Activision Blizzard ha despedido más de tres docenas de empleados y abierto expediente a otros cuarenta desde julio en respuesta a las acusaciones de acoso sexual y otras conductas de mal comportamiento dentro de este gigante del videojuego, como discriminación y acoso laboral, según publica este lunes The Wall Street Journal.
Según el diario neoyorquino, Activision Blizzard asegura que 37 empleados ya han salido de la empresa, mientras que a otros 44 se les ha abierto expediente tras la investigación. Además, según este periódico, Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, retrasó la publicación de un informe que recogía todos estos datos para no dar cuenta de la situación que se vive en la empresa, que decidió actuar por la presión de socios, inversores y empleados.
Todo este calvario está pasándole factura a la entidad en muchos otros sentidos: Sus acciones han caído en bolsa, los desarrollos de videojuegos se han visto afectados y muchos creativos y directivos clave se han marchado de la compañía.
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