente difícil". En concreto, hace referencia a Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, que representan aproximadamente el 15% del territorio de Ucrania.
Volodimir Zelenski también rechaza cualquier diálogo, pero por motivos diferentes: no se sentará si no es para hablar de una restitución de la situación previa a la invasión. La llegada del invierno ha congelado los avances militares significativos que se produjeron durante el otoño.
Mientras tanto, los zarpazos de la guerra alcanzan a la totalidad del territorio ucraniano, tanto por el alcance de los bombardeos como por los cortes de electricidad y la escasez de suministros que afectan principalmente a la población civil.
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